Glamping El Jardin de las Delizias.Primer alojamiento singular Extremadura

Un lugar espectacular y privilegiado, al que no le falta detalle y regentado por dos personas estupendas. Gracias, José y Leti, volveremos sin dudarlo.

Hemos pasado un fin de semana "delizioso", José y Leti son unos anfitriones maravillosos y muy atentos. Hemos disfrutado de un desayuno riquísimo, un súper masaje y una ruta entre los cerezos en flor pero además tienen muchas actividades para poder hacer! en definitiva, lo recomendamos 100%.

Celebrar nuestro aniversario y compromiso en el Glamping Jardín Las Delizias ha sido una experiencia única e inolvidable.
Es un lugar lleno de magia…
¡Gracias Gracias Gracias por la exquisita y dedicada atención!

¡Volveremos pronto! Este lugar está en el Top de nuestras mejores experiencias.

Un trocito de Mongolia en casas del castañar. Yurtas muy bonitas! Cuentan con aire acondicionado para su climatización. Es una maravilla despertarte con la luz que poco a poco entra de la roseta del techo.
Los dueños super amables y dispuestos a ayudarte en cualquier momento y hora!
Desayuno con productos ecológicos y mermeladas y bizcocho casero!

He estado este finde con mi marido y hemos vuelto encantados. Si buscas un sitio original, relajante y donde desconectar…este es el sitio!
Hemos estado super a gusto, todo cuidado al minimo detalle y los dueños encantadores! Nos han aconsejado planes y todo perfecto!
La yurta una auténtica pasada, preciosa!
Un lugar para conocer, sin duda!

Un lugar con un encanto especial!
Hemos pasado un finde, rodeado de naturaleza y un entorno inmejorable.
Desconexión total.
Tanto Leti cómo José muy atentos y amables, nos hicieron la estancia muy agradable.
Sin duda volveremos.

Un sitio muy especial, tanto por el alojamiento como por el entorno.
Y lo mejor, la atención.

Las Yurtas del Jardín de las Delicias valen tanto la pena que sin duda volveremos. Perfectamente equipadas, comodísimas, en un ambiente tranquilo y precioso. El desayuno exquisito, incluyendo opciones sin gluten caseras. Leti y José super amables, nos han dado muchas recomendaciones valiosas para vivir un fin de semana estupendo.

Sin duda ha sido un gran descubrimiento y una muy grata experiencia que repetiremos. El entorno es ideal, buen acceso al lugar, espacios cuidados y limpios, la Yurta súper original, bonita y cuidada, el desayuno ideal y el bizcocho que nos hizo Leticia de zanahoria riquísimo, en definitiva un 10. Gracias Leticia y José, por ser cercanos, serviciales, atentos y grandes personas. Los sueños cuando se luchan y se hacen con ilusión se cumplen. Se nos olvidó hacernos una foto con vosotros! Un abrazo

Trato inmejorable. Dormir en una yurta en invierno calentito rodeado de naturaleza no tiene precio. Todo cuidado al mínimo detalle.
Probamos un masaje relajante con aceites esenciles con Patricia y nos dejo como nuevos! Un finde de ensueño. Deseando volver ️

Experiencia 100% recomendable aunque aconsejamos esperar a las buenas temperaturas para disfrutar al máximo de este lugar. Dormir en la Yurta es algo inolvidable, ver el cielo mientras duermes y la tranquilidad de este lugar no tiene precio.

Cercano al alojamiento hay rutas como la de los castaños centenarios.

José y Leticia son muy amables y están atentos a cualquier cosa.

Es un lugar mágico y precioso desconectas por completo! Es tan único el dormir en una yurta! Una experiencia nueva y maravillosa! Los dueños jose y leti muy pendiente de todo muy amables y muy serviciales! Muy buena gente! Lo recomiendo totalmente! Nosotros coincidió con lluvia y no hay nada más mágico y único que el sonido de la lluvia en la yurta! Un lugar de paz y magia! José y leti enhorabuena!

Preciosas las Yurtas y el entorno. Muy cómodas y bien acondicionadas. Son un sueño.
Leti y Jose son un amor y muy atentos.
Una experiencia especial

Es una experiencia muy original y súper cómoda. El alojamiento está en una zona muy tranquila, en la naturaleza y las yurtas están perfectamente preparadas y son comodísimas. Además, los dueños son majísimos y te ayudan y dan recomendaciones en todo lo que necesites. Todo son facilidades. Repetiría sin duda

Una experiencia preciosa. La decoración está tan al detalle que cada vez encontraba una cucada nueva ️
Limpieza impecable. La cama súper cómoda. Desayuno súper Una pena solo haber estado una sola noche.
Gracias Jose y Leti. Volveremos.

