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Hemos pasado unos días el pasado junio y todo genial. El sitio es precioso y todo está súper cuidado, la gente que del hotel súper agradable, las habitaciones amplias y cama cómoda. Ya tenemos ganas de repetir, recomendable 100%.
Hotel espectacular, ideal para pasar unos dias de relax, y con un personal magnifico en el que te atienden como si estuvieras en tu casa. Hemos estado muy agusto y queremos daros las gracias por la estancia. Un saludo y abrazo desde Bilbao.
Uno de esos sitios al que sabes que vas a volver. Además de ser un hotel precioso y con mucho cuidado en el detalle, cabe destacar el inmejorable trato por parte del personal. Magnífico desayuno.
Un hotel precioso, con un desayuno increíble de rico y muy variado. Tiene piscina y está lleno de rincones preciosos para charlar y celebrar la vida. Pero lo mejor, Gus, encantador y muy divertido.
¡Experiencia excepcional en este hotel! Además de la estructura cómoda y bien cuidada, el propietario hizo que nuestra estadía fuera aún más placentera con su simpatía y disponibilidad. Desde el momento en que nos registramos, el propietario nos recibió con una cálida sonrisa, muchas risas y nos hizo sentir como en casa. Siempre estuvo dispuesto a ayudarnos con cualquier solicitud que tuviéramos y nos brindó información valiosa sobre el área. Pero la verdadera sorpresa fue la cocina del hotel. Cada comida que tuvimos fue simplemente deliciosa. Preparado con el corazón gracias al secreto de Asunción. Además, el hotel estaba limpio y bien mantenido. Las habitaciones eran espaciosas y cómodas, y ofrecían todo lo que necesitábamos para una estancia agradable.
Pequeño hotel de diseño muy elegante a unos 10 minutos cuesta arriba del centro. Estábamos en el Camino de Santiago e inmediatamente nos proporcionaron bebidas de una manera muy amable y pudimos relajarnos en el jardín y en la piscina. Nuestra habitación era grande y las camas cómodas. Teníamos una vista maravillosa del mar. El desayuno solo está disponible a partir de las ocho y media, lo que puede ser demasiado tarde para los excursionistas. Pero hay una hermosa pastelaria nueva (Batido) en el pueblo, que hace pasteles con mucho amor.
Es un Hotel con mucho encanto. Cuenta con un jardín muy cuidado y agradable, las vistas a la bahía de Finisterre le dan un aire exótico. Las zonas comunes y las habitaciones tienen una decoración de estilo colonial muy agradable. Óleos adornan paredes de piedra y combinan con dibujos modernos sobre paredes blancas. Desayuno en una pérgola acristalada en el propio jardín con vistas al mar. Varios dibujos de Eduardo Chillida adornan la estancia. Esta situado junto a la senda que baja a la playa del Mar do Fora, y otra que va hacia el Faro por el bosque, lejos del “ruido” del puerto. Tiene aparcamiento. Trato amable.
Hotel muito bom, otimas condições, pessoas muito simpaticas e muito afáveis. Pernoite do dia 8/10 para 9/10 e foram 5estrelas. Quanto o pequeno almoço incluido no preço dos quartos é divinal, com muita e diversas variedades de opções. Quanto aos quartos o meu com vista pro mar muito bom otima cama conforto maravilha e vista/ sossego do outro mundo. Obrigado
Nos ha encantado todo. El interior es muy bonito, y el jardín y terraza están muy cuidados. La habitación muy limpia, y acogedora. La vista desde el jardín es estupenda (aunque un tejado la estropea un poco.jj). Está muy bien situado tanto para dar un paseo hasta el centro del pueblo como para visitar la playa 'Mar de fóra', e incluso para ver la 'playa da langosteira' para aquellos que quieran disfrutar de un paseo algo más largo. Por último decir que el desayuno también ha sido genial y que el personal que nos ha atendido ha sido muy muy amable. Repetiremos seguro.
So upset after such rude treatment from one of the the staff at this hotel who screamed at us at breakfast for arriving 5 minutes early and again for trying to pour milk from one of the jugs once breakfast was open. Terrible treatment of guests that wanted to unwind after hiking the Camino. The hotel is average at best and far from town. I definitely would not recommend.
This is a very charming little hotel. Santiago runs the place and literally runs from point to point fulfilling all your needs. The rooms were lovely and the common spaces delightful. It rained while we were there but the pool looked so tempting. The most spectacular feature was the food. Our dinner the first night included the biggest mussels I have every seen and they were so tender, cooked to perfection. One of the dishes the second night was a mushroom risotto that was to die for. The house wines were brilliant and we are very picky!
Absolutely perfect boutique hotel. Very comfortable and gorgeously decorated rooms and public salons. The bathrooms, complete with tubs and bidets are an oasis of recovery after a long Camino walk. The staff are wonderfully hospitable, personable, and effective. The restaurant is extraordinary. I would give this 10 stars if I could. Strongly recommended.
