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Sitio con estilo y muy elegante. Los empleados me hicieron sentir cómodo desde el primer momento, especialmente Inés, chica muy maja e igual de elegante que me dió buenos consejos para realizar mi compra. Muy recomendable.
Crecer en el mundo de la joyería y de la relojería de lujo es una quimera. José Calvo y su esposa Azucena han sabido hacia donde crecer, y no ha sido precisamente hacia esas "tierras secas frías de gente austera y casas solariegas en ruinas" el olfato le ha llevado a lugares de gente noble y trabajadora. Ellos han emigrado desde Ponferrada a Coruña, mas llano hubiera sido el camino, ir a esa Castilla ahora vacía, vieja y pobre. Con gran visión fueron hacia donde se progresa y en Coruña son la referencia. Llama la atención su servicio de post-venta, pilar de una atención al cliente algo que otros descuidan y muchos externalizan. Vender hay muchos que venden, pero cuidar al cliente es otra cosa, algo que ya no se ve pero que en Calvo está y muy presente. Os deseo otros 60 años de éxitos
Me veo en la tesitura de dar las gracias por el trato recibido. Se me rompió un pasador de mi reloj al viajar en moto desde Sevilla y me lo repararon sin coste y en 15 min. ¡No me quisieron cobrar y lo llevaron incluso al taller! Se merecieron la propina que les dejé. Gracias.
Esta es una joyeria / relojería de las mejores en cuanto a trato con las personas. Tienen una cosa muy importante para mi que es su joyero propio que te puede hacer una joya que tu diseñes al igual que una grandes piezas de marca. Es una joyería para todos los públicos ya que tienen piezas de todos los precios. Al igual que los relojes desde relojes de menos de 100€ hasta piezas únicas. Yo le pongo un 5 por todo el conjunto ya que abarca a todo tipo de público y su página web es digna de ver para que veáis que lo que digo es cierto. Un saludo
Después de 20 min.esperando en la tienda sin ningún cliente dentro, llegan unas señoras y una chica se levanta para atenderlas, decidí marcharme sin que nadie me hubiese dicho ni buenos días. La atención deja mucho que desear.