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Lugar fantástico y tranquilo para descansar y desconectar de la vorágine del día a día. Con vistas espectaculares y una piscina para disfrutar. No le falta ningún detalle.
La piscina es lo más, con el calor de agosto y hasta la hora a la que abren la piscina municipal, se está de lujo. El dueño es muy amable, paciente y pendiente de todo. Las camas son muy cómodas. La habitación amplia. Mi baño estaba en mi habitación, lo que es muy cómodo. Ya he ido en más ocasiones, repetiré y lo recomiendo.
Una señora casa con todo los detalles posible y el casero un encanto de hombre volveríamos sin dudarlo la única pega que no acepta mascotas y hay varios gatos por ayi rondando a sus anchas
Me encanto, un sitio muy bonito y tranquilo, y el dueño encantador, amable y el trato genial lo recomiendo a tod@s, lo disfrutéis a tope, un fuerte beso y saludo al dueño persona muy amable, encantador?