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Típica cafetería de toda la vida. Tomamos un café y charlamos un rato. Tiene juegos de mesa para pasar un rato en las mesas. Lleva tantos años que forma parte de los sitios míticos de La Coruña
Muy mala experiencia, nos cobraron 2,70 por cada estrella y por una caña que no es ni es estrella 2,30 y una tapa de tortilla seca que no sabia a nada y toda negra. Luego le pedimos el tiquet y nos contesto el camarero que estaba todo borde que no nos lo daba y que no era su obligación darnoslo. Luego el camarero con la mascarilla con la nariz al aire. Un poco sin vergüenza el camarero, no volveremos
Emblemático en Coruña por que estaba prácticamente toda la noche abierto. Por tema pandemia ya no es así, está muy descuidado, el servicio es muy poco profesional y el ambiente muy decadente.
Esperamos cuarenta minutos pero valió la pena la espera de verdad, después de la espera nos dieron una mesa. El lugar impecable los camareros super amables la comida de un diez. Muy buena el pulpo súper exquisito. Los calmes en su punto crocantes muy bueno. Sin duda repetiremos.
Nos ha atendido un camarero súper atento y simpático, de verdad de la buena. Es un sitio acogedor para familias durante el día, pero de noche te puedes tomar unas copas de relax con muy buen ambiente
Gran sitio para quedar con tus amigos y reunirse para tomar algo. Con hamburguesas riquísimas y grata compañía. Gran amabilidad por parte de los camareros pero no dan pinchos. De ahí los 4 puntos. Una partida de cartas? Al delicias! Un ajedrez? Al delicias! Unas risas con los amigos? Al delicias! Da igual la hora, el buen ambiente lo conformas tu o si vas con los compañeros
Una cafetería donde poder comer a cualquier hora un tentempié. Su ambientación recuerda a las cafeterías de antaño. Sus camareros de toda la vida y su horario 24 horas prácticamente son la parte fundamental de este local. Ojalá sigue parado en el tiempo muchas décadas más.
Un clásico, sí, en pleno Cuatro Caminos de A Coruña, con sus mesas típicas y su aire bohemio. Pero el clasicismo empieza a tener un toque decadente y descuidado (fijaos en la cocina tras el mostrador, por ejemplo). Además, el trato no es precisamente amable ni está a la altura de lo que tiene que ser, ni en profesionalidad ni en amabilidad. El café está bien, sin resultar tampoco espectacular.
Un asco de sitio, los techos supersucios, el mobiliario superviejo no entiendo como sanidad no le cierra, eso que el dueño tiene dinero el trato a los empleados deja mucho que desear.
Tuvimos un problema justo delante del local, entramos pidiendo ayuda y nos dijo: "Id a la casa del mar o a la policía, aquí no". Muy maleducado y poco empático. Desde luego no volveremos.
Un clásico d Coruña. Historia viva d la ciudad. Eso sí, no apto para estirados. Si lo q buscas es un sitio elegante, no t pares aquí. Aquí es otra cosa, es ambientillo, es granujeo, es pulso coruño desde la salida del sol hasta las tantas d la madrugada. Y para todos los públicos. En serio. Inigualable. Irrepetible. Historia viva del verdadero carácter coruño. Ni mas, ni menos. En ningún sitio de la ciudad presta el chocolate como aquí.
No me gustó NADAel trato. Tardaron en preguntar qué quería y no había gente. Luego quise ver los titulares de dos periódicos para elegir uno y no me dejó. En ese momento solo había una mesa ocupada. Pues nada!
Lugar mítico de A Coruña, lo mejor, sus hamburguesas y bocatas de bacon, que más que lonchas parecen filetes, lo peor, que tiene el mismo aspecto que hace 50 años y sin pintar, cosa que a mucha gente le puede parecer nostálgico como a mí, pero entendería la menor afluencia de nuevos clientes.
El bar está anclado en el pasado, realmente es necesario una reforma. Es una auténtica pena porque tiene un local muy bien situado y poder aumentar bien su clientela.
Como cafetería, de lo más normalita. Pero le pongo 4 estrellas por considerarla una de esas cafeterías "de toda la vida", pero sin llegar a ser de las modernistas.
Debí pillarles en un mal día ya que veo reseñas que dan a entender que la gente tuvo una experiencia distinta. Tenían el suelo sucio y el café estaba malo, supongo que de no limpiar la jarra despues de vaporizar leche varias veces, pudriendose así el fondo. La decoración da a entender que el local tiene su historia y puedes pasar un buen rato curioseando las paredes. Aunque sea poco destacable la atención fue algo tosca.