Hostal Pumar

Hemos parado a comer, a pesar de ser a una hora tardía nos han atendido como si fuesen las 13, le cocinero y la camarera de 10. Buen menú no dejéis de probar el flan casero de huevo!

ATRACO a cara descubierta. Un café cortado y una tostada con tomate de BOTE 5.50€, y mi amigo un café con leche y una tostada con jamon en LONCHA barato 6.50€. UN ROBO

Ni he comido en el hostal ni he dormido en el. Al pasar por la puerta mi pareja ha pedido permiso para pasar al baño, y le han concedido sin problema. He pasado yo tras el con nuestra hija que también tenía urgencia y cual ha sido nuestra sorpresa al salir que la señora maleducada tras la barra estaba a voces con mi marido quejándose de que entrábamos como pedro por su casa sin consumir nada. Ante la queja mi marido ha querido compensar pagando el servicio de aseo o comprando una Cocacola, pero la señora maleducada ha seguido quejándose y hablando mal, por lo que no le hemos pagado nada, no se lo merece.

Hemos comido mi familia y yo en el restaurante. La experiencia fue buena, la comida bien, el ambiente muy tranquilo y el servicio rápido y muy amable.

Buen sitio para dormir y comer y si eres motero mas, el trato fabuloso, buenos profesionales, súper recomendable.

Para un alojamiento sin pretensiones, económico, limpio, bien situado y que te pone fácil desayuno, comida o cena, ideal.

Penoso, trato muy amigable pero pedimos "sopa de lentejas" y nos dan lentejas de bote calentadas, de segundo plat pechuga de pollo con patatas congeladas. Entendimos porque eramos los únicos comensales!

Hicimos reserva, dijimos que llegábamos a las 9,30 nos dijeron que no había problema y cuando llegamos estaba cerrado nadie nos cogía el teléfono y tuvimos que buscar a prisa y corriendo en otro pueblo
Gente súper informal

Era nuestra última parada en el Camino, íbamos 4 personas y reservamos nuestras habitaciones con semanas de antelación. Nuestra sorpresa fue tener las habitaciones separadas en EDIFICIOS TOTALMENTE DIFERENTES.
El colchón de la habitación tocaba la madera y la almohada.mejor ni hablar de ella.
El trato de la chica fue excelente.

Una maravilla, la comida está increíble y la gente muy amable y cercana. El hostal por su parte se encuentra en excelentes condiciones, buen sitio para tanto comer como para dormir y disfrutar de santiago.

Hostal muy bien situado cerca de la catedral.propietarias muy amables, habitacion buena y comoda para descansar despues de una etapa del camino, un `pero han subido el precio como si fuese un hotel, creo que han transpasado el hostal y los que regentan ahora se pasan con el precio.

Nos han tratado muy bien, la habitación limpia, el restaurante que llevan, se come bien y barato