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Esta residencia esta situada en Jarandilla de la Vera y es para personas que esten realizando cursos o campamentos de verano. Tiene una cafetería, salón de actos, piscina grande con cesped, etc se encuentra muy cerca del Parador de Jarandilla, de la Iglesia, del centro de salud. Las habitaciones no las conozco.
Desorganización total. Las instalaciones viejas, el baño está reformados. Se oye absolutamente todo de una habitación a otra y no hay secador ni jabón de manos ni nada (sólo toallas). El desayuno bastante regular (el café malo).
Para hacer el checkout hemos tenido que esperar casi media hora.recepción desatendida, la factura sin preparar. Un caos.
Es una residencia para jóvenes Universitarios, antes era una escuela Superior, para jóvenes estudiantes noveles en las Ciencias. En sus comienzos era un colegio de Bachiller privado (DNA Soledad y Manuel) De Jarandilla de la Vera.
El verano pasado residí aqui con motivo de un campamento bilingüe al que asistimos adolescentes de toda Extremadura. Las instalaciones estaban bien y la comida era buena, sin embargo algunas habitaciones (como la mia) no estaban bien adaptadas ni en buenas condiciones. Teníamos un espacio muy pequeño para tres personas y solo contábamos con 1 armario en malas condiciones. A demás la puerta no podría abrirse desde dentro y se precisaba de la llave. Si mejorasen esto seria una muy buena residencia de estudiantes.
Falta de organización y comunicación por parte de la universidad con la persona encargada del sitio. Llegamos de un viaje de poco más de 5hrs. Y no tenían ni idea de nuestra llegada, éramos los únicos dos huéspedes que se alojarían esa noche, pues la siguiente esperaban a un grupo mucho mayor y estaban más interesados en ellos que en nosotros, y eso que habíamos reservado con mucha antelación e indicado que cenaríamos en el sitio, lo cual no fue así, no tenían cena para nosotros y tuvimos que buscar un bar, que estuviese la cocina aún abierta, por suerte y al tercer intento encontramos un sitio en el pueblo donde cenamos. A la mañana siguiente, bajamos a la cafetería para desayunar (lo habíamos reservado también) y nos sirvieron un café (un poco malo), un zumo de naranja de brick y unos bollitos del Dia, a todo esto, después de servirnos el zumo, el hombrecito que nos atendió, se dispuso a revisar la fecha de caducidad del mismo frente a nosotros, por suerte aún no había caducado, pero el gesto, nos dejó mucho que pensar en cuanto al tipo de atención que brindan a lo que sirven de comer. Lo rescatable de toda esta pésima experiencia, la habitación, estaba limpia, y con baño privado y reformado, y la piscina entera para nosotros durante un día. La verdad es que aunque es barato quedarse aquí, no volveré jamás, y tampoco lo recomiendo. Aplico el dicho: lo barato sale caro.
El entorno maravilloso, las personas que atienden son excepcionales de amabilidad y atención. Las instalaciones están bien al ser una residencia pero se están deteriorando.
Se encuentra en malas condiciones, con un mal acondicionamiento y cuidado de las habitaciones y aunque el personal es muy amable y atento, se nota que están muy justos para todo. Tanto que no tuvimos agua caliente en tres de los 4 días que estuvimos. Salva al sitio el personal, que aunque pocos cubrían todas las necesidades del cliente como podían y eso que eramos unos cuantos