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Cenamos muy bien. Para 2 personas pedimos 4 medias raciones y postre para compartir. La comida muy buena pero me decepcionaronlos "nachos". Grata sorpresa y muy muy recomendables las croquetas de chorizo y miel. El precio, un poco caro
El Laurel siempre es un acierto. Tanto por la comida como por la atención ofrecida. Laura, la camarera, siempre genial y muy atenta. Ceci, el cocinero, increíble. Nunca falla pedir unas patatas con espuma de ali oli y las croquetas con jarabe de melón, están de 10. La carta es cortita, pero siempre hay algo que llama la atención. No olvidéis preguntar por los platos fuera de carta. Si sois celíacos y llamáis para reservar, decidlo porque os pueden preparar un postre si así lo solicitáis. Muy recomendable. Si venís por Badajoz no olvidéis reservar en el Laurel.
De visita en Badajoz no te puedes perder pasar por este fantástico rincón culinario. Si además cuando llegas sin reserva (mala planificación) se ha quedado una mesa libre.en fin, fue nuestro día de suerte y si para rematar pueden ofrecerte la lasagna de panceta y las croquetas de chorizo y miel, no tengo palabras. No hicimos degustación de todos sus platos pero estamos seguros de que cualquiera de ellos en carta o fuera de la misma serán un acierto. El servicio, encantador, el chef, un crack. Afortunados los pacenses que pueden disfrutarlo cuando quieran. Lo tenemos en la agenda para volver
Restaurante pequeño y acogedor, muy bien decorado. La comida muy bien cocinada, muy bien presentada y exquisita. La atención recibida muy buena y agradable. No te vayas sin probar sus croquetas de jamón con salsa de melón, deliciosas. Muy recomendable si te gusta comer con calidad. Repetiría seguro.
Lugar perfecto para comer o cenar. Muy acogedor y la comida está exquisita, no es la típica que puedes pedir en cualquier restaurante y eso lo hace más especial. Los platos siempre bien presentados y muy cuidados. El personal muy amable y siempre dispuesto. Indispensable probar las croquetas, al igual que el resto de la carta. He repetido y seguiré repitiendo.
Atención y servicio de 10. Comida espectacular pedimos el Tartar extremeño, los nachos y el brioche de panceta a baja temperatura, de verdad hacia mucho tiempo que no comía algo tan rico, sueño con comerme otro.
Me ha encantado, el servicio excelente para estar una persona atendiendo todas las mesas incluida la terraza, la comida riquísima, repleta de sabor, jugosa y con muchos matices. El lingote de rabo de toro de 10. La tarta de zanahoria inmejorable?
El laurel es un sitio en el que siempre aciertas. La materia se trata con mucho mimo, los platos siempre están riquísimos, la cantidad es súper correcta y Laura y Ceci son más majos que nada. Siempre que lo he recomendado la gente ha quedado muy contenta. Gracias chicos, como siempre, volveremos:)
Excelente local para pasar una agradable velada. Muy cuidado y amable el servicio, carta amplia y que va cambiando con el tiempo sin perder la calidad que los distinguen. Cuidando los detalles para que a los clientes no les falte de nada. Sitio muy recomendable.
El mejor sitio Iara comer en Badajoz. Comida casera, original, de calidad. El trato increíble. Nos hemos sentido como en casa, pero si supiéramos cocinar como ellos.
Magnífico sitio, tranquilo y muy bien ubicado. La atención desde que entras por la puerta es perfecta y a la comida.los adjetivos positivos se le quedan cortos! Tanto la calidad como su variedad hacen de esta un manjar digno de probar habitualmente. Más que recomendado!
Me lo habían recomendado pero no imaginaba que nos fuera a sorprender tanto. La atención fue muy acogedora. Sitio precioso. Recomiendo enormemente las croquetas, el tartar de lomo, el lingote y las patatas bravas
Pues cuando pensé que no podía encontrar nada peor en Badajoz, me he vuelto a sorprender, y este sin duda consigue el primer puesto entre los peores restaurantes entre los que he estado. De los tres platos que pedimos no se salva ninguno, incluido el postre. En cuanto a precio no puedo decir que sea excesivo, aunque si lo comparo con la calidad culinaria, sí me lo parece. La atención correcta.
Buenísima toda la comida que hemos probado aquí. Es uno de mis restaurantes favoritos en Badajoz.
Los platos son originales, van cambiando algunos para mantener la novedad, los platos están preparados de una manera ideal en la que saboreas todos sus ingredientes. No hay ninguno fuera de lugar.
La última vez pedimos los "no nachos" y estaban increíbles. Su plato de taquitos de lomo también, de lo mejor.
Muy buena oferta de cervezas, te aconsejan muy bien. El trato de su personal, inmejorable.
Es la primera vez que hemos comido en este lugar y nos ha encantado. La comida es espectacular, el trato súper amable y un ambiente tranquilo y agradable, tanto es así que volvemos el finde que viene.
Toda una experiencia. Lo primero: la comida, buenísima. Toda ella. Soy hostelero hace muchos años, y hay pocos sitios de este nivel en extremadura. El risotto, el carpaccio de portobello. Y madre mía qué Nachos. Y la torrija, con razón la tienen fija en carta. Que maravilla. No teniamos intención de pedirla, pero Laura, la camarera (maravillosa ella), nos la guardó. Y qué acierto. Increíble.
