O Muiño Vello Tapisqueria

Lugar con encanto, servicio muy lento y estábamos muy pocas personas.
Comida no muy sotisticada ni elaborada.

Para los amantes de la naturaleza, este lugar es recomendable.
El servicio está bien, aunque falta algo para poder darles 5 estrellas.
La comida siento decir que la única y última vez que fui a cenar no quede nada contenta con la tortilla de patatas.

Nos encantó todo, aparte de estar en un entorno precioso, la comida estaba muy rica y la atención por parte de la chicas que nos atendieron fue de 10, repetiremos seguro

Lugar muy chulo para enseñar. Tiene una zona exterior escalonada con mesas en piedra circulares junto al río y una pasarela de madera que baja a una cascada que se puede acceder desde el propio molino para visitar y hacer fotos.
Servicio no muy a la altura del lugar.fuimos dos veces para intentar creer que tenían un mal día pero en las dos ocasiones la atención fue pésima, con malas caras y mucha lentitud. En definitiva, recomiendo ir a visitar el lugar para hacer alguna foto y consumir en cualquiera de los otros dos molinos que el trato es más cordial. Saludos!

Bonito lugar, sobre todo en temporada de verano. Carta pequeña pero todo esta muy rico. En invierno modifican su horario. Si quieres cenar recomiendo reservar.

Impresionante molino, es un lugar con mucho encanto, una pena que nos tocó lluvia! Volveremos sin duda!

Para empezar el acceso es bastante complicado pasión de noche hay muy poca luz y caminar por la terraza es algo peligroso

Una terraza preciosa, creo que de día tiene que ser incluso mejor, el servicio súper amable y los platos estaban muy ricos. No se puede pedir mucho más.

UNA VERGÜENZA. Llegamos 14,00 y nos preguntan sin tenemos reserva. Le decimos que no y nos dicen que tienen todo completo que tendríamos que esperar. Decidimos esperar tomando algo. Una hora y cuarto esperando…. Esperando pero no por reservas porque desde que llegamos nosotros non llegó nadie mas. Desde que llegamos solo veíamos gente irse y quedar mesas vacías. Decidimos preguntar si tendríamos que esperar mucho mas. Nos dicen no, sentaros en una mesa. Esto a las 15,30. Nos sentamos nos toman nota. Y de los 10 platos que tiene la cuenta le quedan solo 3. Vamos que no tenían ganas de trabajar y querían que no nos quedáramos a comer. Y mientras comíamos escuchábamos discutir en la cocina. Sinceramente no volveremos.

Muy buen vino, muy tranquilo y con el río y los árboles se queda un sitio muy acogedor. La comida es muy buena y el personal es amable. 100% recomendable.

Ya desde la llamada para reservar nos atendieron de manera un poco brusca. Cuando llegamos había ocupadas 2 mesas pero estaban todas reservadas y nos pusieron en un sitio un tanto improvisado. Aun con dos mesas, tardamos 40 minutos en ver el primer plato desde que pedimos. Repasamos la carta a la hora de pedir y creo que faltaban más de la mitad de los platos según el camarero. Tuvimos bastantes problemas en decidir qué cenar. Pedimos lo justo y nos fuimos. La cantidad de comida me pareció algo escasa comparada a otros lugares similares y el precio no compensaba en mi opinión. Se veía a los camareros un poco jóvenes e inexpertos y eso se nota en el servicio, espero que mejoren en el futuro porque el sitio tiene un encanto particular.

El lugar es increíble pero el trato fue tan malo que nos fuimos inmediatamente sin nisiquiera llegar a pedir algo. Espero que mejoren su forma de comunicarse y su educación.

Vistas bonitas, buena comida y buen trato.
Merece la pena desviarte del camino y hacer parada allí

Nos paramos a tomar una cerveza por el paraje tan incomparable en el que se encuentra ubicado. El ambiente muy relajado y acogedor, y la atención muy amable. Si regreso repetiré seguro

El sitio es espectacular, un antiguo molino junto a un riachuelo que hace una pequeña cascada a unos metros. El ambiente es muy bueno y el servicio genial. La comida estaba bastante bien, sobre todo me gustó la empanada. Si le quito una estrella es por las mesas y bancos. Demasiado prietos 11 personas en una mesa redonda y los bancos son para niños, demasiado bajos, son realmente incómodos.

El sitio es peculiar. Está ubicado en un entorno entrañable y en mitad del camino hacia una cascada que visitarás sí o sí cuando vengas a este local. De entrada puede resultar un tanto decadente pero, en realidad, es un sitio agradable.
La atención con nosotros fue buena aunque sin atender al reloj. Ven sin prisas; la espera es muy larga y el personal no la gestiona demasiado bien. Las dos personas que servían las mesas estaban notablemente agobiadas y eso hace que quien aguarda se contagie de esa sensación y se impaciente aún más.
Con nosotros fueron amables, pero algo caóticos. Nos retiraron parte del vino que nos quedaba en la jarra antes de acabar los postres, las zamburiñas en carta son 12 unidades y sirvieron 11, etc. Pero, lo cierto es que las comandas salieron todas juntas, calientes y todo muy rico. El "Chourizo ó inferno" espectacular.

