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Buen ambiente. Sirven tapas cada 5/10min. La primera vez que fui la mayoría de las tapas eran frías. La segunda nos sirvieron una buena cantidad y variedad de tapas calientes, que por ser un día frío fueron muy acertadas El precio de cada tapa es 2eur y te cobran al final por cada palito que queda en tu plato. Esta bueno para salir de lo común y degustar variedad de tapas.
Un sitio al que no volveremos nunca. Los camareros muy poco agradables y le ponen pinchos a las personas que conocen y a las que quieren y a los demàs no se los ponen. Muy mala experiencia
Super original, te van pasando pinchos diferentes, coges si quieres, guardas el palillo y al final 2€por palillo. Tienen también raciones, las Zamburiñas las hacen impresionantes.
Siempre es un placer disfrutar unos pinchos aquí. Precio razonable y pinchos de calidad y variados. Sistema conocido de. Cada pinchobtare un palillo, comes lo que quieras y luego pagas por los palillos del plato.
Cenamos en la terraza, y a pesar de ser sábado por la noche, en horario de cena, tuvimos la suerte de encontrar una mesa. El servicio bueno y rápido y el precio genial. Son raciones y pinchos lo que hay, pero son ricas, variadas y abundantes. Satisfacción total.
Demasiado caro en comparación con otros de su entorno. No es ético cobrar una tapa de longaniza (unos 8 cm) y pan al mismo precio de un pincho con más ingredientes y elaboración. Los vinos más caros que en lugares del entorno. Overpriced. Avoid this place if you are not local.
Bebida carísima! De los poco bares del centro que NO te ponen ningunas tristes patatas fritas de bolsa con la bebida. 2€ el pincho.maaaaaal! Los bares que más llenos están siempre son los que ponen buenas tapas!
Ya no ponen ni unas tristes patatas o aceitunas con la bebida. Consumicion pelada y mondada. Hace no mucho estuvimos y su te ponían algo de picar, ya debe ser lo han quitado y ahora 2€ el pincho bebida carísima! Cuando aprenderán los bares que las tapas es lo que llama!
Mala experiencia, el camarero, soso, seco y sin ninguna profesionalidad para trabajar con clientes. Carísimo, pinchos que te ofrecen sin aclarar si son cortesía de la casa o tienes que pagarlos y la comida, escasa y muy cara.
Vimos que daban pinchos por las mesas sin embargo no tuvimos suerte y a nosotros no nos ofrecieron. Pedimos uno de los que tenian de sobra de ofrecer y nos lo cobraron. Por lo que no se si son gratis. Estaba muy rico eso si y abundante. El postre delicioso.
Pues he ido hoy por primera y última vez (nunca me gustó de pasada ese sitio ni su personal y efectivamente, mis predicciones al respecto se cumplieron totalmente) (les disculpo porque con la basura de trabajo que tienen están quemados con los que les dan de comer, ¡craso error!).
Domingo después de samaín, Orense lleno, sin reserva… nos acabamos sentando en un local con sitio y poco más. Tampoco se podía esperar demasiado y así fue, croquetas congeladas, pulpo y zamburiñas normalitas, carrilleras decentes (siempre fueron agradecidas). Nada destacable, ni para bien ni para mal. Me hubiera gustado conocer otros locales con más personalidad.
Excelente local, variedad d vinos, las cañas d cerveza, aunque no son Estrella d Galicia, las tiran bastante bien, enorme variedad d pinchos y el personal.chapeau
Local en la calle de los vinos enfrente de la fuente de la plaza lepanto, expectaculares pinchos muy elaborados y con un resultado sabrosísimo, recién hechos el camarero muy amable y simpático, va pasando por las mesas ofreciendolos, a 2 euros el pincho y contabilizando los luego por palillo, de cada pincho, merece la pena están riquísimos y del vino albariño sin palabras, nivel 10, local recomendable 100 x 100, gastronomía española de Orense en estado puro, y de calidad.
Personal educado, estaba muy lleno el bar, he tenido que esperar 15 minutos para conseguir una mesa, pinchos a 2 euros cada, muy ricos, copa bien servida, volveré seguro.
