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Lugar ideal para desayunar, comer, cenar o tomarte las cañas del medio día. Todo siempre súper limpio y una cocina hecha con todo el cariño por Mari, con sabor a casa y atendido con profesionalidad y amabilidad por Genaro, sitios así hay muy pocos y nos alegran el día a día.
Mi corta pero grata experiencia me ha hecho pensar en volver otro día. Por lo que de momento poco más se puede decir, con lo positivo que es eso a día de hoy. El lugar limpio y tranquilo. La comida con gusto, deseando probar que más tienen. Volveré. Gracias.
Un lugar ideal si quieres comer bien. Atención y servicio estupendo. Muy familiar. La comida está muy buena. Recomiendo solomillo a la ciruela y pinchos de langostinos.pa chuparse los dedos.
Me senté a comer con varias mesas libres y preguntando si estaban reservadas y me dijeron que me sentara sin problema, pedí dos tapas, me termine la primera bebida y pedí una segunda mientras aún seguía comiendo, termine de comer y con la bebida llena me pidieron que me levantara que tenían una reserva (mentira ya que escuché a la familia preguntar si tenían una mesa libre) accedí, pague mi cuenta y me trajeron la vuelta en monedas pequeñas, con la excusa de no tener monedas de euro, faltaba un euro, lo reclame y la camarera de tatuajes en los brazos de mala gana me dice, rey no te preocupes que te lo doy y me trajo una moneda de euro. Doy una estrella porque no puedo ponerles en negativo, ladrones malos y maleducados.