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Es una mueblería especial Buen lugar para adquisición de muebles y complementos para casa rústica sobre todo, valen la pena la variedad de productos para el "saboreo" de los buenos caldos "vinos" de la zona de la denominación Rias Baixas. Atención exquisita, vale la pena visitarla Ojo cierra sabados tarde.
Tras haber visitado esta tienda, una vez has comprado, sales con la satisfacción de haber comprado calidad, diseño y durabilidad a buen precio. Muebles que perduran y piezas que serán parte del patrimonio de una vivienda.
Sin lugar a dudas el establecimiento más sorprendente de, al menos, la provincia de Pontevedra. Y me aventuro a afirmar que el más singular de Galicia en su categoría. Como tienda de muebles es un espectáculo, por la variedad y la calidad de todo el material expuesto. No es una tienda al uso. Lo es porque hay muebles y personal que atiende con familiaridad y profesionalidad. Pero es mucho más porque tiene una pátina de tiempo que parece haberse detenido al llegar allí. Es un Xanadú en Ribadumia.
Llegar a Vilanova Peña es una excursión programada. Es acercarse a un pueblo vinícola, en el centro del corazón de las Rías Baixas, a lo que en principio creemos que podría ser una tienda más.
El edificio que alberga la exposición no tiene una arquitectura singular, ni tan siquiera atractiva, cubierta una medianera por conchas de vieira y la fachada principal por una enredadera que disimula el anodino diseño de la nave claramente añadida a la que fue y es la vivienda familiar de la propiedad.
Una imponente araucaria nos indicará la entrada que ya da señales de prometer algo bueno al exhibir la placa de distribuidor de Valentí en un lateral y tener que atravesar una verja de forja nada convencional.
Ya en el interior nos inunda una atmósfera úinca y especial, con luz ténue, música relajante y la visión de pasillos aparentemente interminables jalonados de muebles clásicos, de complementos de decoración, de vasijas, de botellas, de carteles envejecidos… como pasear por la tramoya de óperas cuyo actos tengan lugar en la campiña francesa, en la Italia agrícola, en espacios mediterráneos, dorados y románticos. Todo para tocar, oler, combinar… hasta la pieza de apariencia más clásica y sobria rezuma diseño y calidad a lo largo y ancho de las casi tres plantas de la tienda.
Cuando henos creído sorprendernos por completo, nos encontramos con un apartado repleto de todos los accesorios y complementos imaginables para el amante del vino y la bodega. Desde estuches con aromas de cata, copas específicas para cada tipo de vino, decantadores, sacacorchos, termómetros, botelleros… y en el espacio anexo todo lo que un amante de la buena mesa pueda desear para disfrutar no sólo de la cocina, sino de la presentación, hasta el más mínimo detalle, de su mesa, su bodega, su txoko.
Un patio interior con jardín, en cuyo centro un enorme chámero nos traslada a un mundo colonial, rodeado, el patio, por un porche consagrado a la exposición de mobiliario y complementos rústicos y de exterior.
No acaba ahí la visita, pues, desde ese patio, accederemos a una exposición única en su género de piezas de clásicos reconocidos del diseño ibérico e internacional. Piezas que ya han trascendido su condición de mueble o lámpara para convertirse en piezas de museo o colección.
En definitiva, una visita obligada para cualquiera que quiera presumir de conocer los secretos de las Rías Baixas.