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La piscina está bien, pero lo que no está bien es el precio de la entrada. Demasiado cara para una mala calidad de estancia, el césped demasiado alto, no echan plaguicidas, el bar cerrado (cuando se supone que al pagar más es porque tienes acceso al bar) y ahora con el covid lo puedo entender pero han puesto una alternativa que son unos merenderos (nada un par de mesas y 12 sillas para un espacio bastante amplio). Luego aparte tampoco puedes comerte un bocadillo, que es lo que hemos llevado, si me dijeses que llevo una nevera y tal pues entonces es normal.
Amplia piscina pública con un pequeño bar restaurante. En la zona del césped hay bastante sombra repartido entre parasoles de paja y árboles. Tienen piscina infantil y un pequeño parque con tobogán y columpios para los más peques. Los niños pagan a partir del año.