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Fuimos a cenar sobre las 20:30, preguntamos asumiendo que no nos dejarían cenar por la hora que era, ya que nos lo habían recomendado en el alojamiento advirtiéndonos de que cerraba pronto (21h). Un hombre muy majo nos dijo que sin problema, que nos sentáramos. Luego vino su "amable" mujer y nos dijo lo que tenía en el menú, dos opciones de primero y tres de segundo. Bastante desagradable la señora, una pena porque toda la familia que estaba allí eran majísimos y tuvieron con nosotros un trato muy familiar. Antes de pagar, echamos un vistazo a Google para ver el precio del menú, ya que no lo ponía en ningún lado y leímos en varias reseñas de la semana pasada, que eran 17 euros. Pues a la hora de pagar, después de que el hombre que nos recibió nos hubiera confirmado que podíamos pagar con tarjeta, la señora que no destacaba por su correcto trato al cliente y amabilidad, nos dijo que solo podíamos pagar en efectivo. Al final nos hizo el "enorme favor" de cobrarnos con tarjeta cuando le dijimos que el marido nos había dicho que sí. Pero vamos, que yo creo que nos cobró comisión por el uso de su datáfono, ya que nos estafó 38 euros por los dos menús que nos tomamos. Por cierto, de postre solamente tenía piña y helado que con el frío que hace en noviembre en Galicia.La calidad de la comida la verdad es que genial, de cantidad bastante correcto. Una lástima que se carguen un sitio familiar en el que se come genial poniendo de cara al público a la más simpática de la familia.
Lo mejor es la ubicación. La habitación que nos dieron, estaba bien, pero el baño daba pena. Me dejé un anillo de bolitas, de plata, el cual era un recuerdo muy especial, y cuando me di cuenta llamé para comunicarlo, pero casualmente no apareció nada. Simplemente por esto, no lo recomendaría.
El trato por parte del matrimonio mayor, la cocinera y su hijo ha sido muy familiar y servicial. Sin embargo, el recibido por la otra mujer muy áspero y no invita a volver. A la hora de pagar nos cobraron 19 euros por el menú, dado que no aparecía el precio por ningún lado. Leyendo otras reseñas parece ser que a cada uno le cobra una cosa diferente en función de como sople el viento. La comida, si es cierto, de una calidad muy alta y contundente. Una pena el trato recibido, en mi opinión no recomendaría ir.
Nos recibió en la puerta una camarera muy grosera. No nos dejó sentarnos y mirar el menú. Dijo que teníamos que elegir inmediatamente o no entraríamos. Creo que nunca me han tratado tan mal sin motivo aparente.
17 euros por un menú normalito de todo. Sopa de cocido (de huesos debía ser por qué madre mía) muy mala. Pedí lacón de segundo y me trajo carne asada.por lo menos estaba rica. A la hora de pagar, me dice 17 euros y claro mi reacción fue de sorpresa, le pregunté 17? Y la contestación de la persona fue: -Los únicos que os quejáis sois los gallegos. Igual es porque sabemos cuándo nos estafan y no somos gilipo. Un robo a mano armada! En ningún lado pone el precio del menú. Que es obligatorio Suerte tienen de que vayan peregrinos. Porque el que va una vez dudo mucho que vuelva.
Haciendo el camino de Santiago, el día que llegué a Arzua, me quedé sin alojamiento, si no es gracias a ellos hubiera dormido en la calle, hay detalles que no los tiene cualquiera, estaré eternamente agradecida, esto.ya cuenta mucho de como son sus dueños.no se encuentra hoy en día. Eva. MADRID.
Una mala experiencia, nos quitaron los platos sin terminar, todo muy rápido y casi sin preguntar, no pudimos comer a gusto. No volveremos. Poco simpáticos
La habitación estaba mínimamente equipada desde los años 90 del siglo pasado. Desafortunadamente, durante la noche me cansé mucho. Molesto olor a cloaca del baño.
Muy rico todo, destacando el arroz con setas y el estofado de ternera. Céntrico y personal muy amable y atento. Súper recomendado, parada obligatoria al pasar.
