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Excelente bar amigable para peregrinos, justo en el Camino de Santiago. Bonita decoración de estilo rústico con notable cabeza de jabalí disecada. El café servido con tarta es bueno y sabroso por 1,20€. Propietario amigable.
5 peregrino haciendo el camino Santiago la Geira y los arrieros y paramos a tomar una cerveza y el trato por parte del camarero fuė muy bueno y con cada cerveza nos ponía una tapa, volveremos.
Es un bar de pueblo típico, la comida es casera casera, el comedor si estuviera limpio y cuidado seria muy acogedor con chimenea de leña, que esta encendida y que biien sienta comer al calor del fuego, la camarera muy biiien, y la cocinera agradable