Un hotel encantador, decorado al detalle y con mimo, desde el interior hasta su jardín. En la parte exterior disponen de un comedor donde por tamaño y según la época será conveniente reservar, pero al que recomendamos ir alguna vez, su cocina es de gran nivel. También disponen de bar con terraza donde poder disfrutar de muy buen ambiente. En nuestro caso, la habitación era acogedora y muy limpia y el trato por parte de todo el personal fue de lujo.
El hotel muy acogedor, decorado con mucho gusto, el personal encantador y muy atento. Tienen un servicio de masaje Tailandes q hace Linda que es increíble y ella súper agradable. En general todo espectacular, la zona exterior muy bonita y con vistas al mar. Nos faltó probar la cocina, volveremos. Ideal para descansar y desconectar.
Maravilloso lugar y maravilloso servicio. Si quieres disfrutar de un lugar único, y de personas increíbles hazles una visita. Gracias a Agus y Aitor. Sin duda volveremos. No hay 2 sin 3 ;)
Nada más llegar, nos preguntaron sobre los horarios para organizar la atención con las comidas. La cocina, de la mano de Aitor, de 10. Augus, muy pendiente de que estuviésemos a gusto. Santi, nos puso unas copas estupendas. Lo mejor? Todo! Te hacen sentir que eres el único huésped. Amables, cercanos, y de una elegancia exquisita en el trato. Habitaciones cómodas y limpísimas. La casa, preciosa y llena de detalles. Sin duda, para repetir una y mil veces. Mucho mimo y detalle. Trabajo impecable. Nos ha sorprendido gratamente.
Excelente ubicación, cuidado en cada detalle del Hotel y su cocina! Nos recomendaron su Lasagna de Foie y no tengo palabras para describir su sabor…seguimos con pescado, fresco y muy sabroso.
Trato personalizado, cercano y cariñoso. Instalaciones con accesos estupendos y un esfuerzo constante por hacernos sentir como en casa y en familia. Gracias a todo el personal por vuestro servicio. Es de los lugares que te apetece volver a visitar. Muchas gracias por hacer de Finisterre un recuerdo inolvidable.
Lo venden como hotel rural y está en medio de una urbanización. El precio de la habitación es excesivo por lo que en realidad es, esto no quita que descansamos muy bien. El personal algo borde. El desayuno escaso (a no ser que quieras pagar un suplemento del cual no te informan en ningún momento), a pesar de esto, el desayuno era bueno. Las vistas podrían ser fantásticas si no estuvieran obstruidas por las casas de los vecinos.
El establecimiento dispone de una zona chill-out muy agradable y bien cuidada.
Un sitio fantástico para pasar unos días el Costa da Morte. Antigua casona rehabilitada con mucho gusto. Habitaciones amplias y limpias. Vistas muy buenas y personal super amable. Para volver.
El hotel con encanto, el personal es estupendo, desde el dueño a todos los empleados, es muy familiar, nos sentimos como en casa. Muy recomendable, si vuelvo a Finisterre no dudaré en volver a quedarme allí.
El trato recibido desmerece totalmente el encanto del hotel y no se corresponde en absoluto con lo esperado dado el precio de la habitación doble, por la que pagamos más de 160 €.
Llegamos tarde debido a un desvío de tráfico ocasionado por el incendio reciente de Ávila. Avisamos por el camino de este hecho. A nuestra llegada la cocina aún estaba abierta, pero no podiamos cenar en el interior del restaurante por no tener reserva. Esto es perfectamente entendible debido a restricciones covid.
En el jardín donde había mesas libres no era posible tampoco. A pesar de que en la habitación hay una carta de comida que supuestamente puedes pedir y el propio hotel vende productos delicatessen en recepción, la persona que nos atendió no accedió a proporcionarnos alimento alguno y, a cambio, nos facilitó el teléfono de una pizzeria del pueblo alegando que no podía garantizarnos sacar nada de la cocina.
Entendiendo las restricciones covid que exigen reserva para garantizar el aforo en del restaurante, no se entiende que despaches sin más a unos clientes que llegan tras un viaje en el que tuvieron complicaciones y que están pagandote 160 € por dormir. Habría sido muy fácil "inventar" una solución, como sacar pan de la cocina y venderte una lata de mejillones sabiendo que era una hora donde ya no era planteable ir a otro restaurante del pueblo.
No contentos con esa pésima recepción, al día siguiente bromeaban preguntando si seguía enfadado.
Hotel muy rural normal. Acceso difícil. En la forma de tratarnos cómo clientes me pareció en algunos momentos un campamento juvenil con algún toque de atención injustificado a pesar de las medidas COVID. Me echaron de la mesa Cuando fui a tomar un segundo café con mi familia porque ya había desayunado antes. Nunca me había pasado
Es un hotel rural con encanto que tiene una decoración muy cuidada. Tiene un pequeño parking de arena para dejar el coche. La limpieza estaba bien, pero en la habitación hacía mucho calor.