Casa Solla

Era el restaurante con Estrella Michelín que más ganas le tenía. Fuimos a pasar el fin de semana a Pontevedra con motivo de ir a visitar Casa Solla. Elegimos el menú largo, a pesar de que es sustancialmente más caro que otros restaurantes del estilo (con una) que habíamos visitado, pero consideramos que con los menús más largos te empapas más de la experiencia y nos gusta probar todas las ofertas que nos sugieren los restaurantes. No pude evitar terminar la cena con una sensación ampliamente más agria que dulce. Hubo un par de platos que sí me sorprendieron pero los demás no. Echamos de menos la falta de entrantes y quizás nos hubiera gustado que hubiera algo más de carne o pescado, ya que en la mayoría de los platos la protagonista es la huerta. Respecto a la cantidad me pareció escasa, siendo yo una persona que come tirando a poco me terminé el menú sin ningún problema. La oferta de quesos está bien pero, personalmente, voy a este tipo de restaurantes en busca de la elaboración acompañada de un buen producto pero un buen producto por sí solo no me aporta demasiado. También añadir que la idea de no decirle al comensal los platos que va a comer con antelación puede ser bueno o malo. En mi caso, lo segundo. Ya que cuando nos trajeron el postre nos quedamos desubicados porque pensábamos que todavía quedarían más pases. Al terminar te dan UNA carta con el menú. Una para los dos. La idea que de que lleve semillas y se pueda plantar me parece muy original y positiva. La atención fue correcta y el restaurante es bonito. Ojalá pudiera hacer otro tipo de valoración pero no estaría siendo sincera. No volvería a repetir esta experiencia ni la recomendaría, ya que considero que hay ofertas mucho más interesantes por el mismo precio o menos. Las comparaciones son odiosas pero inevitables.

Degustamos el menu Piobarderia (largo), todo muy rico y el personal muy atento y agradable.
Destacar a Ismael, el encargado de servir los vinos, gran explicación y amabilidad en cada copa

Experiencia maravillosa. El menú degustación exquisito al paladar y con una presentación muy cuidada.
En cuanto a la atención, esmeradísima.
Verdaderamente, merece la pena.

Experiencia sublime, menu degustación con comida maravillosa, perfectamente explicada, maridaje con champan. Simplemente tocamos el cielo y en una etapa turbia de nuestra vida, nos aportaron LUZ para disfrutar. Gracias a Pepe Solla y todo su equipo

Servicio exquisito, igual que la calidad del producto, el cocinado y la presentación. Dispone de dos menús y te sorprenden con las texturas y sabores.
Las fotos corresponden a una prueba de menú para una boda, estaba todo exquisito.

Increíble, como no podía ser de otra manera, no hay un pero.una experiencia de 10.uno de los grandes.

Una experiencia integral para los sentidos y el alma.
El trato es inmejorable y el personal fomenta un ambiente cercano y relajado.

Deliciosa comida, trato exquisito y amable, con un ritmo perfecto en el servicio. Pepe Solla es un cocinero q cae bien por su falta de divismo, su estilo desenfadado, su sonrisa, cercanía.pero cuando ves y pruebas los platos que te obsequia.decides encima admirarlo y agradecer su talento para hacerte disfrutar con placer y una gran sonrisa. Gracias a él y a su equipo, su buen hacer te dan un pellizco de alegría a la vida.

Espectacular! Un ambiente cálido, impoluto, precioso. El servicio impecable, profesionales, muy amables y encantadores. La experiencia de comer un menú a ciegas es magia para el paladar, una explosión de sabores que te lleva a matices peculiares y a recordar esa sensación de lugares que te da la naturaleza. La ejecución de las elaboraciones combinado con cada plato, ambienta a la vista lo que nos quere transmitir el plato saboreandolo con productos de nuestra tierra gallega, increíble. Nos sirvieron un vino francés de nombre: Frimas, tenía un sabor intenso, afrutado, seco y una delicia al paladar para acompañar esos manjares que hemos disfrutado como nunca. Nos fuimos encantados y repetiremos sin dudarlo. Muchas gracias a todo el equipo de Casa Solla por hacer de esa noche inolvidable.

Espectacular propuesta de Pepe Solla para el casco viejo de Vigo. Con ideas para compartir, al peso, y el horno que fuma los productos. Estrellas: el T bone, el codillo, y el mogote de cerdo, excelente. Los entrantes brillantes, sobre todo el niguiri, en realidad falso niguiri, sin arroz, pero con un tartar de bonito y atún en su lugar. Las croquetas, sin mesa que no las probara, buenas pero no a la altura, se salva la de chorizo, pero la de jamón puede mejorar. Se echa en falta algún que otro entrante para compartir de verdad. Los postres son perfectos, ajustados pero finos y ricos.
En unos meses se ganará la estrella que le niego, porque ajustará el servicio, se nota muy buen hacer pero falta experiencia y naturalidad, y algún detalle de la carta. Enhorabuena, nos vemos seguro.

