Hotel Bodega El Moral

La simpatia y acogida por parte del personal fué una maravilla. Sinceramente, de las mejores experiencias a lo que se refiere al trato con los trabajadores.
La finca es preciosa y está en un sitio 10 si lo que necesitas es desconexión total.
Tienen vinos propios, y riquísimos.

La comida es excelente, gracias a la cocinera por esos exquisitos platos.
Y mil gracias a las 3 chicas que nos atendieron toda la estancia, que la hicieron inmejorable.
Lo resumiría en cálido,acogedor y familiar.

Mil gracias!

Disfrutamos de una experiencia enológica muy agradable y una estancia muy tranquila en el hotel. El personal fantástico, disponible y cercano en todo momento. Repetiremos sin duda.

Nos ha encantado el sitio. Las habitaciones están muy limpias. El ambiente es estupendo. Lo mejor de todo ha sido conocer a Alba, Jose y Pili. Personal muy familiar y agradable. Como si estuviéramos en casa nos hemos sentido.

Muy tranquilo. Jardín-piscina paradisíacos. Un colchón de gran calidad, magnífico para descansar. Personal muy agradable.
Falta algún miembro más en el equipo para que el servicio fluya mejor.
Repetiré.

Rodeado de viñedos y olivares, en plena naturaleza. La tranquilidad que se respira es como de otro mundo. En noches sin Luna se ve la Vía Láctea sin esfuerzo. Espectacular cielo para noches de astrofotografía.
La zona ajardinada, junto a la piscina, tiene muchísima sombra con unas vistas preciosas a los viñedos y al olivar.

Tiene un patio central con mucho encanto alrededor del cual están las habitaciones. Cenar en el patio con el murmullo de la fuente y la música suave en las noches de verano. Tenemos que volver.

Zona tranquila, limpieza, gran servicio al cliente.
Incluso podríamos llevar a nuestro perro al comedor o sala de desayunos (raro en España), 10 puntos por eso.

Lugar muy tranquilo, limpio, excelente atención al cliente.
Pudimos llevar al perro al comedor o sala de desayuno (muy raro para España) 10 puntos.

Estuvimos en el verano del 2022, en nuestro viaje de camino a la Costa del Sol desde Asturias. Si bien es cierto que se encuentra apartado de la carretera, precisamente esa tranquilidad era lo que buscábamos. El hotel está en medio de un campo de olivos impresionante.

Se llega después de recorrer 2kms aprox.por una pista de tierra. La primera impresión, tras aparcar con el coche lleno de polvo fue que, en el trascurso de hacer el check in e ir a por las maletas al coche, me lo habían limpiado con agua eliminando todo el polvo. Desconozco si fue una coincidencia pero me dio muy buena impresión.

La habitación muy amplia y con muebles de estilo clásico. La cama, no es la más cómoda en la que he estado pero muy decente. La tele tampoco es la más grande de la historia pero personalmente no vengo a un hotel así a ver la película del sábado de Antena3.

Me llamó especialmente la atención que tanto la cena como el desayuno se sirven en el patio central del hotel, lo que hace que las comidas sean muy muy agradables.

El personal, desde el director del centro hasta el camarero asturiano paisano mío, cuyo nombre no recuerdo, fueron todos muy atentos y profesionales.

Es muy probable que se convierta en nuestro punto de descanso habitual a medio camino en nuestras vacaciones al sur.

Maravillosa experienciael personal excepcional amables atentos la habitación cálida las camas buenas la comida estupenda desde luego volveremos

El entorno es precioso, el hotel te invita al descanso y si vas en verano, tiene una piscina y jardines que mejoran las instalaciones. La cena, en nuestro caso, en el hotel, nos gustó mucho, los platos abundantes y calidad/precio correcta. La atención, espléndida, tanto de Jose, el recepcionista, como de Alberto, que nos dirigió la visita y cata en la bodega. Todo estupendo. Merece la pena. Los vinos, buenísimos.