De esas veces que terminas de cenar, sales del restaurante, y estas un largo rato compartiendo impresiones de la cena, y todas positivas.
El sitio es muy bonito. La atención es justo la que uno espera, con esos detalles que marcan la diferencia y muestran que donde estás, saben lo que hacen, y son profesionales en lo suyo. El servicio ha estado clavado. Todo en su momento, todo bien.
La carta la cambian a menudo, así que no hay escusa para no ir.
Pequeño restaurante con fantástica carta y servicio. Muy creativo los platos con sabores originales y sorprendentes. Si hay un problema de ventilación ya que se huele la cocina en el salon y sale uno oliendo a cocina: (Pero vale la pena por la calidad de comida.
Para mi a día de hoy, uno de los mejores restaurantes por no decir el mejor de la ciudad, es un gustazo disfrutar de la cocina que hace Ceci así como la atención tan profesional que ofrece Laura, seguid así!
Esta noche hemos celebrado "nuestra cena del amigo invisible" de Nuestra "pandilla de amigos de siempre". Hemos estado 15 comensales. Nos han hecho el favor de abrirnos, sólo para nosotros. La comida 10/10 - Tartar de lomo ibérico con ensaladilla y pimentón de la Vera: 10/10 - Croquetas de chorizo y miel 9/10 - Croquetas de jamón con esencia de plátano 10/10 - Bacalao en tempura 12/10 - Costillas de cerdo deshuesadas, con cubierta de crocanti 15/10 - Selección de postres (torrija con helado de turrón, tarta de queso, tarta de zanahoria) 10/10 - Bebidas, cervezas, 2 botellas tinto Rioja, 3 botellas blanco verdejo, 2 botellas cava. - Café, chupitos 36 €/persona. El cocinero: Perfecto Laura, la encargada, el alma del restaurante. Lo recomiendo 100%
Fuimos al restaurante porque nos lo habían recomendado y, aunque en la carta no aparecían muchas opciones vegetarianas, nos ofrecieron platos vegetarianos, diferentes y exquisitos, por lo que recomiendo avisar de otras opciones dietéticas antes de ir porque no tienen inconveniente en adaptar el menú. Degustamos un carpaccio de setas, crema de apionabo con chirivía en tempura, berenjenas con miso y tarta de queso con turrón. Además, el trato y la atención recibida fueron muy buenos.
La experiencia pues muy mala, iba por recomendación y llevaba tiempo queriendo ir y me encuentro una camarera sin ninguna gana de atendernos, que si preguntaba y a la primera no respondiamos por estar hablando se molestaba, pero el colmo fue cuando uno de los peques que nos acompañaban (de menos de 2 añitos) cogió una hoja de la hiedra que tenían de adorno, y ahí vino la bronca llegando a llamar descuidados a los padres que ahí estábamos, debe ser que no es madre porque un niño por muy atendido que esté en un momento que te despistes pues puede liarla, todo lo que diga es poco para el mal trato de esta señora. Mejor que se dedique a la botánica.
Local muy bien ambientado. La comida, sin ser estrictamente vegetariana, ha sido modificada para nosotros con mucho gusto. Me parece una apuesta original. Al enterarse q no comemos carne ni pescado, han sabido adaptarla a nuestros gustos. Van modificando su carta según las ideas del cocinero y me ha gustado cómo nos ha tratado, la calidad de la presentación y de los ingredientes que hemos comido. El servicio también ha sido muy atento y no entendemos cómo sólo dos personas pueden dar servicio a todas las mesas. Se nota pasión y ganas de agradar al cliente. Yo vivo a 700 kms pero sin duda veo factible el repetir cuando vuelva a estar en Badajoz. Hemos ido por recomendación y, desde luego, lo recomendaremos también nosotros. Seguid con esas ganas e inquietudes y seguiréis teniendo la buena fama que os atesora y que creo que os merecéis.
Me cuesta mucho poner cinco estrellas. No dejan margen para mejorar, pero mejorar El Laurel no es fácil. Por dónde empezar? Sin duda por Laura que es la camarera y sin ella el lugar sería un sitio más. Es dulce, atenta, servicial, agradable, formada, Vale un Potosí. El espacio? Es pequeño pero cuco. Ellos lo saben y no permiten que se sobreocupe. La terraza es un alivio. Los vinos escasos pero muy bien elegidos y la comida un lujo de las manos de un joven cocinero cuyo nombre no logro recordar. Los precios, medios altos. Cena abundante y exquisita para cinco, con dos botellas de buen vino: 140 euros, pero hasta el postre está de sobresaliente. Volveré, reservando, y buscando una mesita dentro para dos. Enhorabuena.
El trato de la persona que te atiende es excelente y cuidado. El ambiente muy bonito. Hay cuidado en la decoración. Degustamos el tartár extremeño. Delicioso con lomo ibérico y mayonesa de pimienton De la Vera. Un diálogo equilibrado entre los sabores, delicioso. Croqueta de chorizo y miel crujiente por fuera. Un dulce salado meloso muy rico. Patatas bravas, un sabor dulce y un leve picante al final. A mi no me gusta el picante y son ideales. Los no nachos, crujientes…. Lo mejor. No lo cuento pero delicioso… Cerramos con costillas deshuesadas a baja temperatura. Un sabor perfecto. De postre la torrija. Sin palabras. De locura