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La comida muy buena los ibéricos los MEJORES DE LA ZONA. Las carnes de cerdo tambien. El trato amable y cercano. La carta de bebidas es digna de alabanza hay que andar mucho para ver y poder disfrutar de tantas marcas y variedades de Ginebra, wiskies, ron, vinos, cervezas y demás bebidas. Espectacular y no perderse el hotel es genial.
Sorprende un sitio con encanto tenga un trato poco profesional. Pues si pedimos unas cervezas para refrescarnos antes de comer nos traigan el primer plato antes de las cervezas. Y otra cosas mal ubicada Los servicios al estar a la entrada del restaurante no pueden tener ese olor
En la habitación las losas del suelo 80% sueltas, en la ducha el rociador de agua roto, los dos aires acondicionados sin limpiar ni desinfectar, un foco de leigionela importante, y por último “telaarañas”
No había vuelto por allí desde la pandemia, me pilla lejos. He comido de lujo, un revuelto de espárragos y una perdiz exquisita, hacia mucho que no comía una perdiz tan Rica. Mis felicitaciones al cocinero/a. Muchas gracias por su amabilidad.
Hotel limpio, luminoso y muy agradable. Pese que mis motivos fueron laborales y no se adapta para eso ya que por la noche las habitaciones cuentan con una luz muy escasa y no se podía trabajar. Por lo demás todo bien.
Hotel rural con encanto, con una atención excelente, desayunamos, comimos y cenamos de maravilla, productos de la tierra de calidad y con gran amabilidad por parte de los dos camareros.
Probamos el menú. Comida precocinada o congelada de supermercado a precios de comida casera. Por no hablar del gazpacho (agua con vinagre). Para eso mejor comerse un bocadillo, que igual también es congelado. No entiendo como la gente viene aquí.
Volvíamos a Salamanca desde Córdoba, buscamos sitio para comer y acertamos. No habia sitio en el comedor pero nos dieron la opción de comer en el bar. Comida muy rica, platos abundantes, rapidez en servirnos, buen trato por parte de los camareros. Totalmente recomendable.
La verdad es que solo le pongo una estrella al restaurante porque no me da la opción de ponerle cero, que es la calificación que verdaderamente merece. Camareros desorientados, servicio lento, calidad de los platos mediocre en general, por hablar solo de algunas fallas de este sitio. De lo poco salvable que puedo reseñar es la belleza del edificio y la calidad de los ibéricos (que por otra parte no requieren de elaboración alguna).
Acabo de ir a comer el menú y me encontré un pelo en el salmorejo. El camarero no de disculpó por dicho fallo.pedí el segundo plato que fueron unos calamares y "normalitos" por lo menos estos no venían con un pelo. Sinceramente no vendré más!
Profesionalidad ante todo. Servicio.impecable, calidad, rapidez, entorno ideal para disfrutar con tranquilidad de una comida o cena en familia en pareja o con amigos (las he probado las tres). Los mejores desayunos de la Campiña Sur (sobre todo las tostadas de jamón). Ejemplo de lo que la Hostelería debería ofrecer para que el turista y el local se sientan a gusto. Un sobresaliente por su dedicación y su buen hacer
Podría volver, no lo creo, algunas comidas saladas y otras demasiado Sisas, los camareros no saben ni donde están, 30 minutos para que nos atiendan, y encima nos ponen al sol, y en cuanto hay sombra para cambiarnos, tienen preferencias y meten a personas que acaban de llegar, y cuando se lo comunicado a algún camarero, te suelta: ''y que quieres que le haga'', yo creo que estos más que camareros son crios que no saben que hacen en un bar
Buen material y buen servicio, muy amable. La carne a la brasa tenía un toque de ajillo que a mí personalmente prefiero que no esté. Pero todo muy bueno y de buena calidad. Muy recomendable!
Un hotel pequeño situado en la casa de los dueños de una antigua fabrica de harina, conservando su encanto original y regentado por una familia atenta y agradable cpn los clientes.
Solo hicimos uso del restaurante, más concretamente en la terraza. El lugar tiene su valor histórico, pues fue una fábrica de harinas aledaña a las instalaciones ferroviarias. Como curiosidad a pocos metros hay un paso a nivel con barrera, me acerqué a ver el tren y al pasar dio unos pitidos de saludo. En cuanto a la comida tomamos, para compartir, tapas de ensaladilla que no estaba mal y champiñones al ajillo con jamón, bastante bueno. Para comer tomamos varias carnes a la brasa, bien, ; carrilleras al oporto y setas a la verdura que estaban buenas. De pescado pedimos chipirones fritos, que rebosaban cantidad y calidad, con un rebozado de influencia sureña buenísimo. Los postres bien. La relación calidad - precio bastante buena. Aunque si hay algo que merece una valoración positiva es el servicio, concretamente la chica que nos sirvió: profesional, amable, simpática, eficiente y en todo momento atendiendo nuestras demandas, incluso nos trajo un quitamanchas (Cebralin), y eso que no paraba. En conclusión: un lugar recomendable para comer, con buena comida, buen precio y mejor servicio.
Muy buen sitio para comer y pasar un buen rato en familia. Relación calidad precio muy buena. La comida muy rica. No le doy las cinco estrellas porque falta personal para que todo saliera más rápido.
Vinimos recomendado, y no es mal sitio para comer, pero lo esperabamos mucho mejor. El bacalao dorado simplón, lo sirvieron frío y lo recalentaron en el microondas. Y la presa la presentaron con patatas fritas, aparte de troceada y muy especiada, no dejaba saborear la carne.
La comida, la variedad de bebidas y la profesionalidad de los camareros hace volver. Deseando que llegue el verano para disfrutar de la magnífica terraza
Muy tranquilo para descansar tras visitar Llerena. A solo 5min.caminando. Habitaciones muy amplias, de techos altos. Baños algo anticuados, pero limpios. Cama grande y cómoda, no tanto las almohadas (algo bajas y blandas para mi gusto). La calefaccion funcionaba bien, asi como la Wi-Fi (gratis). Aparcamiento exterior. Desayunos en la cafeteria con buen (y abundante) jamon en las tostadas. Recomendable.
Muy buen servicio. Excelente la relación calidad, cantidad, precio. Solamente una pega: deberian limpiar con cierta frecuencia los servicios, ya que a la gente le falta educación y urbanidad y les sobra guarrez
Solo he comido una vez, todo bien. Comida buena y abundante, buena relacion calidad/precio. Aunque estaba lleno, la espera fue razonable y el servicio de camareros correcto. Por apuntar una queja, no puedes pedir medias raciones y probar mas platos.
Pésima experiencia por un fiestorro abajo, con música pachanguera y estridente hasta las tantas que no dejaba dormir. Ni aparcar bien entre todos los coches que llenaban el exterior. Para no repetir en absoluto
Buen sitio para comer. Tiene unos salones con unas vistas espectaculares. Quizás como única pega que no varían mucho la carta. Pero lo que tienen en ella es muy buena
Sitio excelente y muy recomendable. El trato es muy bueno con muy buena decoracion. Tiene un patio exterior ideal para cuando vienes con niños que puedan salir. El personal es muy agradable tanto con conocidos como con forasteros