Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Experiencia desagradable. Fuimos a pedir mesa a lo que las irrespetuosas camareras nos negaban toda propuesta, sin duda una experiencia que no le recomiendo.
La comida no está mal pero a la hora de los postres el camarero llegó y nos dijo "os pongo un par de surtiditos". Sin preguntar quién quería postres nos han cobrado 6 euros por persona y lo único que incluye el surtido es un trozo de tarta de queso regulera para 5, un bomboncito helado y unos trozos de flan para compartir. Osea 60 euros para dejar más de la mitad en el plato por qué no había forma de comerse eso. Vaya manera de estropear una comida.
Nos fuimos sin comer, en primer lugar, ya el entrante fue a otra mesa, la clienta sin mascarilla y sobre el plato dijo que se habían equivocado. Comimos el entrante y tras ello, trajeron dos segundos platos, faltaba un cachopo que justo vino a la vez pero se lo pusieron a la mesa que habían puesto previamente nuestro entrante y habían venido como media hora después que nosotros. Esperamos más de una hora al plato que faltaba, nadie nos daba una explicación. Ya al final nos traen una pluma, la cual no habíamos pedido, nos fuimos. No volveremos. Ya como guilda se equivocaron en las vueltas dándonos 5€ de menos.