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Voy mucho a esta playa, y vamos siempre a buscar el café o los helados a este chiringo. Alguna vez nos quedamos hasta tarde en la playa y acabamos cenando ahí, tienen bocadillos, pizzas y tapas y raciones de algunos platos muy típicos gallegos.
Atención nefasta. Decimos al camarero que falta una pizza y nos dice que no puede ser que imposible enfadado y riñéndonos.verifica la comanda y efectivamente faltaba una pizza.
Pedimos la cena a las 22: 30 y a las 22: 40 un bocata a mayores y nos dicen que no puede ser que la cocina está cerrada cuando la cocina está saliendo comida. El chiringo con 10 mesas vacías… súper desagradables de verdad….
Éramos 9 personas cenando y desde luego no repetiremos.
Lugar estupendo para llevar comida, pedir consumiciones, bebidas, cafés, etc. La atención del personal es excelente, buen trato, educación, seriedad, y simpatía. Terraza limpia, con muy buenas vistas a la playa, situada justo encima de dicha playa, y con algo tan fundamental como es un gran espacio de aparcamiento, que por un importe pequeño puedes estar todo el día de playa. Muy recomendable este chiringuito.
Un sitio especial para tomar algo súper relajada, con el aire del mar, ya sea por la tarde o al caer el sol. Parking incluido y con la mejor playa enfrente. Muy buen servicio y con unos bocadillos deliciosos! Lo recomiendo totalmente!
Lugar muy recomendable para pasar un buen rato tomando unas cañas y muy buenos bocatas, la atención por parte del personal es inmejorable, además podrás disfrutar de los conciertos con música en directo que nos regalan en diversas ocasiones. Ambiente muy agradable Repetiremos
Pésima atención ya sin que hubiese ningún incidente. Cero ganas de trabajar que no deberían ser tan evidentes. Con las otras opciones de la playa, no se nos pierde nada aquí.
Nos tiraron un café hirviendo por encima y el camarero estaba más preocupado por recalcar que no había sido culpa suya que por la persona que se había quemado la piel. No nos ofreció los utensilios de limpieza, tuvimos que pedírselos. También hubo que andar detrás del café sustituto. Ni rastro de las disculpas.