Hostal Plaza

Tanto la atención, ubicación, limpieza, precio, comida fresca.todo excelente.
Recomiendo venir y disfrutar la experiencia.

Después de reservar dos semanas antes telefónicamente, al llegar allí no tenían la habitación y su solución fue: que nos buscásemos la vida.
El sitio es cutre, sucio, el personal es maleducado y desinteresado. La forma de trabajar escribiendo en una libreta a lápiz da lugar a equívocos (o borran lo escrito cuando les interesa o conviene). La seriedad es nula. Para colmo el dueño del local no dio la cara ni un segundo; recuerdo su respuesta desde dentro de la cocina: “que se busquen la vida”. Lo único que tiene este tugurio es una buena ubicación y una chica que al menos se disculpó, por el resto vale menos que un contenedor. De lo peor que me he encontrado en toda mi vida. No volvería a el ni a entrar en el baño, aunque creo que hay más cucarachas fuera que dentro de él…

Estuvimos tomando una cerveza en la terraza que está muy bien y desde donde se ve toda la plaza. Eso es todo lo bueno, la cerveza caliente, Coca Cola sin hielo, del agua se olvidaron y tardaron lo suyo en traerlo todo

Personal agradables, menú del día a buen precio comida sencilla pero en relación total con el precio

Hostal con inmejorable situación para recorrer el casco viejo. Decoración desfasada pero limpia y práctica. Doble ventana al exterior que amortigua los ruidos. Con ventilador imprescindible en verano. Sin ascensor. A pesar de ser temporada alta no incrementan el precio. Empleadas muy atentas. Destaco Ubicación, atención, precio y limpieza.

Tras una mañana de paseo por la zona de Ribadavia junto a la familia, decidimos comer por el centro. Ante la alta demanda y tras recorrer varios bares próximos que estaban completos, decidimos probar en este establecimiento, que ya de pronto nos dio que pensar la escasez de gente. Pedimos el menú de 14 euros, el cual destaca por la ausencia de variedad, pues te dan a elegir entre 2 primeros y 2 segundos. Escogí como primero melón con jamón, la cantidad abundante, el problema radicaba en el sabor, por un momento me llegué a preguntar si a aquel pobre cerdo del que sacaron el jamón le habían estado suministrando agua de mar, puesto que tenía mas sal que una desalinizadora. Como segundo pedimos paella para compartir (antes de adentrarme en el segundo me bebí litro y medio de agua para calmar la sed que me provocó ese primer plato). Cuando llega la paella, lo primero que me llama la atención es el tamaño de los langostinos, eran pezqueñines! Eso debería estar prohibido pescarlo, eran langostinos bebés! Los mejillones tenían un color grisáceo, color que al probar la comida pude comprender, la paella era congelada! Tenía mas sabor el agua de Mondariz y eso que dicen que es insabora. Debo decir que por el precio del menú me esperaba algo más elaborado y puedo decir que lo mejor que comí fue el trozo de tarta helada del postre. Cocina decepcionante.

Es de agradecer que cuando los hoteles y casas de alquiler temporal se suben al dólar con precios desorbitados aprovechando el boom turístico actual
En el hotel Plaza es de agradecerles que mantengan el precio habitual de una habitación por 38 euros
La relación calidad precio, ubicación y trato humano, es inmejorable en la zona del Ribeiro
No duden
Lo recomiendo