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Nos alojamos en Melide mientras caminábamos por el Camino y Adela Mandil era nuestra pensión designada (reservada). Nos trataron con una comida caliente y abundante de 3 platos que estaba deliciosa y servida rápidamente. Nos recibió calurosamente un camarero alegre que se esforzó mucho en explicar el menú en inglés. Bebimos el tinto local y terminamos con una taza de te’. ¡El único problema fue que comimos demasiado porque estaba riquísimo!
La comida está para chuparte los dedos todo de huerta y productos de la zona el camarero muy amable y atiende fenomenal y muy educado
Las zamburiñas se tienen que pedir si o si.la ensalada los tomates son muy carnosos y con contundencia y los pimientos te los comes como pipas de los buenos que están!
Comimos seis personas y todo estaba buenísimo. La tortilla de patatas espectacular, la zorza y los postres caseros para no perdérselos. El servicio muy amable y simpático. No dejes de pasar por aquí si vienes a Melide
Simplemente inmejorable! Pedimos zamburiñas, pimientos del padrón y ensalada de tomate y queso que es producto local, que barbaridad de. Muy amables y atentos, volveremos sin duda. Sirven bastante rápido
Decoración rustica gallega, con una terraza interior que es una gozada. Buena comida y buen trato del personal, en especial Jesús. Si vas a Melide no te pierdas una visita en este lugar.
Boa comida, mais pouca variedade. Moi bo servizo, e ambiente fogareño. Un bo sitio para probar a gastronomía e a cultura plenamente galega. Bo flan de café. 4/5
Estuve con mi familia, la noche del pasado día 10 de septiembre, tomando unos vinos y unas tapas. Es un lugar con encanto, bien situado, buena terraza, trato amable y familiar, el vino muy bueno y los aperitivos también. Muy buena relación calidad precio.
Sin duda el mejor local para degustar un buen vino o buen jamon, ademas de productos de la tierra. Atencion espectacular. Amplia terraza y muy acogedora.
Excelente lugar para poder ir a comer un cocido; todo muy rico en especial los grelos y las orejas que en pocos sitios las saben hacer bien. El ambiente del comedor es íntimo y solo estábamos los comensales del grupo
Trato excelente y comida buena en calidad y cantidad. Comimos un día de menu y otro de raciones y ambos satisfactorios. Un postre nos salió malo y el chico enseguida nos lo cambió y nos invitó a un chupito por las molestias.
El servicio pésimo. Te tratan arbitrariamente. Si te conocen te ponen tapa y si no, no te ponen nada. Te pueden poner patatas a todas las mesas menos a la tuya porque no te conocen. Un mal ejemplo de servicio. No lo recomiendo.