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Un buen aprovechamiento y uso de un edificio monumental convertido en hotel. Excelente servicio, habitaciones y camas confortables y muy buen restaurante. Desde luego, para repetir Hospederías.
Magnífica Hospedería. Buenas habitaciones, con colchones cómodos, silenciosas (bueno, se escuchan las campanadas, aves y los gallos al amanecer -a mi me encantó-), personal muy atento (destacar a Francisco en el restaurante) y buena comida, con un precio excelente; y, todo ello ubicado en un precioso palacio medieval sito en la magnífica plaza de Garrovillas.
Solo utilizamos el restaurante y menú-calidad-precio-atención muy bien. El lugar muy buen situado en plena plaza con estacionamiento propio y muy bonito. El servicio de restauración a la altura del lugar. Menú por 18€ con varios primeros, segundo, postre con bebida incluida, el vino incluido en el menú muy bueno.
Muy agradable la estancia, en la plaza del pueblo que es preciosa y el edificio histórico muy cuidado. El menú del día del restaurante rico y de buen precio. Otea ventaja es que está muy cerquita de Cáceres y aceptan perros de hasta 15 kg. Nos encantó que al perro le ponen camita, un juguete, toallitas de limpieza y cuencos; el suplemento tiene sentido así! Esperamos volver
Un lugar precioso y muy cuidado, con una calidad/precio de restauración muy floja. La atención, al menos al grupo de más de 20 personas q pernoctamos ahí el 11/12/22 muy muy flojo. El sitio, idílico.
Lugar con encanto, merece la pena desviarse de la N-630 y pasear por sus calles, admirar su plaza y hacer uso de la Hospedería. Trato correcto, cocina bien presentada, comedor agradable.
Esta situado en un sitio privilegiado. En una de las plazas más bonitas de España. Lugar con solera, rehabilitado. Piscina, jardín, gimnasio, sauna. Se come muy bien. Nosotros sólo íbamos con alojamiento y desayuno. El buffet del desayuno impresionante. La gente q trabaja allí, muy agradable.
Solo puedo hablar del restaurante, Torre de Floripes. El sitio es bonito, y el servicio es muy agradable. Tuvimos que esperar sentados casi una hora para empezar a comer (es verdad que nos pusieron una tapa para ir haciendo tiempo). La comida bien en general: el carpaccio de carrillada un escándalo, lo mejor. La lubina (si lo era) lo peor, un desastre. El cochinillo muy rico. En fin, merece la pena.
Un buen aprovechamiento y uso de un edificio monumental convertido en hotel. Excelente servicio, habitaciones y camas confortables y muy buen restaurante. Desde luego, en los viajes a Extremadura, para repetir Hospederías.
Restaurante Torre de Floripes, cuando la calidad no está reñida con el precio. Carta al uso y menú del día no muy extenso, pero todos los platos con una calidad exquisita y excelente presentación, y por 15€ incluye bebida y postre. Servicio atento y muy amable. Entre semana muy tranquilo
La Hospedería está en un lugar estratégico del pueblo, junto a la preciosa plaza. No me gusto el edificio nuevo donde nos alojaron, es anodino. La habitacion tenia olor a cañerías. El comedor del desayuno es frío y mal decorado. La recepcionista es robótica. La piscina es poco profunda, un peligro si saltas sin saber. Para una visita de placer no encontramos alicientes. El concepto de turismo en este caso no está trabajado y se ofrece como un simple alojamiento. Se me olvida, la tele de la habitación pequeña.
La Hospedería de Garrovillas es espectacular en su edificación antigua, la parte anexa renovada de estilo más modernista, difiere lógicamente con el entorno, lo que ayuda claro a una mayor capacidad de hospedaje con gran zona de aparcamiento y ubicado en plena plaza de Garrovillas, que es un lujo de monumento. En el restaurante, recomendable el menú del día, a poder ser en la terraza exterior junto a la piscina, a un precio asequible en cuanto a calidad y precio, con varios primeros y segundos a elegir, muy bien elaborados con una presentación esquisita y una mención especial, de 5 estrellas para los postres. Apetecibles y muy vistosos a la vez que riquísimos. Muy buen servicio y atención por parte del personal.
Très beau cadre naturel et ville sympathique mais le manque évident de chlore dans l'eau de la piscine l'avait transformé en abreuvoir à guêpes rendant très compliqué la baignade dans une région où la piscine est incontournable pour un hôtel de ce standing!
Ha sido una comida perfecta. En el jardín del interior del parador. Con sombra abundante de los árboles y del edificio. La temperatura, alrededor de los 30 grados pasados que ni se notaban por la frescura del ambiente y el poco aire que que soplaba. Muy buena atención. La comida, menú de carta, muy acorde calidad-precio. Menú infantil abundante. Dos platos y postre. Menú adulto, bien presentado y de calidad. También dos platos y postre. De vuelta a casa, comentándolo con mi mujer, las opiniones han sido muy positivas. Los hijos han salido muy contentos también. Recomendable. Para repetir.
