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Un bar ubicado en un lugar donde es necesario ser acogedor y amables, es vergonzoso la atención de la mismísima dueña la cual afirma al entrar a cenar de no tener nada y si encima no reservaba iba a comer menos. Da mucha vergüenza teniendo delante la igrexa de escravitude, la cual es una de las paradas del camino de santiago. Si consiguen que la dueña la echa con su borderia y mal trato hagan caso de tal divina señal del señor y huyan lo más lejos posible.
Comimos unos platos combinados unos calamares y una ensalada todo bien pero caro en relación calidad precio. La atención del señor que nos atendió fue muy buena.
Después de esperar un poco para obtener un menú, me fui. Era evidente que se discriminaba a los peregrinos porque no nos permitían sentarnos en las mesas bonitas pero sí a los españoles no peregrinos, incluso a los que venían después de nosotros. Irónico convertirlo en un “restaurante de peregrinos” llamándolo Buen Camino.
El café más poco acogedor en el camino desde Oporto hasta aquí… la jefa es una mujer cansada que parece bastante cansada e irritada… mi amiga compró un café pequeño con leche pero me cobró un café grande con leche 1,5 € y nosotros no Quiero molestarme en discutir ya que ella no habla inglés y con nuestro limitado vocabulario en español también desperdiciará tiempo y energía. ¡CONFÍA EN LA CALIFICACIÓN DE GOOGLE! Si está por debajo de 4.0, ¡no entres! Vi que era 3.7 y pensé que no sería tan malo. Es TAN malo.
Este restaurante aparenta ser no amigable para peregrinos. Fuimos completamente ignoraros por la mesera. Ironía de la vida, el restaurante se llama “Buen Camino”.
Si eres peregrino NO ENTRES! No te prestan atención, te tratan mal y no te venden comida. Se llama “Buen Camino” pero es todo lo contrario. 40 minutos esperando, con las mesas vacías, y aún así te dicen “debes esperar o te vas”. Deberían cerrarlo por el bien de España!
Depois de ler as críticas e de constatar o mau trato dado aos peregrinos, procurei alternativas Em boa hora o fiz, fazendo um pequeno desvio do caminho, que não implica andar maior distância, 160 m à frente seguindo a estrada, tive excelente trato no Reina Lupa. Recomendo a todos os peregrinos
Somos pelegrinos de Cádiz, la comida nefasta y podrida. Cuatro Compañeros con diarreas por el mal estado de la ensaladilla y el segundo plato era pavo podrido. Aconsejo no ir es altamente peligro. De verguenza
Llegamos tarde para cenar y dormir en la pensión, la habitación limpia y cómoda, sencilla y acorde para descansar tras una larga jornada del Camino de Santiago. Pese a haber leído algunas reseñas negativas, debo decir que nos trataron muy bien. Gracias Luisa por tu detalle. Dos peregrinos Lidia y Rafa. Una pena no haber visto el Santuario, estaba cerrado.
We are here now, walking the Camino. Not staying for lunch here, as we had hoped, as the waitress is extremely unfriendly and rude. She clearly does not want our business. We will finish our drinks and find a much nicer place to spend our hard earned money.
El sitio está muy bien ubicado, la comida normalita. El medio menú muy caro con respecto al menú. El menú completo bastante razonable relación calidad precio. La atención, mejorable. Tuvimos un problema con la cuenta (por una confusión de la camarera) y la dueña dijo que era culpa nuestra y punto. Al ir a pagar y pedir una hoja de reclamaciones (no por los 6 euros, sino por la respuesta de la dueña) al dueño, me preguntó qué problema había, lo arregló, se disculpó conmigo y vino a nuestra mesa a disculparse de nuevo.
Muy buena atención por parte de la dueña y del personal. Comida muy rica y casera. Nos atendieron a pesar de la hora con mucha amabilidad. Recomendable 100x100. Tiene en frente a iglesia de la esclavitud por fuera es preciosa una pena no poder verla por dentro.
Fuimos mi pareja y yo. Lo único bueno del restaurante nos parece que es su ubicación ya que la atención es pésima. Tanto de la dueña como la de la joven camarera. Mi pareja pidió un vino con gaseosa y la sirvió el vino de una botella que luego se llevó; luego trajo la botella pequeña de gaseosa casera abierta y por la mitad para que la reutilizara. Con estos tiempos de Covid en ninguna parte hacen eso. La pidió una botella pequeña de casera cerrada y nos la quería cobrar. El menú decía "jurelos al horno" y el plato solo traía un jurel seco con unas cuantas patatas al horno. Al pedir caldo (fabes con grelos) ambos estaban demasiado templados, sobre todo para el gusto de mi pareja y ella pidió a la joven camarera que se lo calentara, pero su actitud fue desganada y nada agradable.
