16 diciembre 2022 3:53
Inspeccionando por dentro la batería militar B-9 de #Monticaño en #Pastoriza

Situada en el municipio coruñés de Arteixo, y proyectada en 1926, la batería fue artillada en 1930 con 4 cañones Vickers de 152,4/50 mm, como los que aún se pueden ver en la Batería J-4 de Cabo Silleiro, en Bayona (Pontevedra).

Su función era proporcionar una cobertura secundaria a la defensa del Golfo Ártabro, cubierta principalmente por los dos enormes cañones Vickers de 381 mm de la Batería B-8 del Monte San Pedro, en La Coruña

Las piezas de artillería de la B-9 de Monticaño fueron fabricadas por la Sociedad Española de Construcción Naval en Reinosa, Cantabria, en 1928.
Se le asignaron concretamente las piezas 25,26,27 y 28, según apunta la página Baterias de Costa y Anti-Aéreas de Cartagena.

Para la puntería disponía de un telémetro de 12 pues adosado a una alza directora Vickers, incrinómetro y anteojo estereoscópico, todo ello situado en un fortín en lo alto de la batería.
En lo alto del fortín e construyó, además, un pozo para una pieza de artillería antiaérea de 20 mm.

La batería fue desartillada durante la Guerra Civil, pasando sus piezas en 1937 al crucero auxiliar "Mar Cantábrico" y en 1938 al crucero ligero "Navarra".

Al acabar la guerra, los cañones Vickers volvieron a Monticaño, permaneciendo intactos allí hasta su taponamiento en 1985 según apuntaba La Opinión de A Coruña

Por entonces la batería dependía del Regimiento de Artillería Mixto nº2 (RAMIX 2), con sede en Ferrol.

En 1990 el Ejército dio orden de desartillar todas las piezas, siendo retirados los cañones Vickers de Monticaño por los propios artilleros que aún permanecían en esta batería.

Como apunta Manuel Calavera en su magnífico blog (es un sitio de referencia para informarse sobre las baterías de Galicia), el 6 de octubre de 1998 el Ministerio de Defensa firmó un convenio por el que cedió las instalaciones al Ayuntamiento de Arteijo, incluyendo dos piezas de artillería antiaérea muy similares y que fueron instaladas en la batería en la década de 1950: uno de los FlaK-18 originalmente entregados por Alemania a España durante la Guerra Civil Española y un ejemplar de su versión española, el Trubia FT-44 (de este modelo es el que se conserva en la Batería B-8 del Monte San Pedro).

Lamentablemente, estas piezas están muy abandonadas.
El Ayuntamiento pidió a Defensa su retirada en 2015 debido a su mal estado.
Estaba previsto que las trasladasen en 2016, pero el día que hice estas fotos (6 de agosto de 2017) aún permanecían allí.

El convenio de cesión permitía al Ayuntamiento instalar un parque recreativo en la batería, pero sin destruir el armamento ni hacer intervención alguna en él, ya que todo el armamento sigue siendo propiedad de Defensa.
Hay que señalar que, curiosamente, la zona de seguridad de la batería aún fue cancelada por Defensa el 20 de enero de 2006.

A día de hoy la situación de la batería es de cierto abandono.
Aún se conserva en ella una galería de tiro que todavía usa la Guardia Civil para hacer prácticas, en la zona baja de la batería.

En la carretera de acceso hay un pequeño monolito con una granada, antiguo emblema de la artillería española.

Se estructura en 3 niveles

Su situación actual de abandono es una pena.
22 mayo 2022 16:52
Parque moi ben coidado, grande, tranquilo e con vistas a Meicende por un lado e polo outro ao porto exterior da Coruña.
25 septiembre 2020 4:54
Sé ve el puerto grande de arteixo tiene un cañón abandonado y es un lugar para dar una vuelta

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