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Es un sitio muy agradable, tiene la estética de todo un arte arquitectónico, aconsejado por los camareros y excelente atención he tomado unos vinos propios de la tierra. Gracias a Iker y a Juan. Otra buena experiencia en Galicia.
Mal. No tienen hielo. A veces se quedan incluso sin cerveza. Cambian de camareros prácticamente cada semana (lo que dice bastante sobre un sitio). Un desastre absoluto. Y no contéis con pinchito con la bebida.ni unas tristes patatillas.
Realmente no sirven mucho aquí y también parece que no reciben demasiados clientes. De todos modos, no hay muchos establecimientos en la ciudad de la cultura, así que mejor comer en la ciudad.
Una cafetería corriente, bien diseñada y agradable pero fría. El servicio bastante lento y con poca variedad de productos. Aunque teniendo en cuenta la escasa afluencia de clientes tampoco se puede exigir mucho mas