Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Debimos seguir una señalización no conveniente porque era una vía no apta para vehículos de turismo. Muy pedregoso y con grandes baches sin lugar adonde dar la vuelta; aunque las vistas eran espectaculares y compensó las penalidades.
Bonito mirador, al que se llega desde la playa de Xiloi, tras una caminata por unas "interesantes" cuestas. Se tiene una magnífics vista de la isla Coelleira, reserva ornitológica de relativa importancia. El paseo discurre entre bosques artificiales de eucaliptos, que sin quitarle encanto, le hacen demasiado urbanizado. No recomendable para ir con niños porque además de la dificultad del terreno, no pueden ver mucho del paisaje al tener alto matorral por la parte del mar
Es difícil llegar en coche que no sea un todoterreno. Es para ir en ruta senderista o en bici. Depende de la época el camino está más o menos cuidado. Tiene máquinas para ejercitarse, pero están lejos de zonas habitadas, no está muy claro porqué se pusieron. Las vistas son únicas eso sí. Por allí pasan la sexta etapa del " Camino Natural de la Ruta del Cantábrico" y la ruta PR-G 156 por la costa de O Vicedo
Un horror. Un camino horrible para llegar a un mirador absurdo con unaa máquinas de ejercicio para ancianos que ya te digo yo que no llegan allí y menos con ganas de hacer ejercicios. A un kilómetro del mirador por el camino hay vistas mucho más bonitas que desde el mirador
Desde el aparcamiento al mirador hay un paseo precioso, aunque no es apto para sillas de ruedas o de bebé. El mirador ofrece unas vistas preciosas, merece la pena la visita.
Muy buenas vistas, pero muy abandonado. Hay maquinas para hacer ejercicio que muy pocas veces se han usado. Andando hay un buen paseo al sol casi todo el camino y en coche conviene llevar un coche alto o 4x4 en algún tramo corto.