Este restaurante no es recomendable para peregrinos. Parece que la atención varía según si es a la carta o a menú diario. No éramos peregrinos pero igual íbamos a pagar el menú de 11.00€. La atención demasiado grosera e impertinente por parte de la dueña. Al solicitarle nosotros un cuchillo en la propia barra que faltaba en la mesa, la dueña expreso que colocaban los cubiertos completos y que probablemente lo habían retirado durante la comida (no era así). No lo pusieron. La atención al cliente deja mucho que desear. Si faltaba el cuchillo (que no era nuestra culpa) solo tenía que facilitarlo sin hacer comentarios inapropiados. De postre había fruta o yogurt natural. Mi pareja quiso ser irónica por el tema de la gaseosa y dijo a la camarera que esperaba el yogurt estuviese cerrado. A lo que apareció la dueña con el yogurt y de mala manera dijo que si encontraba el yogurh abierto que nos daría el ticket del supermercado donde los compró para que fuésemos a hacer el reclamo alli.lo que denota su falta de profesionalidad y su desdén en la atención al cliente. No recomiendo para nada este restaurante porque desde el punto de vista de la atención se te quitan las ganas de comer y se te quitan las ganas de volver.
Estamos en el camino, mi hija de 10 años pide permiso para entrar al aseo de este Bar restaurante, y cuando está dentro después de haber esperado un buen rato a que saliera otra persona, alguien le aporrea la puerta varias veces y le dice de muy malas formas que el aseo es para clientes, mi hija asustada no ha podido hacer nada y ha salido rápido llorando. No doy crédito del mal trato de la dueña. No me ha pasado esto en la vida! He tenido que pedirle la hoja de reclamaciones para dejar constancia de la agresividad con la que ha trato a la niña. Desde luego si no sabe tratar a las personas sean o no clientes más le valdría que se dedique a otra cosa. Sólo le deseo que los peregrinos sean tan generosos con ella como ella lo ha sido con mi hija. Y Santiago queda de testigo!
La comida espectacular, los camareros muy atentos y el sitio es muy tranquilo. También cuenta con parking amplio y dejan que las mascotas estén en la terraza. Buena experiencia 10/10
Lo único bueno del restaurante me parece q es su ubicación porque la atención es pésima. Tanto de la dueña como de la joven camarera. Pedí vino con gaseosa y me sirvió el vino de una botella q luego se la llevó; luego trajo la botella pequeña de gaseosa casera abierta y por la mitad para que la reutilizara. Con estos tiempos de Covid en ninguna parte hacen eso. Le pedí una botella pequeña de casera cerrada y me la quería cobrar. El menú decía "jurelos al horno" y el plato solo traía un jurel seco con unas cuantas patatas al horno. Al pedir caldo de fabes con grelos estaba frío para mí gusto y pedí a la joven camarera que lo calentará pero su actitud fue desganada y nada agradable.
Este restaurante no es recomendable para peregrinos. Parece que la atención varía según si es a la carta o a menú diario. No eramos peregrinos pero igual íbamos a pagar el menú de 11.00€. La atención demasiado grosera e impertinente por parte de la dueña. Al solicitarle nosotros un cuchillo q faltaba en la mesa, la dueña expreso q colocaban los cubiertos completos y que probablemente lo habían retirado durante la comida. La atención al cliente deja mucho que desear. Si faltaba el cuchillo (que no era nuestra culpa) solo tenía q facilitarlo sin hacer comentarios inapropiados. De postre había fruta o yugurth natural. Quise ser irónica por el tema de la gaseosa y dije a la camarera que esperaba el yogurh estuviese cerrado. A lo q apareció la dueña con el yugurth y de mala manera diciendo que si encontraba el yogurh abierto que nos daría el ticket del supermercado donde los compro para que fuésemos hacer el reclamo alli. Lo que denota su falta de profesionalidad y su desdén en la atención al cliente. No recomiendo para nada este restaurante porque desde el punto de vista de la atención se te quitan las ganas de comer y se te quitan las ganas de volver.
The food itself was fine, but the service came without hospitality. It was obvious that the waitress didn't like her job or didn't like pilgrims, possibly both. An unfriendly and unwelcoming stop on our Camino.
Haciendo el Camino mi hija de 10años entró al aseo en este bar y una de las empleadas, la más mayor, le aporreó la puerta como si fuese a echarla abajo gritando que saliera que era sólo para clientes. Yo estaba fuera con mi otra hija y la pequeña llegó llorando desconsoladamente asustada porque no entendía nada, y tardó en poder contarme lo ocurrido. Me he quedado tan atónita sobre lo que ha pasado y el maltrato recibido que me he visto obligada a hacer una reclamación para que turismo tenga constancia y además a la Guardia Civil por su conducta violenta con una menor. Sólo espero y deseo que a esta persona la retiren de trabajar de cara al público de la misma manera que ella hizo con mi hija, y que la vida la trate tan mal como ella trata a los menores.