No he tenido el placer de comer allí, pero no lo descarto. Doy las 5 estrellas por referencias de amigos.

Simple y llanamente ESPECTACULAR, ambiente inigualable, trato perfecto, comida muy muy buena y mejor presentada… Terminar delante de la chimenea del Rte.la guinda de una jornada inolvidable. Enhorabuena a todo el equipo.

Menú degustación. Experiencia diferente. Todos los platos correctos, la atención muy buena. No pedimos vino, solo agua.
A desfavor, que nos quedamos con hambre y recenamos al llegar a casa (somos dos personas de constitución normal). Por lo que pagamos, bien nos podíamos haber despertado sin ella.

Restaurante galego de alta cocina, con una experiencia gastronómica y un servicio brutal.
10/10

Vinimos por primera vez hoy a comer el menú degustación y fue una experiencia espectacular. Todo el servicio de 10, el personal en general, muy muy amables y cercanxs. Sus explicaciones sublimes tanto en sus platos como en el maridaje con los vinos, engrandecían la experiencia. Desde el hilo musical hasta el trato y la clase magistral de Ismael, nos hizo viajar por bodegas muy selectas que jamás hubiésemos imaginado. Nos vamos encantadas y con ganas de repetir muy pronto. Gracias!

Elegí Casa Solla para mi primera experiencia Michelin. Expectativas más que superadas. Una experiencia muy divertida, un maridaje muy ameno y muy bien ejecutado. Un 10.

Impecable la atención como la comida obra de su chef Pepe Solla y del buen hacer de todo su equipo.
Todo.es merecedor de su estrella Michelín por su humildad y profesionalidad. A por otra!

Excelente producto y mejor ejecución. Toda una experiencia para los sentidos. Muy recomendable pedir el maridaje.
Fantástico tanto el equipo de sala como el de la cocina. Desde luego que repetiremos.

El restaurante más completo que he probado hasta el momento, gente adorable, maridaje de 10 o 15 con Ismael al mando que hace del camino un juego y comida que destaca por su capacidad de soprender con una calidad y "sencillez" destacable. Felicidades a todo el equipo por hacer que sea una experiencia inolvidable. Gracias!

Chapó!
23 platos, 19 pasos, 11 vinos, 4 horas.y habría seguido 4 horas más! Cuantas estrellas se merece un sitio así?
Una para el sitio, una casa de pueblo renovada con un gusto único hace que el ambiente sea acogedor pero al mismo tiempo elegante.
Otra para el servicio, en todo momento atentos, cordiales y sobretodo amigables, era como comer en casa de amigos, impecables!
Otra para el sumiller, hemos elegido el maridaje del menú largo y la verdad nos hemos quedado muy sorprendidos, por la cantidad y variedad de vinos, por las sorpresas que nos hemos llevado, por lo bien que estaba acompañada la comida y por lo superlativo que ha sido Ismael, de verdad enhorabuena!
Otra como no, para Pepe. He ido a muchos restaurantes del estilo y este es el primero donde el chef es parte de la experiencia. No sólo ha elaborado un menú excepcional que recordaremos por mucho tiempo, que vale más de una estrella y sin duda el dinero gastado, pero además ha estado presente durante toda experiencia, explicando los platos, ayudando el servicio y estando atento en todo momento a que los huéspedes estuviesen a gusto, admirable!
Finalmente otra estrella por que, no obstante el dinero invertido, me quedo con las ganas de volver a repetirlo mañana mismo.
Bravo!

Sencillamente espectacular, fui ayer por primera vez y ha sido una experiencia muy muy buena, comida de 10 todo lo que nos han ofrecido, el sumiller es un gran profesional y muy bueno, me he dejado recomendar y excelente elección, en resumen, un trato muy profesional y muy atentos en todos los detalles, y mencionar la gran amabilidad de Pepe Solla tanto en el recibimiento de bienvenida cómo la atención tan exquisita en mesa, muchas gracias Pepe y equipo, sin lugar a dudas VOLVEREMOS

Super amables, cada plato o maridaje explicado. La degustación increíble, cada plato maravilloso. Todo un placer para el paladar.

Unha experiencia que se reinventa incesantemente. Excelente por ambiente, por atención e polas súas propostas culinarias, como norma habitual interesantes, imaxinativas e incluso atrevidas. Recomendable sen dúbida para todo aquel que aprecie estas cualidades.