Lugar idóneo para descansar y desconectar. La estancia ha resultado realmente confortable. Yurtas preciosas, limpias y cómodas. ¡Dormir con la cúpula descubierta es todo un acierto!
En general, la infraestructura y organización de la finca te permite entrar modo "relax".
El desayuno y trato de los propietarios excelentes; Muy atentos.
Sin duda, recomendable 100%

Hemos pasado un fin de semana de ensueño. Experencia única, alojarnos en una yurta entre cerezos, plantas aromáticas y frutales. Pintada a mano y decoradas en perfecta armonía de sencillez y elegancia. Pasar la noche con el tono abierto viendo el cielo estrellado "eso no tiene precio".
La amabilidad y cercanía de Leticia y Jose pendientes de que no falte detalle alguno, acrecenta aún más el valor del "Jardín de las Delizias".
Uf! Que desayunos, donde las materias primas cultivadas por Jose, en manos de Leticia se transforman en zumos naturales, magnificas mermeladas y ricos ricos bizcochos.
Ya estamos buscando fecha para volver.
Os deseamos todo lo mejor para que sigáis conservando este precioso proyecto.
Mil gracias por todo.

Leticia y José son dos increíbles anfitriones. Los desayunos son espectaculares, incluyendo las tartas caseras de calabacín, naranja o zanahoria. Las yurtas están decoradas con un gusto exquisito y la ubicación en el valle rodeado de piscinas naturales, rutas de senderismo y Plasencia hacen que sea un lugar para repetir.
Gracias Leticia y José

Espectacular, descubrimos el sitio de casualidad. Es un alojamiento ecológico que se encuentra en medio de la naturaleza respetándola al máximo con una sostenibilidad increíble. Las yurtas son impresionantes, la mía era la más bonita (Tierra), que además NO TENÍA TV, me encantan esos detalles; y que los anfitriones de estos lugares sepan tan bien lo que el huésped necesita para descontar (en casa y en el trabajo ya tenemos bastante Wi-Fi o estímulos artificiales) es una pasada.
La decoración me encantó y el disfrutar de las estrellas mientras escuchas el croar de las ranas y canto de los grillos.
El desayuno magnífico, casero, rico, abundante; y que decir del bizcocho de calabacín de Leti.un sabor delicioso como su mermelada de fresa casera.
Los anfitriones, José y Leticia, ¿que decir de gente tan implicada con el medioambiente? Pues que el resto deberíamos aprender de ellos e implicarnos un poquito más con este tema. Y claro, ni que decir tiene que la recepción que superacogedora, estuvieron pendientes de todo en todo momento, nos explicaron perfectamente su proyecto y como habían integrado las yurtas en él.
Además dejan información sobre las actividades de la zona con otros profesionales y las zonitas de descanso del jardín y la huerta son supercuquis. LO RECOMENDARE A TODO EL QUE PUEDA?

Dormir en una yurta ha sido una experiencia increíble que es complicado entender hasta que lo vives. Y el desayuno riquísimo, especialmente el bizcocho. Gracias Leti y Jose por vuestra atención.

Una pasada de experiencia, el entorno, la atención.la experiencia de dormir en una yurta viendo las estrellas es única (sobre tido tener q echarte un nórdico d madrugada en pleno mes de julio). La atención x parte de Leti y Jose es estupenda, están pendientes del más minimo detalle. Los desayunos caseros y riquísimos y las yurtas super equipadas no les falta nada, además la decoración es preciosa y tienen una parcelita cn zona d relax. Ah y la zona de la piscina! En fin, para repetir sin duda

Dormir en una yurta mongol rodeada de cerezos es una experiencia única y muy muy especial. José y Leticia han cuidado cada detalle y han hecho que la sorpresa para mi chico superará todas mis expectativas. La experiencia es personalizada. La cama es comodísima, y puedes ver las estrellas desde ella. No le falta un detalle. El desayuno fue increíble, todo casero. Si no fuera suficiente poder dormir en este paraíso, todas las actividades que se pueden realizar son de profesionales locales que te descubren el Valle del Jerte con su conocimiento y experiencia. Incluso puedes darte un masaje en la finca rodeada de cerezos. Puedes tomar un baño refrescante cuando haga más calor. Gracias José y Leticia por hacernos sentir cómodos. Ojalá todo el mundo pudiera vivir esta experiencia. Volveremos sin duda.