Fantástico hotel en palacio del siglo XVI. Una pena que las habitaciones del edificio antiguo están en reparación, pero aún así vale la pena. La plaza en la que se encuentra, la plaza del pueblo, Garrovillas, es una de las más grandes y hermosas de España. Es increíble que hubiese tan poca gente.
Palacio de los Condes de Alba de Liste. Fue fundado por Don Enríquez de Guzmán, Conde de Alba de Liste. Su construcción data del siglo XV, y es de estilo renacentista con influencias mudéjares. Fue lugar de residencia de los Condes de Alba de Liste desde el siglo XV, cuando se instauraron en la villa, y en la actualidad propiedad de la Junta de Extremadura, que ha rehabilitado como alojamiento turístico con la denominación de "Hospedería Puente de Alconétar".
No me ha defraudado lo conocía por fotografías y la realidad es mejor muy bonita, la recepcionista muy amable, los camareros también la comida estupenda con un menú de 15€que no deja indiferente, muy buena presentación y los sabores exquisitos
La Hospedería es un bonito palacio medieval y está situada en una plaza preciosa. Tiene un parking muy amplio, cosa que se agradece porque no se puede aparcar en la plaza los miércoles, sábados y domingos. La atención del personal fue muy buena, con mucha profesionalidad y amabilidad. La Hospedería tiene la parte antigua con algunas habitaciones (que desconozco) y una parte moderna con la que se ampliaron el número de habitaciones que son muy amplias incluido el baño. La cama es cómoda aunque eché de menos un edredón ya que como ropa de abrigo hay mantas (eso sí, son buenas). La habitación tiene un amplio armario emportrado con caja de seguridad. El baño tiene secador de pelo y espejo de aumento y eché de menos algún sistema de soporte dentro de la ducha para dejar cómodamente la esponja y el gel. Al desayuno no le doy nota alta porque no me pareció tan especial para un 4 estrellas. Sin embargo, la cena me sorprendió agradablemente porque no esperaba una cocina tan elaborada con productos de alta calidad estando todos los platos muy ricos. El servicio en el comedor fue también muy profesional y en tiempos adecuados. En general, buen sitio en un enclave precioso.
Lugar tranquilo para relajarse y comer bien. Me tocó en habitación de la nueva ampliación, que están muy correctas, destacando el baño, pero no puedo opinar de las que hay en la parte antigua.
El sitio perfecto para escapada de la ciudad. Tómate unas copas de vino blanco de tierra escuchando los cantos de los pájaros y después disfruta de excelente comida en el restaurante.
Uno de los puntos más distinguidos de garrovillas. El servicio de restauración genial, calidad/precio completamente adecuado. El servicio de cafetería mejorable. En nuestra última visita, tras 30 mins sin aparecer nadie por la barra, marchamos sin tomar un café.
Coqueta hosteria, de la red autonomica de Extremadura, que se encuentra en una sorprendete plaza, de toros y mercado, que en pocos sitios se puede disfrutar. Por supuesto del caseron antiguo (de los Condes de Alba y Aliste) han sacado lo mejor que se podia una acogedora y oscura recepcion, unos comedores encuadrados entre gruesos muros y algunas piezas habitacionales. Por suerte se ha aprovechado el jardin (donde quedan restos de muros) para construir habitaciones modernas mas o menos camufladas y una linda piscina que tienta demasiado en el caluroso estio extremenno. Ideal para un retiro en cualquier epoca o para senderistas (recomendable entonces en primavera u otonno, huyase del verano) que quieran bajar al valle del Tajo totalmente salvaje (pero frecuentemente sin arbolado, ¡tengase en cuenta!). Los dias de mercado tiene la ventaja de ver movimiento de lugarennos, pero la desventaja que no se puede ver la plaza.
Nos alojamos una pareja y nuestra perrita. Hotel muy bonito tranquilo y con mucho encanto. Algunas habitaciones necesitan reformarse un poquito y quizá por eso le bajaría una estrella la valoración, pero el trato del personal y el restaurante y cocinero, cubren con creces cualquier necesidad o carencia. Un lugar muy recomendable para ir nosotros repetiremos seguro. Muy agradecidos especialmente con una chica de recepción. Y el trato a nuestra perrita por parte de todo el personal, de 10.
Un lugar indicado para el descanso y la tranquilidad, la piscina es un extra muy interesante en estas fechas, la comida del restaurante muy rica y elaborada y el personal muy atento y profesional. Sin duda volveré
Sitio fantástico y muy tranquilo. Ideal para disfrutar con niños. Habitaciones muy limpias y amplias. El personal muy atento y amable. La comida genial: su menú por 15€ nada caro para los exquisitos platos que presenta y la presentación de los mismos. El menú infantil, muy bien, por 7€ los niños comen genial.