Delicious homemade food made by a Galician grandma and daughter. The beef stew and pork ribs were just what we needed! The coffee flavored flan was also a highlight. 10/10 would recommend!
Trato súper familiar, como si estuvieses en la casa de tus abuelos, comida todo casero y espectacular todo, todo muy limpio, muy buen precio y muy buenas personas, muy recomendable!
Comida 100% casera. Estaba todo muy rico. La atención muy buena. Es un restaurante antiguo y familiar, merece la pena ir. Te ofrecen para elegir, tres primeros, tres segundos y varios postres.
Brutal cocina, comida casera, en abundancia, cocina tradicional, con leña, se nota en el sabor, personal muy amable, servicial y simpático, recomendadisimo 100% si haces el camino como si no, la comida merece la pena.
La puerta del restaurante queda un poco escondida pero una vez dentro es como si se estuviera en el comedor de casa. Comida casera y muy rica. 100% recomendable. Salimos llenos y contentos.
Le pongo 5 estrellas porque se come q es un escándalo.la cocinera un 10 y salió a saludar y la felicitamos, todo es casero.el señor un poco serio y la hija me todavía jajajaj, pero lo recomiendo 100x100.
NADA RECOMENDABLE. La comida es casera, está bien pero nada del otro mundo. Poca variedad para 14 euros que vale el menú. Los 2 señores mayores muy amables (una en cocina y el otro señor a la llegada) pero la camarera una prepotente, maleducada, estúpida y estirada. No hablamos gallego ni lo entendemos y, nos preguntó y no la entendimos. Nos hizo sentarnos ella misma sin asegurarse de qué reserva para comer estábamos hablando. Luego nos recriminó que la reserva no era para nosotros delante de los pocos clientes que había. La verdad es que ahora entiendo porque hay tan pocos clientes, pues te sientes tan incómodo comiendo que no creo que a nadie le apetezca aguantar sus malas caras y su mal carácter. Lamentable ese trato, con el buen ambiente que hay durante el camino.
Soy un pelegrino de Córdoba. Posiblemente, uno de los sitios donde mejor he comido en mi vida, sin esperarlo, y con un trato familiar que nunca olvidaré. Gracias por cuidar la esencia del producto y la sencillez en el trato. En eso consiste el difícil equilibrio de lo auténtico. Pena que me pilleis tan lejos.
De juzgado de guardia lo de hoy, de casero ni el nombre, de no volver ni recomendar. Y encima 15 € por mal comer, con una camarera con carácter agrio. El arroz con setas y la sopa ni para el ganso. Sin mas un fraude
Comida casera espectacular, sitio muy bonito y trato maravilloso! De la mejor comida que probamos en el Camino de Santiago. Como comer en casa de la abuela!
Comida casera. Mesas compartidas. La cerveza no entra en el menú. Tampoco el café, ¡no tienen. 15 euros me parecen mucho pero al menos la jefa y cocinera ha sido muy amable
Muy recomendable. A pesar de llegar más de las 16h, nos sirvieron de comer. Todo estaba riquísimo, el arroz a la cubana y el estofado. Nos encantó el humor y la hospitalidad de los dueños. Si volvemos a hacer el camino, volveremos.
Comida casera excelente. La calidez y la amabilidad del personal es algo muy difícil de encontrar. Muy agradecidos Mari por tu simpatía y profesionalidad. Nos llevamos un recuerdo inolvidable. Muchas gracias de parte de 6 asturianos haciendo el camino primitivo
Calidad precio muy mal. Era la feria del queso de Arzua un menú del día que valdría 10 euros, nos cobraron 20 euros. Las copas sucias, como habíamos servido el vino, se la llevaron trajeron una limpia pero ni un lo siento, un le sirvo otra Copa de vino. Muy mal. El cocido muy malo, solo era un trozo de costilla, un trozo de oreja, un chorizo duro. Ni un menú del día barato. Muy mal. Supongo que porque era un día que había mucha gente. Pero pan para hoy, hambre para mañana porque ni volveremos, ni lo recomendaremos
La cocina es buena, aunque muy sencilla. Nos cobraron por dos menos con sopa, pollo y tortilla francesa 28 euros! Tremendo, la camarera tiene malos modales y es un poco antiguo.
