Casa do Ouro

Después de tres días en esta casa rural, más bien hogar, volvemos descansados y recuperados al cien por cien. Un lugar tranquilo en un entorno de playas y bosques inesperado por lo idílico y bonito. Sin duda pernoctar y amanecer en el lugar adecuado es fundamental. Preciosas las habitaciones, el jardín y los salones, pero sobre todo las atenciones y desvelos de Aurea para que te sientas a gusto, recomendar las playas más chulas, los bares y restaurantes más idoneos y hacerte sentir en todo momento como en tu casa. Esta Casa do Ouro que tan magníficamente dirige Aurea será para nosotros la Casa de Aurea ella es la que convierte en Oro lo que sin su aptitud y actitud seria simplemente dorado.
Muchas gracias pues por esos detalles que es imposible pagar con dinero.
Abrazo, salud y pedal y Viva España
Pepe Moran & Sisters

Lugar muy tranquilo y acogedor. Los detalles y la atención con los que regentan el hospedaje son perfectos. Da gusto relajarse en un lugar tan acogedor y pintoresco

Hemos estado muy a gusto, la habitación es muy cómoda y acogedora y la casa es preciosa, está todo muy cuidado. Además, Aurea nos ha ayudado mucho a disfrutar más de las preciosas Rías Baixas con recomendaciones geniales de lugares y restaurantes. Un placer.

La casa de los horrores. Recreación de la peli de psicosis. Cátedra de todo lo que no hay que hacer para gestionar un establecimiento. Repleto de enseres inútiles de dudoso gusto. Cerraduras y cerraduras que uno tarda media hora en entrar y salir. Trato dictatorial y falto de educación de la señora, que parece que salió de la gestapo. Ya era raro que fuera el único establecimiento libre de toda la zona.

Son poco simpáticos al menos por teléfono. Llamé para pedir información y me redirigieron a la pagina web, que por cierto, le falta mucha información. Con respecto a la información web sobre precios y la realidad, es pura coincidencia. Consideran Navidad como temporada alta aunque no lo señalan en la web. Resumen: Me iré a otro establecimiento.

Una atención por parte de Áurea, la dueña, espectacular, es un encanto, nos llevo a conocer sitios maravillosos, nos recomendó restaurantes fenomenales, nos dio unos desayunos riquísimos, en definitiva, pasamos un fin de semana en su casa estupendo.
Muy recomendable, incluso con perros, que por cierto fuimos con dos.

Pasábamos por la zona y nos acercamos para que nos enseñarán la casa. Al llamar nos dijeron que esas no eran formas, que para verla ya estaba la web. Desde luego que nos dimos la vuelta y ni nos planteamos dormir allí. Prefiero gastarme el dinero donde seamos bien recibidos.

Es un lugar agradable en un pueblo hermoso, los vecinos son maravillosos y las playas deverian ser una de las maravillas del mundo.