Es un poco complicado llegar por una pista sin asfaltar, pero el lugar merece la pena. Super tranquilo rodeado de cultivos. Y las instalaciones son muy buenas.

Espléndida finca en pleno campo extremeño con un fantástico paisaje de viñedos y olivares. Habitación correcta para un hotel de cuatro estrellas. Magnífica la piscina. Manu, un camarero profesional.
Lugar muy recomendable por su ubicación si se está buscando un lugar para desconectar y relajarse. Muy mejorable la oferta del restaurante en cuanto a calidad de las elaboraciones y variedad.

Buen trato por parte de todo el personal del hotel. Las habitaciones amplias y muy limpias.
La visita a la bodega y la cata genial además de una comida con productos de proximidad estupenda. Nosotros volvemos seguro!

Hotel que se encuentra en mitad de la nada. Es un dato importante que tienes que tener en cuenta a la hora de realizar la reserva. Este es el único dato negativo de toda la reseña. Las camas son magnificas, las habitaciones también y la finca en general es perfecta. El desayuno es bastante completo y merece la pena incluirlo en la reserva. Tiene un patio muy bonito donde poder cenar/tomar algo.

Excelente lugar, agradable buen precio, todas las comodidades, muy buena piscina! Muy recomendable

Enamorada del lugar, Espectacular sitio, excelentes profesionales.habitaciones
100% en limpieza, decoración ec, cocina riquisima, instalaciones
cuidadas al detalle. Gracias Bader.

Un paraíso.

El personal muy amable. La ubicación muy bonita, en medio de los viñedos. El hotel necesita mas mantenimiento mas
mantenimiento y mejorar los desayunos, añadiendo algo de fruta natural y algún yogurt

Estuvimos hospedados una noche y al llegar nos recibió Badell, un trabajador simpático y entregado a su trabajo, la comida y el desayuno buenísimo y abundante, una gran experiencia! Volveremos sin duda! ;

Hemos ido porque nos regalaron un Smartbook. El sitio está agradable entre viñedos y olivares, pero para llegar hay un camino de tierra de 2,5 km, que si llegas de noche da miedo meterse a no sabes dónde, porque no hay ningún tipo de indicación hasta el primer kilómetro.
El hotel no se corresponde, para nada, con un cuatro estrellas (los hay de dos con más comodidades), la recepción cutre, las camas y almohadas son muy mejorables, las puertas no abren con facilidad, la parte de la piscina está más cuidada, pero si miras por la ventana de la habitación hay cascotes de obra, maderas quemadas, tanque de combustible a la vista.
Faltan muchos detalles, la comida está bien, pero el desayuno es un bollo de pan tostado, un croasan, tomate, mantequilla y mermelada, cafe y agua, ni fruta, ni zumo, ni ningún tipo de proteina.nada que ver con cuatro estrellas.
Nosotros no volveremos

Par quoi commencer?
Je vais juste résumer, un vrai cauchemar.
De la piste à non plus finir, pour arriver dans un endroit désert, lugubre.
L'hôtel était vide, il faisait très chaud.
On tombe sur un homme qui était très agressif.

Un sitio muy tranquilo para pasar el finde, comedor y jardin con piscina muy cuidados, el personal te trata genial y te hace sentir muy comodo.

El sitio es precioso, entre viñedos y olivos. Fuimos con 3 niñas y un perro y para repetir. La piscina genial. El servicio a destacar, tanto el señor de recepción como los camareros. Comimos y cenamos en el restaurante, muy rico el pollo al sarmiento, el rabo de toro al vino tinto y los san jacobos. También aprovechamos para comprar vino de la bodega.
Las habitaciones son mejorables.

