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Fuimos recomendados por los propietarios d esa casa donde nos alojamos. Pronto vimos que se trataba de un Lugar con un ambiente magnifico, comida inmejorable y servicio espectacular. Su cocinero y propietario, Marcos, se desvive por atender al comensal con las mejor calidad y servicio. Destaco la tortilla, las zamburriñas y el entrecot de vaca gallega madurada. Invkudo Le pedimos hacer un arroz con marisco, fuera de carta, y ha sido unos de los mejores arroces que hemos comido.
No encanto todo, la comida, el ambiente y el trato de 10, fuimos con nuestro peludo blanco y lo primero que hicieron fue ponerle agua. Un ambiente tranquilo y acogedor para disfrutar de una buena comida. Volveremos seguro a probar esa tarta de queso que nos quedó pendiente.
No suelo dejar 5 estrellas pero este lugar lo merece, la comida era espectacular el ambiente casero entre el viñedo muy muy rico y los camareros muy buenos aunque uno era nuevo nos lo dijo y fue honesto pero trabajo muy bien, el entrecot fue espectacular recomiendo este lugar con los ojos cerrados.
Lugar ideal para comer o cenar, la calidad precio es excepcional, esta todo perfecto, las zamburiñas riquísimas, las croquetas, los mejillones, el vino de barrantes que hacía mucho tiempo que no lo encontraba en ningún sitio, todo perfecto y el trato genial.
Típico furancho con mesas bajo unas parras ideales para verano. Con respecto a la comida destacar lo buenas que estaban las patatas fritas en general, la tortilla paisana y las croquetas de chopo. Los postres no le salieron muy bien, pero nos consta que en otras ocasiones los bordan. El camarero super gracioso y amable nos invitó a varias rondas de chupitos, y solventó de manera increíble un apagón generalizado.
Modesto establecimiento de comidas sin grandes pretensiones en la construcció, ni en la decoración, però en lo importante que es la calidad de comida, de primera divisió.
La verdad que volveremos.es recomendable 100x100. Croquetas de choco buenísimas y el cordero de lo mejorcito. Atencion de lo mejor x parte del camarero.servicio rápido y muy bueno.
Teníamos reserva para las 9 de la noche y estaba vacío, nos atendieron muy mal, el servicio lento y pésimo. Los primeros platos, unos pimientos de Padrón y unos calamares, llegaron crudos, se lo comentamos al camarero, se los llevó y nos los sirvió de nuevo refritos y llenos de aceite. La jarra grande de sangría era mala y llena de hielo, no nos llegó para nada. La tortilla paisana estaba muy salada por el jamón y no tenía nada más que algún que otro guisante. Las croquetas de jamón pequeñas y malas. Las de chopo eran congeladas y prefabricadas y eran las únicas que sabían medianamente bien. No lo recomiendo,
No hay bastantes estrellas para valorar este furancho, calidad, cantidad, amabilidad, profesionalidad, y un entorno que invita a la tranquilidad y al relax, un lugar magnífico
Justo lo que uno espera cuando visita un furancho. Situado entre viñedos y sin apariencia de restaurante, carta corta basada en la cocina local, todo rico a precio económico, buen servicio y con una terraza bajo una parra que es una maravilla.
Las zamburiñas seis por ración absolutamente impresionantes, todo el mundo pedía tortilla y es un acierto pero mejor pedir la pequeña que es para tres o cuatro personas, los pimientos de Padrón una buena ración. Éramos dos personas y no nos dejaron pedir más, lo bueno es que tenían razón. Para terminar una tarta de queso al horno y dos cafés con hielo. Total 42 €. Altamente recomendable
La carta no es muy extensa pero ni falta que hace. Las zamburiñas son las mejores que he probado, con una salsa de limón y ajo de desmayo. Muy rica la zorza, las carrilleras, los calamares, los gambones, la tortilla, la ensalada. No hemos probado nada que no estuviera MUY rico. Si hace buen tiempo, mejor comer fuera bajo el emparrado, muy agradable. En verano mejor reservar porque se llena. Un sitio para repetir mil veces!
Pd: Después de pedir zamburiñas en mil sitios por la zona, puedo certificar que aquí sirven las MEJORES ZAMBURIÑAS DEL UNIVERSO:) :) :)
Lugar muy tranquilo y bonito para comer entré viñedos. La comida muy rica (la tortilla paisana riquísima), los camareros muy atentos y agradables.precio ajustado. Para repetir en futuras ocasiones.
Un furancho siempre es un acierto. A este fuimos por casualidad y nos llevamos una grata sorpresa. Raciones grandes y a buen precio. Repetiremos. Totalmente recomendable.
Lugar acogedor y con mucho encanto, cenar bajo una viña en una noche de verano. Muy buen trato por parte del personal. La comida riquísima, pero a nuestro parecer las raciones eran demasiado pequeñas.
Cenar bajo las parras de albariño y con una decoración curiosa. Puedes aparcar el coche bajo ellas también ya q en estos sitios el aparcamiento es fastidiado. Comida rica y postres ricos. Aceptan reservas.
Se come bien. De precio al estilo de otros furanchos, quizá un pelín más caro. La tortilla paisana espectacular, la ensalada buena, y las croquetas quizá lo que menos gusto. Lo que si cambiaría es la música, dos horas de reggaeton acaban cansando. Al sitio le pega algo más tranquilo.