Maravillosa experiencia. El broche do oro a nuestra escapada de pareja.
El chef recibe a los comensales al entrar a la sala, y durante toda la velada está pendiente de cada mesa. El personal de sala se mueve con suma elegancia, y presentan cada plato con un estudiado ritual para captar toda tu atención.
Tomamos el menú "trasmallo", que fué una delicia para los sentidos, original y exquisito en elaboración y presentación (se aprecian muchas horas de trabajo y reflexión tras cada plato).
Y el ambiente es muy acogedor. Como en casa. Gracias Casa Solla, repetiremos seguro.

Espectacular, sin duda es uno de mis restaurantes preferidos, 3 temporadas disfrutando del menú y cada uno sorprendente.
El trato recibido por todo el equipo, es genial.
Y sin duda, poder disfrutar del jardín en la sobremesa es genial.

Una experiencia gastronómica única, pedimos el menú largo y la verdad que merece la pena! La atención y la calidad de la comida se notan! Lo único que me decepcionó un poco fue el postre, un sólo postre y un trocito de queso, que para mi gusto no me pegaba como un postre (pero esto es muy personal, según gustos).

Tanto los platos como el trato resultan una experiencia maravillosa. Menú sin lácteos también perfecto. Recomendable 100%. Si tengo que poner un pero necesitaría mucho tiempo para inventármelo. Volver resulta un imperativo

Textura, sabor, calidad y diversidad de ingredientes perfectamente marinados y servidos, convierten el menú sorpresa en dos horas de placer y bienestar que acompañamos de un excelente Champagne el buen ambiente, las vistas y la especial atención de José Luis han conseguido sorprendernos y que hayamos tenido un día muy especial para recordar.

Sinceramente no volvería a pedir el menú degustación. Aunque es una experiencia y vale la pena hacerlo una vez. La bodega de vinos es buena, pero eché de menos alguno más conocido para ir sobre seguro.
En general la atención, el sitio y la presencia, excelentes.
Volveré, pero de carta.

Trato inmejorable, concretamente el camarero José Luis nos amenizó mucho la velada y nos hizo sentir como en casa. De la comida no hay ni una pega, un menú muy original elaborado con esmero y una acertada recomendación de vinos. Pedimos el menú corto y nos pareció suficiente sobre todo para una cena. El ambiente muy agradable (música, luces, temperatura.). Se nos pasó el tiempo volando!

Pues eso, una experiencia completa. Gracias Pepe, Estrella, Ismael (nos ha encantado tu juego con los vinos) y al resto de personas que han convertido una cena en un recorrido gastronómico a la par que recuerdo inolvidable. Nota: la primera foto son los restos.la segunda junto al maestro.

Una experiencia muy agradable para todos los sentidos. El trato humano es maravilloso, los platos muy ricos, elaborados con mucho mimo. Especial mención a la degustación de panes, sobre todo a los sin gluten, ya que pocas veces se tienen en cuenta estos detalles con personas que no toleran el gluten, la calidad de todo excepcional! Suelo repetir y la verdad nunca defraudan!

Qué se puede decir de una eminencia de la gastronomía gallega y española que aún no se haya dicho, pues que cualquier amante del comer debería, por lo menos una vez en su vida si puede, ir hasta allí y dejarse llevar. No hay mucho más que contar.

Casi tres horas degustando un menú muy bien elaborado, lleno de aromas, sabores y texturas. Hay dos/ tres bocados exquisitos (cococha de merluza con miso y cítrocos, manzana con wasabi y bogavante con ibérico). La opción de maridaje es interesante, apostando por variedades de la zona. Disponen de una cristalería y una cubertería, espectacular. El servicio y la atención es magnífica. El precio es elevado.

Disfrutamos de su menú, equilibrado, exquisito y servido con mucha profesionalidad. Tienen una bodega muy cuidada y una cristalería acorde a la estrella Michelin que conservan desde hace tantos años. ¡Felicidades!

Fuimos a cenar a las 21: 00, es a la hora que abre y enciende todas las luces de fuera para iluminar la entrada y el acceso al restaurante, ya que antes está casi a oscuras. La atención desde el principio hasta el final fue exquisita, encantadores, amables y pendientes de todo detalle. El baño precioso, limpio, con un olor súper agradable y detalles de higiene íntima femenina y sets dentales a tú disposición. Pedimos el menú degustación Trasmallo, todo riquísimo, cuidando los detalles y unos sabores y texturas diferentes. El agua (que no paran de rellenarte el vaso en toda la cena) es sin cargo, al igual que los cafés. (Ah! Detallito que me gustó mucho, me dejaron una cestita para poner mi mochila dentro y así poder dejarla en el suelo) Sin duda una buena experiencia gastronómica!

IMPECABLE
Todo de 10!
Servicio, atención, calidad …
Siempre sorprenden y siempre quedas con ganas de volver!

