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De ruta como de costumbre, me encontré este Mesón atípico. Atípico porque curiosamente una de las principales características de un Mesón, es el vino. No tienen vino propio, pero tendréis suficientes caldos para degustar. La comida casera es innovadora para ser un Mesón. Se come bien, muy bien diría, calidad precio. Destacar cerdo agridulce con arroz y resaltar la atención del personal, la camarera, una chica vivaracha y sonriente, que en todo momento estuvo pendiente de que todo estuviera perfecto, en la medida de lo posible. Si tenéis la oportunidad, pedir volandeiras; de lo mejor que he probado en mucho tiempo, de verdad. Menús por 9 o 12€. También fuera de carta.
Pequeño bistró de barrio con opciones limitadas para cenar. El servicio fue fabuloso, básicamente solo español. Los tacos de cordero estaban deliciosos. La ensalada César era enorme, suficiente para 4 personas, con tomates y trozos de chuleta de pollo empanizados y carne picada. Barato.
La comida espectacular, la chica que nos atendió majisima y las recomendaciones que nos dio un acierto total, el cachopo buenísimo y las zamburiñas increíbles también y todo nos lo trajeron con mucha rapidez. Recomendable 100%. Es un sitio un poco apartado del centro pero merece mucho la pena y la calidad precio de 10.
Trato muy cercano y atento. Hubo un problema con una bebida (que yo no me habia percatado) y lo solucionaron atentamente. El menú del día, calidad-precio muy buena. Al estar ligeramente alejado del centro, el ambiente es mucho mas tranquilo.
Pues todo iba bien hasta que la cocinera salió a dar de comer a un perro y empezó a acariciarle y cocarle con los guantes que no se cambió para seguir cocinando.
Pedí una cerveza y había dos personas conmigo en el local y dos fuera en una mesa que tienen. Me pusieron la caña y un plato con dos pinchos, uno con un mini pansito con una moneda de dos euros de fiambre y una pizca de atún y un punto rojo, que parecía pimiento. Todo de ayer o anteayer. El otro un pedazo de cruasan con una hoja de lechuga que parecía había atravesado el desierto y una especie de ensaladilla, que por si, ya no probé.