Sitio al que nunca volveré y no se lo recomendaré a nadie. Por las siguientes razones:
- Lo primero es el acceso, horrible, nada señalizado, bastante lejos por camino de tierra, tuvimos que llamar a mitad de camino porque no sabíamos por donde íbamos. Tardamos unos 15 min por camino de tierra.
Una vez que llegamos:
- El recibimiento con mucha falta de respeto y nada de educación.
- Servicio nefasto. Quisimos hablar con el metre/cocinero, nos trató fatal y hubiera sido mejor no verlo, dado su apariencia para ser el cocinero, sin mascarilla, ropa sucia y mal educado.
- No nos quisieron atender ni servir nada de comida aún teniendo reserva.
- Quisimos poner una reclamación y nos dijeron que no tenían hojas de reclamaciones y que no nos la podían dar.
- Al final nos tuvimos que ir sin comer ni nada.
Íbamos con muchas expectativas sobretodo para probar su cata de vinos y no pudo ser.
Nada de interés por su negocio.
Que pena.

Este hotel de campo ha sido el gran descubrimiento del verano. Viajamos mi pareja y yo, con nuestro golden retriever. Una experiencia que no olvidaremos nunca. Nos vamos muy agradecidos por el trato. Lo mejor de este hotel es su ubicación, la piscina, las cenas en el patio y su personal. Si buscas un lugar mágico y tranquilo. Este es tu hotel. Alejado del ruido, de la contaminación y de la multitud. Pero conectado con la naturaleza y sus viñedos bajo un cielo estrellado y unos amaneceres intensos. Creerás que estás en Toscana!

Buen ambiente, buen trato del personal buenisima comida para repetir hemos pasado un día genial volveremos, gracias por el servicio prestado

Llevo ya cuatro años yendo con mi familia. La verdad que estoy encantado. Yo que voy en silla de ruedas todo son facilidades. Acceso a piscina fácil; voy de aquí para allá sin ayuda.

La comida es increíble, el vino es buenísimo. Y el trato humano es increíble.

En general, agradable, tranquilo e ideal para desconectar.
Indicar sobre las instalaciones que quizá poco detalle en el mantenimiento, y urgente el cambio de los colchones. Se sienten los muelles por todos lados.
Si contratan cena, es contundente y se ofrece variedad de propuestas acompañado del magnífico vino. La visita a la bodega, enriquecedora.

Situación para descansar desconectar, pasear y respirar aire puro. Atencio al cliente, limpieza y cómoda
excelente

Su ubicación es ideal para desconectar. En medio del campo, sin ruido, invita a descansar. El cortijo un lugar cuidado y acogedor. El empleado, Chicho, amable, correcto y carismático. Pensando en volver!

Silencio, frío en la habitación, empatía del único empleado, compañía de otros huéspedes, comunicación, silencio.vino extremeño de calidad.

El emplazamiento increíble, muy bonito y cómodo. Un 5/5 se lo lleva por Chicho, gran profesional en su trabajo que aporta ese extra de calidad que pocos pueden, y sobre todo es buena gente.un grande!

Un lugar muy tranquilo. Nos encantó el hotel, las instalaciones y sobre todo el trato de Chicho que nos hizo sentir como en casa y nos facilitó todo lo que necesitamos. Muchas gracias!

Es un lugar perfecto para desconectar. Entre olivares y viñedos es el sitio ideal para alejarte y escuchar el silencio. Hemos pasado una noche y desde que llegamos el trato, sobre todo de "Chicho" fue estupendo, un profesional de su trabajo y amable. Lo recomendamos 100%. El desayuno está bien bueno y para despedirnos nos regalaron vino. Repetiremos seguro!

