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Las croquetas de pimientos de padrón me encantaron. Probamos toda la carta y no hubo nada que no nos gustase mucho. Todo el mundo majísimo y la relación calidad-precio es inmejorable. Probablemente tengas que esperar un poco al llegar, pero las mesas rotan rápido y merece mucho la pena. Como curiosidad, el chorizo lo sirven como se ve en el video y te lo preparas al gusto.
Me ha encantado, en Galicia existen los furanchos, que son casas particulares que habilitan algunas zonas para convertirlas en un tipo de taberna temporal, con la condición de que sólo pueden ofrecer platos caseros con un máximo de 5 diferentes y vender sólo vino blanco o tinto, de elaboración propia, tienen tiempo limitado de apertura, suele ser desde mayo a julio. Este furancho está ubicado en plena aldea, rodeado de viñedos, la casa es espectacular y su apariencia es enxebre. El servicio es de 10, súper atentos y amables, muy rápidos. Todas las mesas están en el exterior de la casa, en el jardín y de noche tienen unas tiras de bombillas, que consiguen crear un ambiente más íntimo Abren de jueves a domingo y no se puede reservar.
En el capítulo "furancho", Adiós Vida merece una mención especial. Entorno cuidado y bonito, buena comida, servicio rápido. Buen vino. En resumen, una estupenda experiencia de verano.
Tortilla sin cebolla, no tenía sabor 8€ está, la empanada la pedí de trigo y me la trajeron de millo 5,50€, la zorza 6€ estaba muy buena, el vino blanco estaba muy bueno. Pero del resto no valía nada muy caro por todo esto 25€.