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Es la cuarta vez que nos alojamos en la magnifica casa de Teresa. Esto ya dice todo. Tranquilidad en un entorno sensacional, al comienzo de la Via de la Plata en bicicleta. Habitaciones muy amplias y limpias, con un patio donde poder dejar las bicicletas y junto a un restaurante "La Posada de Giraldo", que vale la pena visitar. No es un alojamiento de lujo, pero a todos nos gustaría tener una casa así. Ideal si empiezas la Via de la Plata en Mérida. Super recomendable
Experiencia horrorosa para ni un día que estuvimos, deja mucho que desear y servicio demasiado caro como para al menos dormir. Recomiendo que vayáis a este sitio si queréis gastaros dinero para vivir como en el paleolítico, y último apunte: limpieza algo mal.
Simplemente maravilloso. Tiene 5 habitaciones dobles con su propio baño y muy, muy espaciosas. Tiene diferentes zonas comunes repartidas por las dos plantas (un salón arriba y una sala de estar y cocina en la de abajo) y un patio enorme. El trato por parte de Teresa (quién regenta la casa) ha sido impecable en todo momento; desde que nos decidimos a reservar hasta el momento de despedirnos no hemos tenido ningún problema; una persona encantadora y dispuesta a ofrecer facilidades. No le pongo 5 estrellas por el precio. Ojo, no quiero decir que sea caro; para lo que ofrece esta mas que bien, de verdad que es inmenso; solo que no es para todos los bolsillos.
Habitaciones y baños amplios en una casa señorial en plena plaza mayor. Buen patio para los desayunos y cenas cuando el tiempo es bueno. Un sitio muy recomendable para familias, grupos de amigos y peregrinos. En el pueblo hay un par de bares cercanos donde te hacen buenas comidas caseras.