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Esta mañana he ido acompañada de una persona inmunodeprimida. Llevábamos nuestra correspondiente mascarilla. Una clienta la llevaba de cubrepapada y se dedicaba a berrear por teléfono con ella puesta. Ante mi sorpresa de que el personal no le llamaba la atención, lo hice yo, la señora me increpó. Le comenté a la dependienta que ese era su trabajo no el mío, no hubo respuesta. Además no había desinfección del mostrador ni del vestuario entre cliente y cliente. Como le comenté a ella, que se produzca un contagio en su comercio no les va a dar muy buena prensa.