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Uno de los camareros, por lo visto le molesta hasta que le pidan la hora.pide modales y ni el mismo los tiene. Que se lo haga mirar, que sólo hay que verle la cara.
Noche de reyes! Javi, Jóse y Ángel camareros del Gambrinus. Terraza llena, local lleno y un servicio estupendo. Unos cracks Oleee olee olee se merecen que los reyes magos le traigan muchas cositas
Buen sitio para tapear/cenar. Los precios son acordes a la cantidad que ponen y tienen buena calidad y servicio. Muy recomendable. Dispone de un gran comedor en el interior y de zona de terraza que da a la plaza.
Me parece que la relación cantidad-precio está desigualada. 17€ por 6 chuletas lechales y que sean muy pequeñas está totalmente desproporcionado. Al menos el postre (Creps de chocolate) que costaba 3'5€ estaba más completo.
Buen servicio Lugar agradable y platos completos. Uno de los pocos sitios de don benito para raciones y tape. En otros lugares se han subido a la parra y solo tienen carnes para cenar.
Se come muy bien y cosas que en otros sitios no encuentras, como las roscas, las cuales están muy ricas. El local es chulo y la terraza perfecta con acceso al parque para q los niños jueguen. El precio también es bueno al igual q el servicio de camareros al q calificaría como atentos y amables
Está bien, sin más, el servicio normal, a veces tardan en atender pero nada grave. Comida normal con algunos platos a un precio elevado para la calidad y cantidad que tienen.
Buen surtido de raciones, cantidad y calidad. Yo estoy alucinada con la capacidad de el camarero que nos atendió, se quedaba todo en la mente sin necesidad de apuntar nada, sobre todo muy correcto, amable y servicial.
La atención excelente pero deseaba una cerveza de barril y la marca que tienen. No me agrada, tomé una Heineken (que tampoco, me agrada). Me habría gustado más variedad en cerveza.
Un lugar ideal para desayunar, picotear algo a cualquier hora del día, y quedar con los amigos y la familia. Céntrico y accesible. Lástima que la plaza en donde está haya obras.
Este sitio ha perdido mucho. La idea de los botones en los servilleteros nos gustaba, fuimos por eso, porque a una persona que nunca lo había visto le hacía ilusión. Llegamos y le damos al botón de llamar al camarero durante 10-15 minutos, pero no venía, y las veces que salía a la terraza no nos hacía caso. Tras esperar mucho y llamarlo reiteradamente por fín viene y le decimos que llevamos mucho tiempo llamándole y dice tranquilamente, «no esque el botón no funciona. » (¡vaya chasco!) pero vamos que lo llamamos con la mano y a voces y tampoco hizo mucho caso. Pedimos para comer, bacalao dorado bastante simple y churrasco de pollo, que no era churrasco ni nada, estaba crudo y asqueroso, una carne malísima que no pudimos ni comerla, dejamos el plato entero alli. Para pagar la cuenta también tuvimos que esperar bastante. Y nos dimos cuenta que la gente iba y venía a la terraza y el camarero nunca desinfectaba las mesas ni las sillas.ni siquiera pasaba una bayeta (así estaban las mesas todas pegajosas y asquerosas). Desde luego no volveremos más, era un sitio normalito que me gustaba, pero ya se me han quitado las ganas.
El trato nefasto, los camareros te escuchan y ni te miran, tardan en atenderte 1 hora y si llamas a uno te dicen que para uno te dice que para pedir el otro, y así te tiras todo el día. Y no es que sea fiesta y haya mucha gente, es que les da exactamente igual.
Pésimo lugar, he ido a cenar con mi mujer antes de ir al cine a ver una película y hemos estado media hora esperando a q nos tomasen nota, y nos hemos ido sin cenar xq no llegábamos a la pelicula
Se puede convertir en una opción recomendable para tapeo con tapas típicas y cerveza. Calidad normal. Tienen algunas promociones en días de la semana. Su especialidad son las roscas. Las lagrimitas de pollo muy ricas.
Quizás uno de los mejores Gambrinus, ya que puedes disfrutar de sus magníficas cervezas e instalaciones, sus típicos panes o montaditos. En este, los magníficos productos de la zona de los ibéricos, buen jamón, lomo, quesos y carnes. Además servicio rápido y atención amable y profesional.
Hacía años que no iba a Gambrinus en Don Benito, pero repetí buena experiencia. Cervecería en pleno centro pero alejada del bullicio! Además está en una plaza que dispone de parque infantil, lo que resulta muy interesante para los papás!