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Un lugar muy bueno para parar y tomarse algo con un decoración muy interesante y un personal bastante atento. Pedimos chipirones y queso para compartir y quedamos bastante bien, ya que las raciones son bastante generosas y, además, están bastante buenas.
Está en la calle más céntrica de Santiago. Para ser Galicia raciones bastante cortas y el precio elevado. Lo que te llama la atención es la cocina al entrar a la derecha. Un servicio que no puede entrar una persona discapacitada. La comida estaba buena. Las botellas de agua de 0.5 l 1.90 euros. Las cañas de cerveza 2.50 pero eran cañas. Muy caro. Las croquetas 6 unidades en forma de bola con un plato de plástico de uso no alimentario.
Vergonzoso y pésimo ir a comer a un restaurante con tu hija que es celiaca y que no se molesten en fregar una sartén para poder freír una pechuga simple para comer una niña de 14 es lamentable
Pagar 17 € por esas zamburiñas no merece la pena, son muy sosas. Unas zamburiñas de calidad son otra historia. El caldo gallego esperaba otra cosa por 5 €. Y el jamón asado que es el plato de la casa, me pareció rico pero es una carne mechá de mi tierra de toda la vida.
FUGIU INCONSCIENTS! Erem 4 persones, demanem una ampolla de vi i una canya, ens porten dues copes i una llauna de cervesa. Per menjar demanem per compartir i ens porten 3 plats. Es deixen els “Chicharrones” i quan els els demanem ens diuen que ara surten de la cuina, la qual està a la vista i clarament se’ls havien deixat. Al compte, ens en volien cobrar dos plats d’aquest i ens van cobrar 0,5 € per l’oli. El menjar no era dolent, el servei del nostre cambrer va ser pèssim. Us deixo una foto dels “Chicharrones”, 13 € per un plat de carn esmicolada de Kebab…
La comida no es nada espectacular. Las zamburiñas estaban sosas y por ese precio uno espera algo más rico. El caldo correcto. El jamón asado está muy bueno así como el vino. El trato de los camareros es correcto. El mayor problema del restaurante es el excesivo calor y olor a fritanga que se te impregna en la ropa.
Buena comida, croquetas bien, muy buenas empanadas de bacalao, y excelentes calamares fritos, no demasiado grasientos, pero bien crujientes. Bonito lugar, aunque margen de mejora. Personal amable y adorable.
Un pulpo muy rico y delicioso caldo gallego. Un bar en el centro De Santiago con platos típicos, económico y variado. Relación calidad precio ok. Es un restaurante sencillo de paso.
Excelente lugar, platos típicos de la cocina gallega. La atención por parte de Javier es exquisita, y el trabajo de Rebeca en la cocina espectacular. Sin duda volveré, que lo paséis bien en vuestras merecidas vacaciones por Andalucía. Un abrazo.
Best service I could’ve ever asked for. The waiter after our finds dining invited us to meet his family. Since we ate homeless he also let us stay for capitols night. Best puplo I’ve ever had, the tasteful thickness of its fat really enlightened me. Muy camión
Insufrible comer por el calor y humedad (al menos en la última mesa). Hemos tenido que salir a tomar el aire a mitad comida y tomar el postre y café en la terraza de otro restaurante Comida aceptable, precio razonable. Mérito de los empleados por trabajar bajo esas condiciones.
I have lived in Spain for 3 years and have become used to slower service and some disinterested wait staff. However, I have never had a waiter so rude and incompetent as the waiter that served us. We ended up asking for our check still not being served 2 dishes we had asked for. As well as a 3rd dish that we were charged for and did not receive. My friends were visiting from the US and we had just finished the Camino. I was embarrassed that we stop at this restaurant.
El trato normal y la comida bien elaborada, les quito una estrella por "técnicas para sacar más dinero al turista". Si me vas a cobrar el pan, preguntame si quiero antes de servirmelo
Los camareros fueron cordiales y el servicio ok en cuanto a tiempo de espera. Eso sí, toda la comida de una calidad bajísima, especialmente los champiñones al ajillo que fueron hechos con los champiñones del año pasado. Me los comí igual porque tenía mucha hambre después de recorrer Santiago, pero fueron los peores que he comido jamás. Los precios bastante altos teniendo en cuenta que por menos se puede comer mucho mejor en Santiago. Lo siento por los camareros, pero no recomiendo este restaurante.
Personal muy atento. Gracias Javier, me guardaron un paraguas con gran valor sentimental durante tres meses, hasta que pude volver a Santiago. Se come muy rico. Taberna enxebre en el casco vello compostelano.
Pretty good food! We had several plates such as chorizo casero gallego frito en aceite oliva, Tabla mixta, aioli con patatas fritas and pechuga de pollo suprema. We split all and had more than enough to share. All the plates were delicious! As in other Spanish establishments be prepared to wait just a bit ️
No está mal para picar algo, es el tipico sitio gallego pequeñito donde la cocina y el salon esta todo unido pero bueno no esta mal. A nosotros la comida nos gustó y el trato también.