Buenos pinchos calientes. Gran variedad que te tientan una y otra vez saliendo directos de la cocina. Lo malo es el interior, camarero con la mascarilla por la barbilla, el baño sucio con la papelera que no cabía ni un alfiler (y acababa de abrir). Detalles que hacen bajar la valoración al verlo.
Un bar que no te esperas, con infinidad de pinchos deliciosos apareciendo mágicamente desde las profundidades a través de un mini ascensor que, según el crack de Mario, comunica con el chino que tienen cocinando a destajo. Un servicio espectacular y camareros igualmente espectaculares y salaos. De 10
Pedimos en terraza una ración de berberechos y otra de mejillones. Al cabo de 15 minutos de estar esperando, nos dicen que berberechos no les quedan, tampoco había rastro de los mejillones, que tardaron como otros 15 minutos más en llegar. Y ni fú ni fá. Las navajas que nos pedimos en vez de los berberechos sí que estaban buenas, pero ya teníamos el regusto amargo de haber sido atendidos de manera deficiente.
Siempre muy bien, de diez. El trato de Josiño espectacular y los pinchos muy pero que muy bien. Un sitio para ir a menudo debido a la fantástica relación calidad precio que ofrecen.
Aparte de tener carta de pinchos y tapas te van sacando continuamente bandejas con pinchos distintos muy muy sabrosos. Esos pinchos no son gratis y pagas por el número de palillos que dejas en el plato, pero es barato
Como todo en la vida, siempre depende del color con el que se mire. Era mi primera visita a Orense y por pura casualidad decidimos sentarnos en este bar situado en el corazón de esta bella ciudad gallega que me ha cautivado. Tengo que decir que pensé que el mejor pulpo lo había comido en Baiona, pero estaba claro que tendría que venir a Orense para ver mi error. No hay mejor pulpo que el de Orense y el que probé en este local, las zamburiñas y los mejillones al vapor, las cervezas y los postres que tomamos. No puedo más que decir que es una delicatesse. Otra cosa es hablar del "calvo" Mario, de 10 su atención y simpatía. Imagino que cada uno hablará según le vaya, pero yo soy una persona que cuando me siento a gusto se lo comento al dueño o camareros. El precio de todo fue acorde a lo consumido, incluso menor a lo esperado. Conmigo ha ganado un cliente, cuando vuelva a Orense, que volveré, pasaré por su local. Lo recomiendo.
Disfrutamos de unos vinos y pinchos en su terraza al sol y todo estaba muy rico. Las raciones eran abundantes y de buen precio. El camarero muy atento y amable. Así da gusto tapear por la ciudad.
Trato agradable para la gente de diario "los locales", para los turistas deja mucho que desear, precios caros, ni unas pipas de tapa. El camarero no sabe ni servir una caña.
Bar de pinchos tapas y raciones situado en pleno centro de la zona de vinos de Ourense, en la Praza do Ferro, haciendo esquina con la Rúa Lepanto. El sistema de pinchos es similar al de una conocida franquicia, con distintos precios, indicados por el tamaño del palillo. Los pinchos son ricos y variados. Y lo que es más importante, van sacando continuamente bandejas con nuevas variedades, calientes.
Local de pinchos y tapeo de la zona de vinos. Cada día van variando y van sacando pinchos con bastante frecuencia, por lo que si no te gusta uno poco tiempo más vas a esperar. Son bastante variados y para todos los gustos, los hay más o menos elaborados. El precio es bastante bueno (sobre 1.5€ creo recordar) en comparación con otros de la zona.
Los camareros que atienden las mesas bien, pero los de detrás de la.barra, tanto uno como el otro es lo mas antipático que te puedes encontrar, van de sobrados. Les salva que los pinchos están buenos.
El rirmo trepidante en el paso de los pinchos no permite una degustación adecuada, reposada y serena de los mismos; tampoco contribuye el constante devenir apurado del servicio, ni el trasiego constante de gente, dentro y fuera del local. Aún así, calidad impecable, servicio amabilísimo y una variedad y buen gusto en las preparaciones que invitan a volver. ¡Vaya uno por lo otro!