Hemos tomando una empanada de atún, el trozo es bastante grande y creo que es la mejor de España, el sabor es delicioso, cuesta 5€ y un café 1,40€. Nos ha encantado. 100% recomendado.
La encargada tiene muy mal genio.el lugar es amplio y pasan peregrinos. Los precios y las comidas normales. El entorno: buen aparcamiento y vistas a la iglesia enfrente q es muy chula.
Super bien atendido, buena localización y terraza muy limpia y campestre. En cuanto a la comida, recomiendo el menú del día; rico, económico, flexible y rápido.
Muy humanos que al tener una terraza grande fui con mis perritos y lo primero que han hecho al sentarnos fue coger un recipiente y ponerle agua a mis perritos y eso no lo hacen en muchos sitios y aparte lo comida muy rica. Han dejado las puertas habierta pa volver alli
Somos peregrinos, llegamos a este sitio y tuvimos que esperar a que atendieran a dos mesas que llegaron después de nosotros. La chica que atiende las mesas de fuera nos dijo que no le quedaba casi nada de cocina, y 45 minutos después llegó otro grupo y les sirvió comida que a nosotros nos dijo que no le quedaba. No lo recomiendo en absoluto.
Recomendado 100% para quien quiera sentirse estafado, me cobraron 2.9 € por un sándwich mixto con una sola loncha de queso y una sola de jamón York del barato. El camarero es bastante borde. Si no quieres pasar dolores de cabeza desayuna en cualquier bar cercano a éste, que hay bastantes y seguramente sea muchísimo mejor. ¡Buen camino!
Tendra el nombre de buen camino. Porque lo demás de bueno no tiene nada. Por una pechuga de pollo y dos patatas fritas que nadaban en aceite 8 euros. Aparte la bebida. Como nos aprovechamos de la gente que hace el camino.
Pedimos ensaladilla (pasable), chipirones (buenos pero escasos), churrasco (escaso y quemado) y de colofón una mousse de limón (cortada, con moho.horrible). Se disculparon que tenían la nevera mal. En fin, yo no repetiré, y es una pena porque tiene una buena terraza.
Excelente lugar, la comida de primera! Venimos haciendo El Camino De Santiago y hemos pasado por diferentes bares, este es uno de los pocos con buen precio, la comida deliciosa y la atención de primera! Os recomendamos no quedaros en Padrón que por la mitad de precio aquí comimos el doble y rico!
Un auténtico desastre Esperando más de una hora por un churrasco o incomible La carne mala y mal cocinada Las patatas son congeladas, requemadas en aceite malo La ensalada viene después de la carne No tenían las cosas de la carta. Un desastre Solo se salva el pan, y porque no lo han hecho ellos Peor imposible
Fuimos a comer, nos dijeron que tardarían un poco, sin problema, nos sentamos, llamamos hasta tres veces para que nos pidieran eso fue ya una hora después de sentarse, pedimos de comer y la bebida porque ni eso nos apuntaron al sentarnos, le preguntamos si tardarían mucho ya que transcurriera una hora y que sino nos íbamos, respuesta, no ya se está agilizando todo, media hora después de pedir nos levantamos porque seguíamos sin bebida y le dijimos que anularan todo ya que íbamos, respuesta lo siento y quizás me pase al decirle no lo sientas que tras hora y media ni bebida nos habéis puesto, suele tener coches, quizás tuvieran mal día, pero no vuelvo nos dieron las cuatro y el niño 6 años sin bebidas ni comida, si fue mal día al menos fueran más atentos y dijeran al principio que teníamos una espera de. Horas, no se, no encuentro explicación
Penosa después de 1h 40 min se acuerda que los entrantes se le habían terminado, el pan no ha llegado desde las 14h hasta las 16h supongo que ya las panaderías están cerradas.ni invitandome vuelvo lugar muy bonito para un servicio nefasto
Llevo pocos meses residiendo en Galicia, he desayunado y comido varias veces en Buen Camino, la primera vez me sorprendió la atención y simpatía de David. Un buen café con leche de soja (Bravo!) y unas (bien hechas) tostadas. El menú de mediodía perfecto. Es requisito imprescindible en un negocio de hostelería ser simpático, amable y educado, pero en algunas zonas es difícil de encontrar. Por eso repito aquí. Supuse que David sería el dueño, y hoy acabo de descubrir que no es así. Así que un 10. Espero que los dueños del lugar lean está crítica y valoren la calidad humana que tienen en el negocio. Felicidades David!