Croquetas y gambas al ajillo congeladas. Carta muy amplia pero no tenían apenas de nada. Las patatas fritas del Raxo tambien congeladas (un crimen). Salmon a la plancha congelado. Pollo rebozado no valía nada. Sales con olor a fritanga. Un engaña-turistas vaya.
Muy mejorable! Hemos pedido 5 tapas de las cuales sólo se puede salvar una, las gambas, y eso que venían cuatro contadas. Unas croquetas que se suponen que son caseras, y hemos visto como las sacaban de la bolsa. De sabor están buenas, pero caseras no son. Patatas fritas compradas y congeladas. El jamón asado una presentación nefasta y el jamón serrano de los peores que he comido nunca. Por no hablar del pan, el cual no hemos pedido pero te viene con cuatro rodajas y te vale un euro. Bastante caro para lo que es y la calidad. Para haceros una idea las gambas valían unos 10 euros. La atención nada de otro mundo, el camarero bastante majo pero los demás antipáticos. Les salva que está muy buen ubicado, pero es una pena porque podrían sacarle muy buen partido al local que tienen.
No os fiéis de las reseñas negativas. Al tener la cocina a la vista huele un poco, pero nada fuera de lo normal. Tienen un cuidado especial al cocinar los alimentos, se puede ver como cada dos por tres están limpiando la plancha. Las raciones de comida son abundantes y está todo muy bueno.
Raciones abundantes, buenos precios, muy buena comida el único pero es que tienen un único baño sin apenas ventilación rapidos en atender y bastantes diligentes.recomiendo su visita
La comida en si, sin mas, normal, no comimos ni mal ni bien, los pimientos del padron muy grandes.los que ya nadie quiere, casi categoria pimiento cristal. Pero la baja puntuacion es sin duda por lo que nos cobraron por 2 chupitos de crema de orujo a 3'20€, estamos locos? Un chupito a precio casi de los platos que tiene? A parte como me estoy encontrando en todos los sitios, te cobran un pan que no pides.no lo entendere.nunca me sacan botella de agua pensando que voy a beber.tampoco tuvieron un detalle al no podernos cobrar el datafono, que se habia estropeado.entendible que no es culpa suya, pero desde luego tampoco mia.que nos mandaron a un cajero, nos cobraron comision y por parte de ellos nada.es mas, como puse antes el chupito el agradecimiento fue de 3,20€.
En general la comida está bien y el personal muy atento. La única queja es que la cocina está dentro del comedor y te deja un olor a aceite todo el día.
Caro para la cantidad que es. Una tabla mínima de pulpo 15,30€. Te ponen cuatro trozos mal cortados de pan, el cual no pides, pero te cobran. Las croquetas según dicen son caseras, pero son congeladas y se nota. El plato de lacón bastante pobre, cuatro lonchas mal puestas. Además que para traernos lo que hemos pedido han tardado bastante. Típico sitio para aprovecharse de los turistas.
Local sin medidas covid, con la cocina en mitad del salón, servicio muy lento (nuestro pedido tardó 20 minutos en simplemente que lo empezasen a preparar), mientras esperas el local apesta a humo, irrespirable. La comida mal preparada y excesivamente cara para la calidad que tiene. Ponen los mismos precios que locales de la calle sin tener la misma calidad. Muy cercano a la catedral, eso si, y el camarero amable, pero poco personal para todas las mesas que tienen. En la cocina, la madre se veía que estorbaba más que ayudaba, la mujer cocinera cargaba con todo, y el camarero no estaba a lo que estaba, pasando todo el rato las hojas de la libreta en lugar de atender las mesas. No volveremos.
Pésimo. Para empezar la cocina esta en el mismo comedor, lo que hace que haya un ambiente a fritanga terrible; la ropa tuvimos que lavarla 2 veces. En cuanto a la comida, el pulpo aceptable. Las croquetas que vende como caseras en realidad son congeladas de bolsa. La tabla mixta, lleva 1 queso que nos puso con la corteza de 3 días y el chorizo de Mercadona y jamón en lonchas. Los chipirones se notaba que no eran frescos. Y por último las gambas al ajillo, también con gambas congeladas de bolsa. Precio alto, como si fuera todo fresco, pero en realidad la calidad es congelada. No volveré.
Lo único bueno fue la cerveza. La comida sin más y esperamos bastante para que nos trajeran lo poco que pedimos. La excusa era que iba por orden de llegada, hasta que no sirvieran todo de la mesa anterior no nos podían traer las cosas? Un sistema de lo más extraño… la espera no mereció la pena por la comida.
Called in here for lunch after arriving into Santiago on the Camino Inglés. Managed to get Pilgrim menú for €12 each for two courses and the food went down a treat. Staff really attentive too, would definitely recommend.