Me ha encantado, sitio bonito, buena comida, rápidos, amables y buen precio. Merece la pena visitarles y sentarse en su hermosa terraza. Hay que pedir cita
De los mejores furanchos que he visitado. Las zamburiñas y la tortilla son de 10. El lugar para comer bajo una parra es paradisiaco. La atención ha sido muy correcta y cercana. El detalle del cocinero de ir mesa por mesa preguntando que tal la comida ha estado a la altura de los grandes. Repetiré siempre
El trato bueno, pedimos pimientos y croquetas y estaban muy ricos, pero la tortilla que pedimos estaba malisima, la patata estaba sin hacer, dura y sin sabor.
La comida espectacular. Hemos venido mas veces (la ultima puse 5 estrellas) pero esta vez el servicio muy pachorron, tardaron mucho en atendernos, la comida a destiempo y la musica excesivamente alta para el paraje natural dónde está. Si vuelvo espero poder poner de nuevo las 5 estrellas.
Comida deliciosa y en grandes cantidades, trato amable y servicio rápido. Un extra es el aparcamiento con sombra bajo los viñedos. Eso sí, importante saber que no se puede pagar con tarjeta. A mi me ha gustado… Casualidad que el día que hemos ido, hacía un calor de la hostia, pero vamos muy bien
Me habían dicho que ya no había verdaderos furanchos, pero por la descripción diría que es uno de toda la vida. Comer entre viñedos, al fresquito bajo una parra. Una pena no haber ido más de dos personas para probar más platos. Gran y sabrosa tortilla paisana (con jamón, chorizo, guisantes y cebolla) y un plataco de zorza con patatas buenísima y blandita, la tarta de queso muuuuy buena. Si sobra algo, te lo ponen para llevar (botella de albariño y cuña de tortilla que sobró). Personal muy amable. Furancho bonito, limpio y con encanto. Recomendable 100%
Fuimos de casualidad. La tortilla paisana, las croquetas de jamón muy recomendables. Y sobre todo el sitio es maravilloso. Comimos debajo de unas parras y el precio muy bueno. Diez euros por persona
Es un lugar para comer como si estuvieras en casa. Tanto el aparcamiento como las mesas están cubiertas por parra, lo que te hace darte cuenta que estas en las rías baixas. La comida riquísima y súper rápido el servicio. Sin duda volveré
Esta muy bien para ir a comer en grandes grupos (ahora por covid algo más difícil, pero de normal esta muy bien) y la relación calidad-precio es muy muy buena.
No es el mejor furancho que hemos visitado. Tiene variedad de platos, pero también de calidad variable. Las raciones son buenas, y los postres sabrosos. El vino de la casa lo mejor. Y no acepta pagos con tarjeta.
Primera vez que comía en un furancho y sólo tengo buenas palabras. Todo lo que comí me encantó, la atención estupenda y el ambiente y el paisaje una maravilla. Con ganas de volver en cuanto vuelva a Meaño
Nos ha gustado mucho a los 4 (comida familiar). Hemos comido muy bien en la terraza, debajo de la sombra de la parra con una temperatura genial. Hay que probar la tortilla paisana, las zamburiñas (casi vieiras) y las croquetas. Postres caseros muy ricos. Buena atención por parte del personal y luego el Chef suele pasar por las mesas y preguntar si ha gustado la comida.
Un sitio especial para comer entre las vides, bajo una parra cuajada de racimos de uvas. Comida excelente, Rica y en su punto. Precio módico y personal amable. El vino de la casa, tirando a excelente
Sitio muy chulo y con precios de taberna de rias baixas. 12 € zamburiñas 10€ chipirones, 4,50 € pimientos de padron y 10 € cordero guisado. Las raciones no son muy grandes. Muy atentos los camareros
Furancho que no tiene apariencia de tal, bastante modernizado que parece un restaurante, no un local enxebre. La comida bastante bien. El vino no nos gustó. Servir un barrantes en copa en un furancho, no es lo que esperamos. Buenos postres y café. Y el servicio bastante mejorable.
El vino de la casa nos dejó mucho que desear, demasiado poco sabor para ser albariños. Por otro lado, pedimos tortilla, croquetas y cordero, salvándose medianamente las croquetas, aún siendo escasas. Nos esperábamos bastante más.
El trato es estupendo, cercano pero profesional, si tenéis dudas con la carta dejaros aconsejar. Probamos los calamares, la paisana, pimientos y croquetas. Raciones ricas y abundantes. El sitio tiene encanto, suele ser recomendable reservar con antelación.
Nos encantó. El emparedado encima de las mesas es precioso. El trato fenomenal y las navajas.las mejores que hemos comido nunca. Muy ricas también las croquetas de choco.
Raciones grandes, muy sabrosas, y de calidad. Los calamares poco grasos, la zorza con poca grasa. ¡muy bien! Y la camarera es encantadora. Si tienes perro, y se comporta, los aceptan con cariño. Recomendable.
Furancho típico para disfrutar de un buen vino albariño o barrantes acompañado de raciones bien preparadas y a buen precio. Recomiendo la zorza. Riquísima!
Todo riquísimo! Comimos tortillas tanto normales como las paisanas de jamón, chorizo y guisantes. Calamares deliciosos.basicamente no le pongo pega ninguna. Servicio rápido, camarera muy agradable y precio razonable. Volveremos sin dudarlo.
El sitio esta muy bien, parking privado a la sombra de las parras. Atienden rapido y la comida la sirven pronto. Todo muy bueno y muy rico. Recomendado