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La fuente de Pajaritas en A Coruña, fue proyectada por el arquitecto coruñés Antonio Tenreiro Brochón (1923-2006).
El diseño de la fuente, realizado en la década de los setenta, utiliza un lenguaje muy característico de la escultura y arquitectura del momento, en que la experimentación con el hormigón en su formalización orgánica en arquitectura, y la abstracción geométrica en ocasiones con el uso de la repetición en el mundo del arte, son estilemas funcionales de los artistas y arquitectos. La función de la pieza era meramente estética, y no se revestía de ningún tipo de uso aparente. El paso del tiempo dibujó, como lo hace con cualquier elemento que ocupa el espacio público, una función representativa que se convierte en testigo cultural de su época ayudando a componer la narrativa de la ciudad.
La fuente fue inaugurada con cierto abolengo, y las pajaritas se vieron complementadas con chorros de agua que aportaban reflejo y movimiento a las piezas. Sin embargo, los planos se perdieron, o así se decía en la prensa del momento. La instalación de agua, tras el día de la inauguración, no volvió a funcionar hasta 1996. En este año, se realizan trabajos mantenimiento y reforma de la misma, y esta recupera el agua. Sin embargo, si los planos se “habían perdido” quizás fue por alguna razón, y es que la fuente carecía de instalación de abastecimiento de agua. Nunca se realizó, por ello era imposible repararla, y finalmente las obras previstas por el ayuntamiento incluyeron la instalación de abastecimiento de agua y saneamiento. Pero ¿cómo es posible entonces que la fuente contase con agua el día de la inauguración si no había suministro? ¿magia o broma? Ambas y ninguna. En días previos a su inauguración, la fuente fue sometida a una prueba de estanqueidad y puesta a punto. Los encargados de realizar esta labor fueron los bomberos, quienes suministraron agua y la pusieron en funcionamiento. Agotada el agua, la fuente dejó de funcionar.
Puede que los planos sí existiesen y la canalización no, pero fue la propia fuente la que estuvo a punto de dejar de existir en 1995, cuando se tomó a decisión de derribarla debido a que su aspecto se consideraba anticuado. Medida que encontró la oposición de los vecinos, quienes la percibían como un elemento identitario del barrio. La fuente, en la actualidad, se encuentra en funcionamiento y por fin cuenta con su propio abastecimiento de agua.
Paso a menudo por la fuente de las Pajaritas. Por debajo del viaducto. Hay un pequeño jardín que algunos peatones utilizan como atajo para subir a la carretera y cruzar en lugar de ir por el paso habilitado.
Bueno allí al lado de la fuente dirección Coruña un socio y yo tuvimos una empresa de alto moción y voy por allí de vez en cuando porque tengo mucha gente que me conoce y a demás es un lugar bueno para ir a tomar un café y pasear y sentarse porque hay bancos y sombras es todo de momento.
Es una fuente original, con buen mantenimiento y que también la disfrutan las gaviotas que siempre se están balando en ella. Es bonita, está al lado de la salida de la ciudad
Los planes urbanísticos de los tecnócratas incluían la creación de elementos de ocio y esparcimiento que incrementasen la productividad y la disciplina de los obreros. Esta fuente es una reflexión serena donde la papiroflexia es transmutada en hormigón brutalista por obra de las fuerzas del mercado, sabiamente guiadas por la planificación del Estado. En sus bordes de frío cemento el individuo es desgajado y su espíritu pasa a formar parte de algo superior.