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Paramos a cenar sin grandes perspectivas; NOS HA ENCANTADO, el servicio muy bueno, personal muy atento, la comida exquisita, el pescado fresco, navajas buenísimas, la terraza preciosa y la música perfecta. Sin duda alguna, ha sido una muy grata sorpresa.
Reunión anual de amigos. Comida abundante, precio razonable, buena atención, siempre cantamos, cómo en otras ocasiones, y en otros sitios, los y las camareras bailaron y cantaron con nosotros.
Cogimos 2 habitaciones, una con vistas a la playa, (muy buena), otra que daba a la parte de atrás del hostal. Esta última las mantas y la cama estaban húmedas. Mala insonorización en habitaciones, el parking es gratuito pero el coche roza en el suelo al entrar. No se pudo pagar con tarjeta. Ni Buzum. Datáfono averiado. Hay que llevar efectivo suficiente.
Cada vez que venimos a Galicia no perdemos la oportunidad de comer en este restaurante, la comida está deliciosa, el servicio de camareras muy atentas y l@s cociner@s muy profesionales.
Fui varias veces durante el verano, tiene una terraza muy chula perfecta para tomar un buen café y un pedacito de tarta (muerte por cholcolate y la de manzana.) que están de muerte! El trato fue siempre estupendo! Recomendable 100%
Comida riquísima, trato muy amable y servicio más que correcto. Se agradece que no se pueda fumar mientras comes… la terraza es súper agradable, con el mar tan cerca.
Un sitio ideal para comer, acepten sugerencias, nosotros nos dejamos aconsejar y acertamos. La ubicación magnífica, con vistas a la playa y en la terraza bajo una Parra.
Excelente sitio para tomar algo en cualquier momento del día. Tiene una terraza espectacular con vistas a la playa de San Francisco. La comida muy rica con una muy buena relación calidad/precio. Por último, pero no por eso menos importante, el trato recibido es de 10, una atención inmejorable, con un personal muy amable y siempre con una sonrisa en la boca. Totalmente recomendable, nosotros volveremos sin duda
Comida casera, muy rica y muy buen trato. Una sombra de parra en la terraza exterior muy agradable. Vinimos sin reserva a segundo turno y la espera, fue corta. Muy buena música en la terraza.
La comida buena aunque un poco excasa pero la atención salvo q seas un cliente conocido hacen como que no te ven y te ignoran pasando los clientes habituales antes que tu, teniendo reserva y estando sentados los primeros estuvimos esperando un rato nos tomaran nota y luego otro rato largo por el postre. Ya no digo a la hora de pagar. Entré dentro soy la primera de una fila de 5 y veo como fulanito mira tu cuenta mengatino toma la tuya y yo 20 minutos allí plantada de primera sin q me hicieran caso una vergüenza. Un gesto muy feo que no me gustó nada
Excelente relación calidad precio. Hemos probado casi toda la carta: chipirones fritos, berberechos, navajas, mejillones, empanada de calamar en su tinta, empanada de zamburiñas, raxo con patatas y sargo. Las raciones muy generosas y las navajas superiores. Quizá lo más flojo ha sido el postre, (hemos probado tarta de queso al horno y tarta de chocolate con naranja) ; la tarta de queso al horno estaba rica. La atención ha sido estupenda; nos han dado también recomendaciones para hacer rutas por la zona. La terraza a pesar de dar a la carretera, bastante tranquila y con vistas a la playa de San Francisco, que estaba espectacular. Justo en frente hay un parquecito para dormir la siesta después de la buena comida. Hemos comido todo eso con dos copas de vino y dos cañas más tres refrescos por 106 euros (5 personas). Restaurante muy recomendable. Gracias
Hicimos una reserva para comer 4 personas. A pesar de que la comida está muy bien hecha, el resto es un auténtico caos. Para empezar no tienen los precios expuestos, lo cual me parece poco transparente. Simplemente tienen una pizarra escrita a mano con el menú y a la hora de cobrarte hacen las cuentas a mano sin tener ni idea de lo que te van a cobrar. Eso está bien para un furancho, pero no es el caso, si se hacen llamar "restaurante" (a pesar de que en la respuesta del local dicen que sí, en ningún momento se nos facilito ningún QR y la pizarra sin precios puede verse en la foto que adjunto. Ni ticket nos han dado, simplemente han hecho las cuentas a boli en una libreta). El personal amable, aunque nos atendió una camarera rubia con mucho desparpajo a la hora de tomarte nota pero estuvimos más una hora esperando por el segundo plato, del que se había olvidado. Ni pedimos postre ya para no tener que esperar otras dos horas. A pesar de disculparse diciéndonos que "somos humanos y un error lo tiene cualquiera", cuando le pedimos la cuenta en numerosas ocasiones (y después de llevar allí más de dos horas desde que nos sentamos) vuelven a tardar otra media hora hasta que terminamos por levantarnos e ir a pagar a dentro. Entiendo que un error lo puede tener cualquiera pero en otros sitios en los que me han pasado al menos han tenido el detalle de invitarme al café y disculparse de mejor manera.
Terraza agradable en primeira liña de praia. As navallas moi boas, trato estupendo, fixéronnos sitio para comer a pesar de ter todo completo. Prezo correcto (tendo en conta que Louro é moi turístico). Xente estupenda. Gracias!
Lugar acogedor a la sombra de una Parra, por la noche con música ambiente y una iluminación tenue, el raxo riquísimo jugoso y con sabor, y las navajas grandes y sabrosas, hasta la lechuga me recordaba a la que plantaba mi abuela muy rica. Y el personal muy amable y atento unas chicas encantadoras.
Una carta muy atractiva, una comida calidad/precio de 10 y las camareras … increíbles! Que a finales de Agosto tengan esa sonrisa y esa amabilidad es increíble! Un 10 no, un 20 para todas ellas.
Ci siamo stati due sere Personale cordiale e preparato Piatti ottimi e prezzi competitivi Consigliato vivamente anche per la colazione La terrazza si affaccia sull’oceano e la vista è bellissima
Familia de cuatro: pareja e hijos de ambos. Acabamos de entrar y acabamos de salir. Un solo motivo, abundando en el comentario de hace unos días del Sr. Isidro: la señorita o señora camarera de pelo rubio recogido, delgada y de unos 55 años nos ha resultado de trato maleducado y antipático. El trato con el público y clientela requiere otro tipo de carácter para bien del negocio. Mesas ocupadas por ser la hora que era: 15 h. Entendible, por supuesto. Otra camarera joven y cortes nos pregunta para tí ar algo durante la espera y le pedimos tres refrescos. Le preguntó si sabe APROXIMADO el tiempo de espera para dispone= de mesa y educadamente nos dice que hay que preguntarle a la otra camarera alegría antes. Al pasar por nuestro lado le hago la pregunta y responde con nula simpatía, mala cara y apenas sin mirar a la cara, aduciendo solo que hay que esperar. Entendemos lo de esperar, insisto. Lo que no entendemos son sus desagradables formas antipáticas y de poco saber tratar al cliente. Agradecemos el trato educado de la otra compañera joven, pagamos los refrescos y nos vamos educadamente sin hacer comentario alguno. Quizás tenía un mal día la chica.y otro anterior con el cliente Sr. Isidro.
Resumen: no valoro calidad ni precio del local, pues no tengo argumentos objetivos para hacerlo. Volvería a ir, quizás, pero no me gustaría ser atendido por dicha persona.
Experiencia maravillosa. Producto de calidad. Buena cocina. Atención profesional y esmerada. Dieta para celíacos de máxima seguridad. Repetiremos sin duda.