Sitio regentado por una familia, comida casera y sencilla muy rica, trato muy amable y se preocupan te haya gustado su comida, la señora que cocina muy cariñosa sale a despedir a cada uno de los clientes
Cena casera tradicional, la de toda la vida, la maravillosa cena que nos servían nuestras abuelas hace 45 años y que disfrutábamos tanto que nos comíamos a besos a nuestras abuelas. Mi mujer y yo tomamos caldo gallego y sopa de cocido con garbanzos: buenísimas las dos. Yo me puse dos platos de sopa de cocido con un buen tinto Ribeiro. Luego probamos las tortillas, ambas grandes (de tres huevos), mi mujer de queso y yo tortilla de espárragos blancos. Estupendas. Rematamos la noche con la tarta de queso: ¡Qué rica! Sra. Lucrecia: Me ha recordado usted a mis abuelas. No se puede cocinar mejor, con más generosidad y ser tan directa y amable. Y muchas gracias también al Señor que nos atendió con tanta diligencia. ¡Enhorabuena a todos!
Comida casera, casera de verdad. Platos de cuchara y guisos de los que hacen las madres; no busquéis glamour ni postureo en este local. Precio del menú 12 euros. Café de puchero y hule en las mesas.
Lo digo en caliente y todavía dentro del restaurante, con el paladar recién satisfecho, La comida casera me ha transportado a un paraíso terrenal, sencilla y tradicional al máximo, un placer para los sentidos, la mejor carne de ternera que he probado. Servicio a la altura de la comida también.recomendable 100%
Perfect home cooking with such charm! The food is excellent value- for €12 I had pasta soup, delicious roast chicken with veg and then melon. Big portions too! Highly recommend.
Menú escaso por 12€. La comida es casera y está rica pero ponen poca cantidad. Soy gallega y sé como se come en mi tierra y veo que aquí han reducido al mínimo para el turista. Una pena.
Comida típica gallega y hecha por la abuela. Todo casero. Muy muy buena y en abundancia. Antes de que te acabes el pan o la bebida te la están reponiendo. Menú por 12€. Si vuelvo a Arzúa, repetiré seguro. La hija es algo sería pero no se come a nadie. La cocinera sale para preocuparse por los comensales.
This was my favorite place for home made cooking in my Camino de Santiago pilgrimage. The ambience was homie. The portions were excellent and the price couldn’t be better. The pasta soup is the best! My only suggestion is about the person who is at the front. A female server which I learned is the owner’s daughter. This person has no social skills. I came with two friends who only speak English so I had to translate everything this person said. She told us there was not enough food and it was €20 per person. She really didn’t want to serve us so we were leaving a little sad when this lady (owner) who was coming into the restaurant asked what we needed and we told her that we wanted dinner but that lady said there was not enough (food) and she said to come in that she will make it for us. The daughter was lying, there was food because ten or more people came to eat without a problem, and guess what? She spoke English to other clients! So rude! And also the dinner was €12, not 20 Like she said. The owner was so nice and kind and I hope she realizes she either needs to replace this person or sent her to some etiquette class.
Fuimos a comer sabiendo si tenían plazas, al decir que sí ya les dimos confirmación de nuestra asistencia a las 14 horas, una vez esa hora nos presentamos a comer, la verdad la comida un diez, creo que tienen una cocinera de las buenas, pero luego el servicio dejo que desear, pues no nos dieron ni el café, nos echaron sin más, aduciendo que tenían mucha gente, pero claro el tiempo de un café es mínimo, luego de mala manera no nos sellaron nuestra cartilla del peregrino, diciendo que se les había roto y momentos antes habían sellado una cartilla, me he sentido fatal con ese trato, ahora que cada uno opine, pero esa fue mi experiencia.
La comida muy buena. La cocinera súper atenta y muy buena profesional. El servicio de mesas rápido y eficiente. El servicio de recepción mejorable en atención al cliente y urbanidad.
La mujer de recepción que es la hija de la dueña, no se entera y es desagradable y maleducada. Además de estar dentro del comedor del restaurante sin la mascarilla obligatoria.
