Tienda Panabad Rambla

Solo puedo decir cosas buenas de este sitio. El personal es excelente, siempre amables y muy agradables. La atención es excelente y el trato muy personalizado. A pesar de las horas y el trafico de gente siempre tienen una sonrisa y una buena palabra para todo el mundo (incluso para l@s que se creen superiores y las tratan mal). El pan esta buenísimo, es variado y el precio es adecuado (siempre podria ser un poco mas barato ). La cafetería esta muy limpia y el ambiente es bueno, por suerte NO es un sitio para estudiantes q enchufan sus ordenadores y ocupan las mesas y hacen ruido con un cafe q dura 4 horas, asi q si quieres tranquilidad este es el sitio para desayunar, merendar o tomar un cafe. Se nota que soy cliente habitual

Llevo desde hace 15 años yendo las tardes de los martes miércoles y jueves a comer o merendar ( por trabajo). El trato súper bueno por parte de todas las trabajadoras. El café y las pastas súper buenos! Y la camarera que se hizo daño en el dedo hace las mejores tortillas, a parte de ser simpatica y súper trabajadora. ;-)

Llevo años comprando en esta panadería. Los productos buenos , las chicas que trabajan ahí son todas súper amables, rápidas atendiendo, siempre con educación y una sonrisa, algo que se agradece mucho hoy en día. Recomendable 100%

Mi cafetería favorita de la rambla! Trato genial y cercano por parte de todas las trabajadoras y un servicio excelente.
Un local ideal para desayunar o merendar con calma en el centro.

Políticas miserables para los clientes?.
Es una pena que después de asistir casi a diario al local y consumir en varias ocasiones en el día, tanto en la mañana como en la tarde que voy con mi niño a merendar, me lleguen a decir que no puedo tener mi ordenador enchufado.
Voy a diario a consumir y sentarme con mi ordenador para hacer cosas de la universidad, y ya llevo más de dos años haciéndolo, no es que vaya a sentarme solamente, sino que consumo café, bocadillos, pastas, empanadas, es dinero.

Pues hoy llega una señora empleada, seguramente enviada por la supervisora, alegando que NO PUEDO TENER MI ORDENADOR ENCHUFADO, QUE ES UN GASTO DE LUZ, Y QUE NO ESTÁ PERMITIDO, que está bien si es para cargar el teléfono media hora si, pero en serio? De verdad son políticas de la panadería? De verdad uno no puede ir a consumir y sentarse tranquilamente con su ordenador porque consideren eso un abuso? Ya que también me dice la supervisora que ocupo una mesa por mucho tiempo.
Por Dios, un ordenador consume 1.75 W por 0.12 euros por kWh, una media de unos 0,21euros por día.

Pues aparte de esta reseña pondré una reclamación, porque prácticamente me dieron a entender que era un abuso, y que por políticas de la empresa no se podía, que no era un café para quedarse con el ordenador enchufado, lo que me parece es que eso es ser bien MISERABLE, después de que uno va a dejar su dinero en el local no pueda usar los enchufes, sino por un tiempo max de media hora, POR FAVOR.
Es una pena, porque me gustaba ir, hay señoras muy amables y trabajadoras en ese local, y me queda cerca de casa, pero no puedo decir lo mismo de la encargada, ya que uno al ir a diario se da cuenta de cómo actúa el personal, y ésta "señora" se las trae, trata al personal como le da la gana, con prepotencia, con un lenguaje corporal horrible, como si ella es más que los demás, con un tono de voz muy alto, y soberbia, no me extrañaría que esto fuese decisión de ella, pero bueno, no lo sabré, con tal de no ir más tengo.
Si esto me pasó a mi, no dudo cuántos clientes se irán con un sabor amargo por comentarios como este.
Pues caminaré un poco más y me iré a 365, u a otro café, porque en ninguno me han dicho algo como esto, y dudo que lo hagan.

Es un sitio bien situado, en la Rambla. El servicio es bueno, la comida está muy buena, sobretodo los Donuts. Los baños, no son los mejores del mundo pero al menos, en la cerradura de la puerta del váter, no se tiene que hacer fuerza para cerrar/abrir. Es un sitio, donde hay ambiente y está bien para venir con 2-3-4 amigos/familiares.

