Bodegas Rectoral de Amandi

Una cata muy bien explicada por parte de Cristina. Hemos podido ver los viñedos y degustar sus maravillosos vinos. Totalmente aconsejable! Se debe reservar por su página web

Es una bodega que siempre hemos querido ir. Hoy ha sido el día y nos ha encantado. Esta familia hace un vino espectacular. Mención a Cristina muy atenta y profesional. Gracias. Volveremos.

Excelente recorrido y degustación de vinos! Muchas gracias a nuestra anfitriona, nos encantó la historia de la marca y las hermosas vistas.

Realizamos una visita con el Blogger Alberto Ribas de Alvientoo y los propietarios de Casa Ferrador en Bolmente.
El recibimiento fue estupendo, la bodega nos encantó.
Tradición & Viticultura Heroica y un salón para eventos con unas vistas maravillosas.
Una visita obligada en el corazón de la Ribeira Sacra

Para ser de las más grandes la visita es muy corta y poco especifica. Era la segunda vez que iba a una bodega y faltó mucha información. La cata fue lo mejor ofrecen un vino godello y dos mencias uno joven y otro un poco más añejo. Tiene de precio 15€. La ubicación no es espectacular comparado con otros enclaves.

Aunque se equivocaron en la reserva y nos dejaron plantados, la bodega se ha deshecho en excusas, nos ha devuelto el dinero y nos regalan una visita otro día. Son profesionales

Rectoral de Amandi, de los primeros mencías que se dieron a conocer en el mundo Vinícola de esa zona o al menos esa sensación tengo. Recuerdo ser una niña y ver en la cantina del pueblo la botella con su característica etiqueta rosa.

Me gusta hacer visitas a las diferentes bodegas y esta era un imprescindible. Cristina la chica que nos guió y explicó la historia de la adega nos hizo pasar un buen rato. Explicación dinámica y natural, felicidades!

Me voy con sensación de timo. La visita la hizo una persona sin relación con el mundo del vino, explicaba todo “según le contaron”, y los 3 vinos que tienen y que probamos no son gran cosa. 12€ muy caros y media hora muy mal invertida

Considero que es la bodega de la Ribeira Sacra que mejor precio/calidad tiene.
Esto lo digo con conocimiento de causa.
Pues mi esposa, que es una pequeña cosechera de la zona, le vende toda la cosecha y sabe de la buenísima calidad de sus uvas y a como se las pagan.
Obviamente también sabemos a como venden sus botellas en los Supermercados.

La Bodega es digna de ser visitada por su grandiosidad y lugar en onde se encuentra.

Es la bodega más grande de la D. O. Los vinos son buenos año tras año y es obligado para cualquier “Winelover” conocerlos.
Todos muy buenos en general. Recomendables y con muy buena RCP.

Una visita maravillosa. La guía era muy agradable y nos contó un montón de curiosidades del viñedo y de la zona.
La cata espectacular.
Aprovechamos para comprar unas cuantas botellas

Visita recomendable aunque no te guste mucho el vino, la bodega es muy bonita, la guía muy profesional y agradable y las vistas impresionantes. Te hacen una pequeña cata de vino. Hay que reservar online.

Imprescindible para aprender, empaparse de historia y pasar una velada inmejorable. La atención de la guía y sus explicaciones estupendas. Viajamos con niños y se lo pasaron muy bien. Nos dieron a probar tres vinos con unas galletas riquísimas y un buen queso como degustación. Para los niños botellines de agua y las galletas con queso también.

El lugar es único. Realmente interesante hacerse un recorrido por los viñedos y la Rectoral. Lan ista del valle desde el interior de la Rectoral es inenarrable

Decepcionante!
Un engaño. La “cata” fue una farsa. A probar solo el tinto que encuentras en cualquier bar o supermercado; sin poder comparar con otro de sus vinos.
Para eso NO se hacen 200 kms, que fue nuestro caso. Y encima las anfitrionas con pocas ganas y sin conocimientos.

Increíble! Hicimos una cata de vinos, acompañada de diferentes tentempiés. Además nos enseñaron las instalaciones y viñas.

Cata de vinos con la Universidad de Vigo. Excelente. Usan ovejas para mantener la hierba y las vistas increíbles

Soy un particular. Desde que fui mayor, cuando tomaba un vino preferia que fuera tinto. Después de años encontré Rectoral de Amandi, y hoy no lo cambio por ningún otro.