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Fui para comer al mediodía. Pedí una ducia de croquetas. Pregunte si podían acompañarlo de una poca ensalada pensando en 4 hojas de lechuga. Me propusieron pan que rechace. Pues en vez de croquetas eran bocaditos y una parte pasada de fritura. Una pena pero siempre me quedará el Dolce Paola para el buen humor, el café y el postre.
2 estrellas por el Ali Oli porque por el resto.primero de todo, 9€ por 9 calamares metidos en un cono de churros, 1€ por calamar Y SIN PATATAS (que encima, menudos calamares malos). Pedimos pan, el cual nos cobraron 90 céntimos (no me importa pagar normalmente por esto, aunque sea sin previo aviso, pero en este caso si, ya que casi un euro por 4 trozos de baggete congelada fría y resesa).
Innegable que el sitio es bonito, pero el servicio deja mucho no, muchísimo que desear. En mi caso estuvimos en terraza, había dos chicos sirviendo. Se ahogaban en un vaso de agua ya que la terraza no estaba ni llena y servían mal tarde y con copas sucias, vinos de dudosa cosecha y sin profesionalidad ninguna. Nos fuimos muy decepcionados. No pienso volver.
Carta muy escueta y raciones escasas. Las croquetas son mínimas, ricas si pero tampoco te da tiempo a saborear los rellenos de lo pequeñitas que son. Parece que hay poco interés en el personal ya que tenían una tapa participando en el petisquiño y no nos la ofrecieron (que con lo justitas que eran las raciones no nos hubiera venido mal, la verdad).
Fuimos un día de feria de Bouzas, con todos los locales a tope y no solo tenían sitio sino que estaba casi vacío. Ahora sabemos por qué.
Os tendría q dar vergüenza poner la cantidad de comida q ponéis, de verdad q pasas hambre, las croquetas eran como la yema de un dedo 7€ 5 uni el pollo rebozado 5 trocitos, vamos una vergüenza, ya no pedimos postre ni nada, porq es regalar el dinero, Si estás pensado en ir a este sitio, olvídate cambia, aquí pasas hablé y nada rico, lo único bueno la camarera rubia, un encanto lo siento por ella
Fuimos y tomamos empanada de zamburiñas y las personas que tomamos de la empanada tuvimos síntomas de intoxicación, no creo que vuelva, la atención de los camareros estuvo bien, son muy atentos.
Paseando por el barrio bouzas nos pilló una buena tormenta en nuestra visita a Vigo y decidimos entrar a probarlo. No sé si por ser martes entre festivos escaseaban algunos productos de la carta, eso fue un poco decepcionante. Por lo demás, la empanada de zamburiñas estaba buena con un sabor potente a mar. El bacalao estaba bueno y los calamares fritos decentes. El camarero muy atento y simpático. Un buen sitio donde tomar algunos productos autóctonos con un toque fusión.
De risa vamos, 30 min para que me atendieran y 25 para que me pusieran una cocacola un cafe un zumo la verdad peor imposible, parece que el zumo fueron alarbol a buscar la fruta el cafe moliendo grano a grano y la coca cola irian a por ellla al carrefour porque ya les vale.la unica que parecia enterarse un poco la camarera, pero el chaval de lo peor.y bueno de tapita o pincho ya ni hablemos porque no lo dan.el que este aburrido que vaya, asi se aburre aun mas esperando
Buen sitio para tomarte unos pinchos estupendos y diferentes, las croquetas variadas están buenísimas. A esto hay que añadir su agradable terraza sobre el Paseo de Bouzas con unas preciosas vistas a las Cíes.
20,30 me siento en una mesa colocada en espacio público a coste 0. Después de mucho insistir y 30 m más tarde una camarera me dice que solo me puedo sentar si voy a cenar. Acepto su curiosa condición y pido el menú. 30 minutos más haya y tras insistir un par de veces, nadie me toma nota de las comandas. 22 h. Me rindo, pago las bebidas y me voy, al final su extraña actitud me lleva a consumir sin cenar de 20,30 a 22 h. Cambien de negocio o de camareras, estas no sirven.
No repetiría en este sitio, el servicio muy poco profesional y poco amable con el público. A las 21: 30 nos preguntaron si queriamos cenar, les dijimos que no, entonces nos dijeron que la mesa estaba reservada, vamos, nos echaron, una terraza preciosa pero servicio mejorable.
Las raciones no eran muy grandes pero todo estaba buenísimo tanto las croquetas como la empanada, quizás las patatas las pondría en un plato en lugar de un cono
Fuimos a tomar unas cervezas y nos quedamos fuera (en una mesita tan cutre que ni cabíamos). En diez minutos no apareció nadie a atendernos. Hay demasiados restaurantes en la zona que doblan la atención.