Ubicado en medio de la campiña y con acceso por una pista de tierra de unos 2'5 kms, el hotel se organiza en torno a un gran patio central. Con mobiliario adusto -de origen conventual- presenta habitaciones sencillas y limpias. Un gran comedor y una pequeña sala de desayunos completan el conjunto. Todo ello en una enorme finca con piscina incluida que, supongo, hará las delicias en verano. La atención afable y simpática del personal son otro punto a favor. La calidad precio está bien y la comida y caldos son agradables. El desayuno por el precio está bien, pero es sencillo, no es un desayuno completo. He leído que alguna cama estaba defectuosa, pero he dormido bien. Aspecto a mejorar-y algo usual en muchos hoteles y casas rurales- es la necesidad de contar con algún mueble/estante para colocar la bolsa de aseo u otros elementos. La calefacción es eléctrica y tarda en calentar un espacio como un dormitorio con casi 4 metros de altura. Y, aunque he visto quejas por la ubicación, lo cierto que el enclave, aunque alejado, resulta adecuado para visitar una provincia tan grande, desconocida y llena de sorpresas como Badajoz.

Magnifico lugar con una exquisita atención, ubicado en una preciosa finca de viñas, el vino una pasada y destacar sobre todo la atención maravillosa de Chicho el “chico para todo”- Recepción, salón, visita guiada al hotel.un 10 para el. La cocina maravillosa también y piscina 24h.que más se puede pedir!

Positivo: a aplaudir la iniciativa de un hotel como este, donde consiguen que tengas una experiencia distinta; ubicación en sitio muy bonito y tranquilo (el camino de tierra es largo pero esta muy bien) ; piscina tranquila, agradable y con vistas espectaculares; muy amable el personal de recepción; espectacular el patio para cenar/desayunar; de agradecer que tengan una habitación familiar con dos habitaciones.

A mejorar: las camas nos parecieron muy mejorables. Es una pena porque se descansa regular y eso es de lo que se trata al fin y al cabo.

El servicio de bar es mejorable, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un sitio aislado sin alternativas. Pregunte al camarero por algo que pudieran merendar los niños (un sándwich, bocadillo, magdalena, galleta,). La respuesta fue que no tenían nada. Suerte que al menos había leche y cola cao. Me extrañó que no hubiera nada en un sitio que da cenas y desayunos (y que está a varios km del resto de la civilización).

El día que fuimos el camarero andaba despistado.

Precioso lugar para pasar un fin de semana y desconectar. También es un sitio precioso para la celebración de eventos: bodas o comuniones. En el restaurante se come de lujo y los vinos de su bodega son deliciosos. Un 10 y un acierto.

Todo fenomenal. Limpio, la comida, la atención. Sobre todo por el hecho de llevar perro. Volveremos.

Es un oasis entre viñas. Un remedio para el estrés diario. Muy buen servicio.una piscina espectacular.

Estuvimos el verano pasado y volveremos cada vez que pasamos por Extremadura.
La comida y la cena de 10.y las copas en la piscina con ese paisaje alrededor.

Fatal, hicimos una reserva para 6 adultos y dos niños llamamos dos dias antes para consultar si admiten mascotas y todo en regla, llegamos el dia de la reserva y por arte de mágia no aparece pero dos día antes si aparecía.tuvimos que buscar otro hotel para poder pasar la.noche con los niños.muy mal no volveré nunca

Hemos estado dos noches. El personal amable y servicial, la habitación grande y limpia pero los colchones necesitaban un cambio urgentemente, con un muelle suelto y los somieres mas pequeños que los colchones por lo que lo hacía más incomodo todavía. Para la segunda noche pedimos un cambio de habitación por si las camas estaban mejor pero nos dijeron que no era posible porque estaban las habitaciones reservadas, aunque no nos resultó muy creible. El.desayuno correcto, todo muy bueno. El sumidero de la ducha no trabaga bien. No creo que volvamos porque nos levantamos como si nos hubieran dado una paliza. Por el precio que tiene, tampoco exigimos grandes lujos, pero sí lo básico.

He dormido muy bien como hacía años que no lo hacía. Una sensación de paz en un lugar desconectado de la ciudad y conectado a la naturaleza. Juan, un anfitrión de 10, atento a ceda momento pero dejándonos nuestro espacio. Un lugar 100% recomendable y un rico vino que producen en sus viñedos. Compré 3 botellas diferentes y a cual mejor. Un buen regalo que les encantó a mis familiares.

