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Está situado en la plaza de la iglesia, lugar tranquilo para cenar en verano en la terraza. A primera vista el local no da buena impresión, estuvimos a punto de no entrar pero leyendo reseñas decidimos quedarnos. Y no defraudó, la mujer que nos atendió (entiendo que la dueña ya que estaba sola) nos trató de 10, y las tapas que comimos estaban muy buenas. Y para estar ella sola todo salía bastante rápido.
La verdad que fue un buen descubrimiento, quizá el precio algo elevado comparado con las raciones pero la actitud y el buen servicio de la camarera merecía cada céntimo!
Un sitio increíble, tapas espectaculares y todo super bueno. Pero lo mejor de todo es el trato recibido por la dueña del local. Gracias Carmen por todo. Eres maravillosa, sigue así. Ten en cuenta que volveremos pronto.
Un lugar muy agradable.la terraza en un entorno idilico la plaza de nuestra caracteristica Iglesia. Dos simples cafes aqui.te pueden conducir a la felicidad!
Son muy atentas hacia los clientes y muy simpaticas. Las tapas super bien, no tardan en servir y te lo hacen al momento, todo calentito y en su punto. Lo recomiendo.
Fatal mala atencion dos horas de espera para unos bocadillos la cerveza caliente y tarde cuando llegan los bocatas sin lo q hemos pedido y frio me traen un bocata de otra mesa fatal mo pisar este bar