Los precios son algo elevados, pero sinceramente la zona en donde se encuentra ubicada lo compensa. La atención muy agradable a pesar de haber esperado 20 minutos, ya que una joven atendía una gran terraza ella sola, por lo que la espera es entendible. La carta tiene una pinta excepcional. Repetiré sin lugar a dudas.
Parada obligatoria en Bouzas. Mis croquetas preferidas las de Cabrales, pero están buenísimas todas. Y la empanada de xoubas éxito asegurado. Helados artesanos.
El local está muy bien situado y tiene una terraza estupenda. Fuimos a tomar algo un viernes pues la noche y poco a poco se fue llenando, el ambiente muy bien. En cuanto a la comida ya no me gustó tanto, mucho frito y las raciones escasas para su precio, por ejemplo 6 croquetas 6€ y son pequeñas, de sabor normal nada del otro mundo. La empanada bien y el postre estaba rico. La atención correcta y rápido. Me llamo la atención sus la cocina está abierta, pues lo que puedes ver cómo se trabaja.
La atención buena pero la comida normalito. Pedimos croquetas de mejillones y setas insaboras, las de cecina ricas. Eso sí, son de tamaño diminutos. La empanada normalito y los huevos rotos también. Los postres malisimos.
Local agradable y personal atento. La comida rica, el menú degustación es una buena opción para probar algunas de las opciones más valoradas. El local posee una terraza en la que puede verse el mar.
Uno de los sitios imprescindibles de Bouzas. Entre todas sus especialidades, muy recomendables las variedades de croquetas. Tiene una parte del local con vistas al paseo, una buena terraza para aprovechar los días de sol, y un trato excelente.
La comida está bien pero la atención de los dos chicos ha sido excepcional. Dos chicos jóvenes, sin mucha experiencia pero encantadores y con muchas ganas de agradar!
Genial tomarse unas cañas en la terraza, del paseo de Bouzas, que tiene este local. Hay aparcamiento cerca, en el pabellón que hay a cinco minutos caminando.
Servicio nefasto, pedimos empanada, supuestamente de millo, y para nuestra sorpresa era mezcla, no la típica empanada gallega de millo, y por la racion 7.5 Los langostinos panko, bien.pero bastante aceitosos. Tuvimos que pedirles los servicios para poder comer porque nos trajeron la comida pero no cubiertos, lamentable. Por último unos huevos rotos con chorizo, las patatas crudas y el chorizo poco hecho. Mucho tiempo de espera. Acabamos de comer nos recogio la mesa un chico y ni postre preguntó si queríamos. Sin duda no volveré a comer aqui.
Rico pero muy escaso y caro. La ración de empanada es ridícula, es como un pincho de ración no tiene nada y cobran 6'50. Y el tamaño de las croquetas es de risa. Las atención.bien pero muy lentos. Las mesas demasiado juntas y sin privacidad.
Magnífico sitio donde tomar el vermut o una copa, con unas bonitas vistas en pleno malecón _ paseo de Bouzas. Calidad de la Cocina por calidad e innovación es de 10. Trato agradable. Me parece un pelin caro. Repetiré,
O camareiro da terraza xa non quería servirnos non había empanada e logo había pero queimada non había pan de pipas e logo había, mellor sentadevos dentro etc Logo a comida empanada queimada croquetas cutres poucas e pequeñas Wok pasado se notaba que estaba requentado moi mal prezo 40€ non os vale
Tiene terracita pero hay muchas mesas muy juntas, me gusta más separadas y más privacidad, y te cobran al momento en la terraza por lo menos. Eso si, el chico muy majo y atento y te ponen de picar con la consumición
He celebrado la comunión de mi hijo pequeño y todo el mundo ha quedado encantado. Calidad superior y cariño absoluto en todo lo que hacen! Gracias a Celia y a Adrián por habernos servido tan bien.
Entramos xq los de los alrededores estaban llenos, eso ya de por sí es mala señal. Cocina a la vista estaría bien, pero es muy ruidosa, música de Rosendo para comer, es divertido pero inapropiado, van de finos, con Raciones mini y precios elevados para la calidad y cantidad, platos de cartón y cucuruchos de papel y pan crujiente con pipas hipersaladas.
La atención fatal, tienen poco personal y por mucho que corran tardan mucho en atender. Yo fui porque me habían tocado unas croquetas y después de haberles comentado lo que me habían dicho por faceebok ni rastro de las croquetas. La comida en si buena de sabor pero yo con esa atención no vuelvo. Podían haber ganado una clienta y sinceramente la perdieron.
Porque siempre que voy está cerrado y no corresponden los horarios a su apertura real. Además hoy, tenía especial interés en ir por el pincho de croquetas que daban por la consumición. Una clienta menos.