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Ultramarinos de toda la vida. Llevo años en Madrid y cuando vuelvo a Pontevedra sigo comprando aquí. Los dueños, Julio y Mari, te tratan siempre como en casa pasen los años que pasen. Son cosas que se echan mucho de menos cuando estás en grandes ciudades.
Buen sitio para dejar el coche mal aparcado y comprar dos cosas rapidas. Con una reforma actualizada del local, sería un buen sitio para la compra del día a día. Buena calidad de carne y embutidos.
Está bastante bien. Pero es de los pequeños, las zonas de acceso son un poco complicadas, y no entra mucha luz natural, a pesar de las luces de siempre, se siente un poco oscuro. Pero por lo demás está bastante bien. El personal es agradable, los precios son asequibles, hay aseos también para gente discapacitada y ascensor. Los productos también hay de gustos colores, según la persona. Para mí, su propia marca en todo lo que probé está muy bien. Y su panadería, muy rica.