Hay regalos que son pura vida! Disfrutar hoy de Casa Solla.es un auténtico regalo para los sentidos! La sencillez, el saber hacer y la magia, llevados a la máxima expresión! Esto es cocina de verdad, hecha desde el conocimiento de la gente tocada con la varita mágica de la excelencia.pero hecha sobre todo desde la humildad y la sencillez. Mil gracias por el día de hoy.para nosotros ha sido un auténtico regalo! Imposible no volver. GRACIAS!

He tenido la oportunidad de cenar en Casa Solla recientemente (el sábado, 13 de noviembre de 2021, para ser más exactos) y me gustaría pormenorizar un poco mi visita:

1) UBICACIÓN: el restaurante está localizado en Poio, pegado a la ciudad de Pontevedra, con fácil acceso y muy sencillo para llegar. Además, cuenta con parking (sí, como otros tantos sitios) y con dos plazas para coches eléctricos (eso sí que ya no se encuentra, por lo menos en Galicia, tan fácilmente).

2) INSTALACIONES: el espacio es cómodo y acogedor. Decoración cuidada pero no recargada ni excesiva.

3) AMBIENTE: no sé si sería por ser un sábado por la noche pero no había prácticamente ruido. La música era muy sutil y permitía conversar sin alzar la voz ni molestaba a la hora de cenar (no es que necesite un solo de Violín cuando he ido a otros Estrella Michelín pero es, de lejos, el más cómodo en el que he estado [el resto parecían tascas, con la gente gritando como si no hubiese un mañana, con todo mi respeto a las tascas; entiendo que eso es algo que es difícil de manejar pero mi experiencia fue esa; y debo decir que el restaurante tenía todas las mesas cubiertas, que la ausencia de ruido no era porque no hubiese gente).

4) SERVICIO-PERSONAL: trato impecable, diligente (estaban pendientes de cualquier cosa que pudieses necesitar pero sin que se notase), eficaz (resolvían cualquier petición que les presentabas), muy amables (personas que se desviven por el/la cliente), atentos/as, serviciales y cercanos (además de las 5 personas que se encargaron de la sala, el chef también servía y explicaba pormenorizadamente el plato). El trato fue magnífico (enhorabuena).

5) MENÚ: es lo último pero, probablemente, el punto más importante.
Degustamos el menú 'Piobardeira' (compuesto de 23 platos no indicados en la carta ya que eran sorpresa [hicimos fotos y al final de la cena nos lo dieron impreso pero prefiero, de momento, no publicarlas para que la persona que vaya se sorprenda tanto como nosotros; más adelante actualizaré la reseña y todo lo que diga va a ser poco. Fue una experiencia exquisita, increíble, maravillosa. De lejos, el mejor Estrella Michelín gallego al que he ido (sin faltar al respeto al resto, que son también excelentes pero Casa Solla me fascinó). Por partes:
- Producto y materia prima: primerísima calidad. No sabría con cual quedarme porque todo era increíble (podría volver todos los días)
- Elaboración: muy cuidada (incluso la vajilla y cristalería aportaban una sensación de suavidad que hacían más apetecible los productos presentados)
- Cantidad: he leído varias reseñas de gente que se queda con hambre. Honestamente, no fue mi caso porque las raciones fueron más que suficientes (en mi caso, si quiero comer cantidad voy a un restaurante que conozco en el Polígono de San Cibrao o algunos sitios de Ourense donde como hasta reventar). Hay que tener en cuenta que eran 23 platos + 3 raciones de pan + bebidas + café = lleno pero no sensación de 'voy a morir mientras duermo' (no nos olvidemos que esto fue por la noche).
- Cocina: abierta, como suele ser en este tipo de restaurantes pero con diferencias (se dice el pecado pero no el pecador pero he estado en un Estrella en el que el chef metió el dedo en la olla, se bajó la mascarilla y probó la salsa; ventajas y desventajas de cocinas abiertas). Al personal se le veía muy coordinado e impecable (vestimenta, desarrollo del servicio, etc.)
- Tiempos: los platos salían con bastante rapidez (en algún otros Estrella he estado hasta 20 minutos esperando por alguna elaboración; que lo entiendo todo pero el apetito va desapareciendo) y para 23 platos (y el hecho de que llegamos tarde, por un imprevisto, y no afectó para nada [llamamos para avisar y fueron encantadores]) y fueron como 2 horas y 15 minutos de cena que se nos pasaron como si estuviésemos 20 minutos.

En definitiva, la experiencia fue increíble y absolutamente recomendada y recomendable.

Enhorabuena a todo el equipo de Casa Solla (una Estrella es poco para lo que os merecéis). Muy grandes ;)

Un sitio increíble, lleno de innovación y tradición. Un servicio impecable, agradable y cercano. Una gran experiencia para repetir muchas veces

De 10! Una experiencia que merece la pena. Personal entrañable, lugar acogedor y el menú corto (17 platos!) todo un espectáculo de sabores gallegos.