Muy lentas.
Pedi mi cafe y la vhica se fue tranquilamente para hablar con su compañera en vez de preparar el cafe. Estaba esperando mas de 10 minutos mi.pedido.y en cafeteria solo habia 3 personas. Ya atendidas.

Vergüenza. Y trabajan 3 personas

Una lastima una de las mejores panaderías con el peor personal y atención
Ya no tienen ni calidad ni buen trato una pena, todo se va perdiendo

Cafetería panadería en el centro de Sabadell, productos buenísimos, y el personal súper agradable, precios normales, local muy limpio

El local es agradable limpio organizado, sos productos muy ricos me encantan los cruasanes y su cafecito cremo

Esmorzar vegà per excel·lència, dos croissants vegans boníssims i un té roibos amb llet de civada

Lo han reformado pero han bajado en atención y en el producto, es donde solíamos ir, pero después de la última experiencia, no volveremos, como una piedra era, poco, la gente paga por un producto bueno, no de 3 días. El cliente no es tonto, no lo devolví porque iba con más gente y no es una situación cómoda.

Terrible el trato primera y última vez que voy a este sitio. Llegue con mi familia después de ir al cine nos quisimos tomar un café antes de ir a casa llegamos sobre las 20h y a las 20.30h una de las mal educadas que trabajan aquí nos apaga la luz del local, preguntamos si estaban cerrando y a gritos nos dice mientras barre que si que ella se quiere ir a su casa que cierran a las 9 y aún debían limpiar, yo llevé aqui a mi madre que cumplía años ese día porque vi por fuera que el lugar era bonito pero de verdad que uno no puede juzgar un libro por su apariencia, muy lindo pero una atención pésima, a mi si me pareció extraño que desde el primer momento al pedir nuestros cafés otra chica que nos atendió fue bastante antipática y estaba como enfadada, nosotras realmente no sabíamos a qué hora cerraban ya que en la rambla hay varios cafés / restaurantes que cierran mucho más tarde. Tuvimos que soportar en un día especial para mi mamá gritos y mal trato de las dependientas de este lugar, yo también trabajo de cara al público y jamás se me ocurriría tratar a alguien de esta manera! No vuelvo a este sitio jamás y tampoco lo recomiendo, fue una situación totalmente desagradable, además de también tener que soportar al novio de la dependienta que se puso a discutir con mi madre una mujer de 65 años! Así el nivel de esta gentuza

La comida muy buena (el café no tanto) y todo muy bien hasta que hemos querido ir al lavabo del cual una dependienta nos ha echado de muy mala manera porque lo estaba limpiando, recriminándonos que si no habíamos visto el cartel de suelo mojado que, por lo visto, ella misma había olvidado poner. Muy desagradable, no volveremos.

El pan cada vez que lo he comprado no me ha gustado nada. Mucha variedad de pastas. Tienen mesas en el local para tomarse algo alli mismo. Dependientas lentas y no parecen tener muchas ganas.lo bueno el horario: abre los domingos por la tarde hasta las 22.

El pan es bueno, pero la atencion deja que desear, les encanta generar colas de espera, a veces pienso que lo hacen expresamente

Tras un cuarto de hora en la mesa sin que atiendan ni te miren a la cara te colocas en el mostrador y hacer cola te dicen que no es la cola correcta y que aún tienes que cambiar de cola y esperar más. Muy mal

Entramos a tomar algo. Tras 15 minutos sentados ni nos han atendido ni se han dignado a saludarnos.
Llego a la conclusión de que hay que pedir en mostrador y luego te sirven en mesa.
Si esa es la opción.podrían informarlo.

Solo tomo café. Bien iluminado y climatizado. Cola única para pedir y pagar antes del servicio, luego te sientas a tomar el café. Se puede Comprar pan y pastas. En la misma rambla.

Buena para desayunar y para merendar todo muy bueno, aunque les falta un poco de control en el servicio

Muy mala experiencia, falta de personal, cosas increíbles y las dependientas de la tarde mal organizadas, además de maleducada la chica de la cafetería.

Panadería normal y corriente, también tiene bollería y algo de pastelería, se puede tomar café e infusiones.

Poco personal para atender. Ofrecen una carta de bocadillos q no tienen nunca; por ej: tortilla de patata.