Desde que llegamos la atención fue pésima, la mujer encargada de mala gana nos hizo el check in, desde que llegamos nos decía que cogieramos las mochilas que no la quería en el piso (algo ilógico) nos llevó al lugar de la habitación que es como a media calle, y la sorpresa era que no tenía ascensor, el cuarto tenía lo básico para dormir no tenía jabón e insistió que debíamos salir antes de las 8: 30 am porque a esa hora pasaba la limpieza (primera vez en mi vida que me indican y casi exigen hacer check out tan temprano), no tenia aire acondicionado, solo te dan un sobre de gel para la ducha, pesima experiencia y el costo ha sido similar o mas caro que hoteles, definitivamente no lo valió, solo nos quedamos una noche porque estábamos de pasada haciendo la ruta de camino de Santiago.
La comida estaba muy buena. Se nota que es casera y está hecha con cariño, como si comieras en casa de tu abuela. El problema fue la camarera (hija de la cocinera) que desde el primer momento fue muy borde y nos estuvo metiendo prisa (de malas formas) todo el rato ya que tenían a gente esperando para comer. Le pedimos un chupito y un café y nos lo negó por que decía que había "overbooking". Por poco y nos echa a patatas de allí. Por suerte la comida compensó el mal trato.
La mejor cena en todo el camino de Santiago. Comida de la abuela espectacularmente guisada, tradicional y muy muy sabrosa. Disfrutamos el caldo gallego, estofado de ternera y el yogur casero con miel y todo tremendo. La atención también muy muy buena. Todo un acierto!
Caldo gallego (una sopera), ternera estofada ESPECTACULAR, con cachelos, vino, pan y tarta de santiago, en DOMINGO: 12€. Mucho restaurante del "camino" tendría que aprender.
Comida casera deliciosa. Caldo gallego y la ternera estofada estaban riquísimos. La señora mayor que nos atendió fue muy simpática, así como el trato cercano.
Templo de buena fábrica de estilo barroco cuya planta se distribuye en tres naves destacando en su altar mayor la imagen del conocido y venerado Cristo.
Nos sentamos en una mesa y a los 5 minutos llego más público y los sentaron sin guardar distancia de seguros. Lo comentamos y la camarera me dijo que me ponga y me quite la mascarilla con tono desagradable. Aceite y vinagre compartido. No recomiendo para nada.
Comida casera de verdad, risotto con setas naturales, sopa de verdura exquisita, postres caseros. ; pero no esperéis un restaurante de diseño. Volveremos.
Buena atención y amabilidad, todo muy casero, llegamos algo tarde y habíamos comido el pulpo en Melide, les preguntamos si nos podían hacer unos huevos fritos? (sin problema y con patatas caseras), pero nos cobraron 22€ y eso que nos alojamos en su pensión, me parece caro y creo que a ellos también, ya que nos despidieron deseando buen camino, dando por hecho que no íbamos a cenar, Una pena
Es una fonda típica, la clàssica casa de menjars de tota la vida, però que ja no en queden. Una experiència molt gratificant. La senyora que porta el negoci és molt atenta amb els pelegrins. La qualitat del menjar és extraordinària. El més interessant és reviure un tipus de negoci que tendeix a desaparèixer. Recomanable la visita.
Espectacular, creo que el mejor sitio del camino. Parada necesaria 100 % recomendable para todos los gustos, porque incluso hacen menús vegetarianos. Comida casera y raciones grandes precio 10 euros menú. No se guíen por la entrada, es un salón pequeñito y acogedor muy familiar
Espectacular comida casera, de la que se hace a fuego lento desde primera hora de la mañana, conoces gente lugareña maravillosa, entañable. Sitio auténtico de los que quedan pocos. Todo lo que pueda decir es poco, se debe probar si pasáis por Arzúa es indescriptible el ambiente que se respira, es mágico, atienden a pocas personas a la vez, es como un poco exclusivo, un trato personal, es de admirar. Debería haber más sitios como estos, aman lo que hacen. Probad el orujo, es espectacular tb.
Después de 30 km de etapa y varios dias fuera de casa, da gusto sentirse arropado. Y no me refiero solo a la comida, que es exquisita, sino también al trato recibido.