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La peor confitería de Porriño! Encargas la tarta de un sabor y te la hacen de lo que ellos quieren, te cobran por decorarla con macarons del Mercadona, llega deshecha y rota porque se desmonta por falta de consistencia y para llevarla no tienen ni cajas. Ahora, cobrar bien que la cobran. Encima la atención del personal es penoso.
Lleva muchos años en Porriño, sus escaparates son bastante espectaculares aunque la bollería que tienen es correcta. Mejor decantarse por los bombones y chocolates que venden. Hasta hace poco (al menos, igual sigue sin poderse) no se podía pagar con tarjeta!
Parece mentira que en el siglo XXI y con la situación que estamos viviendo no se pueda pagar con tarjeta y te veas obligado a usar dinero en metálico. El importe de la compra fue superior a 7€. Un momento antes habia pagado con tarjeta 0.68€ en un comercio cercano. Increíble, de verdad.
Probamos la tarta de queso y la de arándanos y lo cierto es que no eran nada del otro mundo. Eso sí, cabe destacar su tarta de chocolate con crema de limón, que estaba deliciosa. Si pasáis por Porriño de paso por el camino de Santiago, recomendadísima porque no os váis a arrepentir y vais a disfrutar de vuestra merienda.