El hotel muy acogedor y muy buen trato en la recepción, la habitación muy limpia y perfecta relación calidad-precio. La piscina espectacular y la cena perfecta, el señor de nos atendió "ARIS" era todo atención y lo valoro con 10. Por buscar algún defecto sería la falta de personal, pero por el interés del profesional que nos atendió esto pasa a segundo plano. La pista de tierra para llegar al hotel en muy buen estado.

Beautiful hotel in the middle of the vineyards and oliveyards. Nice rooms and fine service. If you like peace and rest this is the place to go!

Me alojé en este hotel seis días y me encantó. El entorno maravilloso. El personal del hotel siempre preocupado por hacerte la estancia lo más agradable posible. Mención especial a una mamá con su hijo (siento no haberles preguntado sus nombres), encantadores y siempre disponibles. Mis perros también agradecen su dedicación. Volveremos. Muy recomendable a empresas para desestresar a sus trabajadores.

Un antiguo cortejo extremeño rehabilitado entre viñedos y olivares. Tiene una buena piscina y zona de jardín muy agradable. La habitación grande y da al patio que es donde se desayuna y cena. El personal muy agradable y servicial. La cena y el desayuno correctos. Un buen sitio para una parada de un par de días.

Nuestra experiencia ha sido nefasta. Todo empezó cuando hicimos la reserva. Elegimos este sitio ya que estaba en el conjunto de casas rurales de un paquete Wonderbox, queríamos algo relativamente cerca de Mérida para ir al festival de Teatro y de los que había en el catálogo este era el único que quedaba una habitación libre, después de haber llamado a otros. Por lo que decidimos reservar, y acto seguido compramos las entradas del festival, puesto que ya teníamos el hospedaje. Nos llaman a los 20 minutos diciendo que la única habitación que les quedaba es una que da a la cocina y no se puede abrir las ventanas. Como había aire acondicionado aceptamos, ya que habíamos comprado las entradas y era el único hotel disponible de la wonderbox. Si nos lo hubieran dicho en el momento de la reserva nos hubieran dado margen de elección. Una vez allí, con los contras de la habitación que ya aceptamos, estaba situada en la parte de la recepción, y la sorpresa vino a la hora de dormir, un ruido, una especie de pitido cada minuto se repetía, en un espacio silencioso y con la habitual puerta de una habitación, el pitido estaba en la habitación prácticamente. Sin haber dormido, al día siguiente le dijimos a la dueña que si nos podía cambiar de habitación, no tenía, su solución unos tapones, ya que ese pitido pertenecía a la alarma de seguridad. Nos negamos a ello, nos tuvimos que ir a buscar otro hospedaje ya que teníamos que estar cerca, esa noche era la obra de teatro. Igual que en otros comentarios se hace referencia al pobre desayuno, así es. Punto a favor, el hotel es de ensueño, tranquilo, y los alrededores, pero los servicios propios de un hotel carentes.

Genial, descansamos muy bien en un ambiente muy acogedor y muy bien atendidos. 100%recomendable

Notre séjour de trois jours a été enchanteur: accueil, cadre, piscine et repas du soir faits de plats de viande de qualité et bien cuisinés, arrosé avec un excellent vin de la Bodega. Nous reviendrons!

Lugar tranquilo rodeado de viñedos y la persona es muy agradable, el único inconveniente encontrar el lugar y el acceso tienes que recorrer 2 km en carretera de tierra

Lugar supertranquilo. No hay muchos servicios pero tampoco se necesitan en un lugar así, ya que se viene a descansar y disfrutar del paisaje, los alrededores y la compañía. La piscina no la pudimos probar porque hacía frío, pero el entorno era precioso. La visita a la bodega nos encantó y el trato del personal muy bien, gracias Alberto, Juan y Maria.