Las yurtas son tan especiales que te hacen sentir que estás en otro lugar.el desayuno maravilloso en el jardín verde rodeada de cerezos, un entorno lleno de posibilidades, actividades, turismo, deporte.inigualable. Todo perfecto.limpio y super agradable. Sin duda para repetir una y mil veces.

Encantadores Leti y José, se nota el cariño que le han puesto al proyecto. La Yurta espectacular y original. El jardín una verdadera delicia.

Experiencia 100% recomendable! Las Yurtas están en pleno Valle del Jerte y no les alta detalle, además el trato con sus propietarios increíble

Disfrutamos de fantásticas yurtas mongolas en una espléndida finca de cerezos y plantas aromáticas en el Valle del Jerte, construcciones de fieltro y madera, diseñadas por auténticos maestros artesanos. Originarias de los pueblos nómadas de Asia y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2013. Impresionan su diseño, su colorido, su ensamblaje, su ecología. Un lugar singular único en Extremadura, en un paraje verde de cielo azul, de extraordinaria belleza. Nos fascina la atención exquisita, la decoración refinada, la iluminación tenue en las noches calmas, tumbonas de ensueño, preciosos cenadores en jardines privados, la piscina, el huerto, el descanso profundo, la ducha relajante y los desayunos de película en un escenario de lujo.
Visitas y rutas por el entorno del Valle, plazas de pueblo, cascadas de agua, ruinas de otros tiempos, miradores en lontananza, castaños centenarios, algún que otro museo, gastronomía local…
Recorrido por carreteras paisajísicas a un lado y otro del río Jerte, bravo y salvaje, paradisíaco al fin.

Mongolia en el Valle del Jerte.
Es muy especial el alojarse en una auténtica yurta mongola en plena naturaleza entre cerezos.
La yurta perfectamente equipada y con la posibilidad de ver las estrellas desde la cama (muy cómoda por cierto).
Mención especial a las toallas: suaves como nunca había visto en ningún hotel (que suelen ser un poco tiesas como las lavan en lavanderías industriales)
Los propietarios, Leti y Jose, amabilísimos y ayudando con todas las dudas.
Y los desayunos en "el rincón de enamorar" con un café muy bueno, mermeladas y bizcochos caseros, miel artesanal y cerezas y fresas de la propia finca, una delicia.

Magnifica experiencia.
No se ni por donde empezar.
El entorno natural precioso el huerto los cerezos las yurtas la piscinas los balancines la Paz.y que decir del desayuno.de la cocina.y de los dueños.sublime.recomendable 1000 por 1000. Desde Coria con amor

Maravillosa experiencia. Alojarse en una Yurta Mongol con el tono abierto viendo el cielo y la luna, en una finca rodeado de cerezos es una experiencia 100. Tranquilidad y relax. Los propietarios Leticia y José son de 10. Amables y encantadores. El desayuno magnífico con tartas caseras de zanahoria o naranja insuperables. Además tuvimos suerte de que cuando estuvimos inauguraron la piscina para nosotros solos. Volveremos seguro.

La atención de José fue impecable. Super amable, muy atento y una persona muy cercana. Dormir en yurtas es toda una experiencia. El entorno maravilloso así como la ubicación que te permite hacer múltiples excursiones por la zona. El desayuno junto a la cocina antigua de leña un plus y los bizcochos de Leticia muy ricos

Poder tener la oportunidad de disfrutar la experiencia en este tipo de alojamiento, es inolvidable, al principio teníamos dudas, pero vamos, decidimos probarlo, y lo recomiendo 100 por 100, la yurta, es amplia, super acogedora, cómoda, no le falta detalle, tanto dentro como fuera, ya q tienes tú propia parcela, para poder desayunar, otra cosa para destacar, el desayuno genial, no le faltó de nada, nos sobró comida de la cesta q te preparan. Por último destacar el trato recibido por los dueños, Leti y Jose, q nos informaron de lo q podíamos hacer dentro de las posibilidades q tenemos hoy, y nos trataron de forma muy cercana y amable. Sin duda repetiremos, y lo recomendaremos, para q tanto familia como amigos, puedan disfrutar de la experiencia, como lo hicimos nosotros.

Increíble lugar en medio de un paraíso impulsado por dos maravillosas personas, Leticia y Jose, que han creado un entorno en el que el cariño se nota en cada detalle. Dormimos a pierna suelta en una cama comodísima y amanecimos en una construcción única que te transporta a otro lugar. Para no perdérselo.