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Una camarera rubia que le pregunta a la mesa de al lado si quieren "croquetas y aceitunas" de tapa, mientras que tanto a mi amiga como a mí que hemos consumido no nos ofrecen nada, gesto feo y de mala educación, da igual que sean lugareños se trata a todos por igual.
Al dueño no le gusta trabajar, te pones en la barra mientras el hace sus cosas y esperas con educación a qué te atienda y nada el nunca te va preguntar qué quieres te pueden dar las uvas de fin de año. Despues es un maleducado como le molestes su partido del barsa o cuando está con su tele o ordenador te habla y trata fatal. Y por último en vez de cuidar a los clientes habituales al contrario trata mejor a los turistas de un día, aunque debería tratar a todos igual yo creo que a los habituales no se les puede hablar con chulería y prepotencia. Depene como se levante por la mañana te puede tratar bien o muy mal.
Si eres un parroquiano de la zona lo mismo te atienden, a mi no me quisieron atender y se esforzaron en demostrar que yo allí sobraba. Luego que si lo de que los gallegos son cerrados es un mito.
He parado a desayunar en este bar, como tantas otras veces, creyendo que era un sitio familiar y agradable. Sin conocer mi procedencia la persona que en ese momento lo atendía, comenzó a comentar con clientes " que los andaluces éramos unos p**** ignorantes", que solo sabemos pedir pulpo y mejillones".
No contenta con ello, prosiguió diciendo que los andaluces no habíamos ido a la escuela de pequeños a aprender castellano y "que ella no nos atendía porque no nos entendía".
Muy profesionales. Pues no se preocupen, me encargaré de acudir y de que acudan sus clientes a otros establecimientos en los que se valore la riqueza cultural de este país, donde no se mire por encima del hombro. Y mientras tanto, seguiré disfrutando de esta magnífica tierra y de sus gentes.
Traten de vivir sin rencor y sin prejuicios, si es que son capaces, claro.
Gracias por todos estos años de atención y servicio.
Que se puede opinar del bar puerto, Ramona y José Antonio dos personas increíbles ella como cocinera de lo mejor el en lo suyo que es la animación superior lo aconsejo en todas sus facetas, buenos vinos y buenísimas tapas, sigue así hermana?
El camarero “dueño” servía en las mesas y se acercaba a sus clientes sin mascarilla. Se le pidió por favor que se la pusiera, le pareció mal y empezó a discutir y hablar de malas formas a sus clientes. Un sitio para no volver.terrible la experiencia y muy desagradable la situación. En la zona hay muchísimos mejores sitios. Evitar este. TERRIBLE.
Ha sido una experiencia MUY DESAGRADABLE. Pongo una estrella porque no puedo poner cero estrellas.
Le pedimos amablemente al dueño de este bar que se pusiese la mascarilla, porque estaba limpiando nuestra mesa justo a mi lado sin tener la mascarilla. Respondió de una manera muy maleducada. Y después volvió a junto nuestra para burlarse y molestarnos mientras tomábamos nuestros cafés sin que nosotros le dijéramos nada. Un señor nada profesional sobre todo para ser supuestamente el dueño del bar.
El PEOR sitio al que he ido a comer en mi vida, la comida me supo a colonia y la tuve que tirar y la gente en pleno covid juntos y sin distancias sentados en las mesas que tienen el precinto de no sentarse y los camareros sin mascarilla.
Sitio que merece el calificativo de "emblematico" en el puerto de Vilaxoán. Buen sitio para tapear, para ver fútbol, para disfrutar de terraza, para desayunar, comer o cenar. Pero si además tienes ocasión de encargar un arroz con bogavante, o un pescado en caldeirada, Ramonita te lo borda. Y todo a un precio más que razonable. Luego está la amabilidad de Ramonita y de José. Imprescindible.