Caro a muerte y cuidado con el servicio: Raciones minúsculas y te estafan con el servicio de pan y chupitos. El pan a 4,40 y los chupitos del café a 3€ cada uno, con 4 chupitos le pagas una botella entera. Y el vino parece barato pero te dan solo medio litro. Se lo dijimos al camarero y puso excusas. El precio de la foto es por 4 personas. No volveremos

Un lugar muy bonito para tomar algo y cenar, los precios no son económicos pero el sitio merece mucho la pena

Una de las mejores taperías de la zona en un marco incomparable de un antiguo molino. El interior está muy bonito, pero su terraza es espectacular.
La comida me encanta, a destacar el chorizo "o inferno", los champiñones rellenos y la carne richada con su salsa picante deliciosa, por supuesto sin desmerecer el resto de la carta.
Imprescindible reservar

El entorno es idílico, pero pedimos una tabla mixta que era escasa para el precio, y además nos cobraron 1.50€ por cuatro trozos de pan cuando no estaba en la carta y en un primer momento no nos lo iban a cobrar.

Un desastre, la carta corta, la atencion mala ya que nos sirvieron una tortilla en mal estado y en ningun momento se ofrecieron a prepararnos otra. No recomendable.

Fantástico todo, lugar pintoresco a más no poder, con chimenea, atención estupenda y buenos productos de la zona.un 10 en todo.

Destaco el encanto rústico interior y exterior de este molino de agua tradicional. La comida es mejorable y no sobresale pero la experiencia conjunta es interesante. Si el tiempo acompaña la zona exterior es agradable y, al menos donde nos sentamos, bien iluminada. #PetFriendly. No sé si permiten que las mascotas accedan al interior pero en el exterior, sin problema. De hecho había tres perros.

Maravilloso lugar, naturaleza pura, entorno precioso, personal muy agradable y cercano rápidos al servir.postres muy ricos.y. Nosotros allí bajo la parra.el solecito y el murmullo del río y su cascada. NO TIENE PRECIO! Que por cierto pagamos precios normalitos.un gran día!

Lugar espectacular, atención fue buena, pero el precio un poco elevado, para ser comida de fritos y algo normal.

El entorno es espectacular. Está cerca de una fervenza y las mesas de piedra junto al río son una pasada.

Fuimos 7 personas y pedimos 2 pimientos de Padrón, 2 carne richada, 1 cogumelos rebozados, 1 champiñones rellenos, 1 tortilla, 2 chorizo al infierno, y 1 croquetas.

Los pimientos y la tortilla estaban muy buenos, de hecho comentamos que los huevos parecían de casa.

La carne richada está bastante buena porque estaba jugosa y la salsa de tomate estaba muy rica (con su orégano y un poco picante).

Yo no soy fan de las croquetas pero los demás dijeron que estaban buenas; y los chorizos al infierno son muy buenos, el problema que deberían llevar más aguardiente porque quedan excesivamente crudos.

Las setas empanadas no están mal pero me esperaba más, le faltaba adobo; las había probado con alioli y no con queso derretido y sinceramente me tienen gustado más de otros sitios.

Me dio mucha pena que ya no hagan cócteles, eran genial y que los baños estuviesen tan sucios.

Calidad-precio regular: pagamos 18€ por cabeza, aunque teniendo en cuenta el entorno y el emplazamiento lo entiendo.

Lo único bueno es que los camareros eran atentos y que el sitio era bonito, pero la comida muy asequible y precios muy altos, siempre quedas con hambre. Además hay muchas camareras y solo trabaja 1, se nota cuando las otras son hijas del dueño.
También me parece una falta de respeto que cuando íbamos a pagar se escuchara de fondo al dueño decir: "a ese cobrenle caro"

Lugar idílico donde comer al llegar a Redondela. Si vienes del camino, merece la pena el desvío por el paisaje y por la comida. Carta reducida, buen producto y mejor precio. Mejor llamar para reservar en la terraza.

Mala experiencia.
Reserva para cenar 4 personas.
Nos traen platos incompletos (falta de ingredientes y de cantidad).
Después de varias excusas diferentes, y de intentar engañarnos, ante la exigencia de la hoja de reclamaciones reconocen que se quedaron bajo mínimos después del fin de semana.
No volveremos a ir.
Más que nada por la jeta que han tenido, por la tomadura de pelo y por intentar engañarnos hasta el final.

Si desde un principio hubiesen dicho las cosas como eran no hubiese pasado nada.

Fui a cenar con 3 amigas periodistas también, y el lugar, la conversación, todo fue mágico. Fue uno de los mejores momentos del Camino De Santiago!

Me parece una vergüenza que haya 4 camareros y solo uno sea el que atienda todo por qué se nota que son hijos del jefe o algo por qué todos en la barra de cachondeo y una sola trabajando. Lo peor es que anuncian cócteles y no te los sirven, para eso no anunciar cócteles. Es la tercera vez que voy y por lo único que vuelvo es por la comida pero muy poco profesional una vergüenza de servicio en cuanto los camareros y parece que están de vacaciones en vez de trabajando. No vuelvo más! Y la comida carísima cuando no es para tanto. Te quedas con hambre aunque eYana muy buena

Está un poco apartado del pueblo. Pero el camino y el sitio es tan mágico que merece la pena. Comer escuchando el agua del río de al lado y los pajaritos, qué gusto. La comida es de la zona de calidad, muy bien cuidada a la hora de cocinarla. La única pega que le pongo es que hay un gato y se pone a pedir comida.

Comida muy excasa y cara, y aunque el sitio es bonito, las mesas del exterior son pequeñas e incómodas.
El trato deja mucho que desear, sobre todo los que están dentro

El sitio está muy bien con una cascada y molino al lado muy chulos.
Podría estar un poco más cuidado y mejor decorado. Los camareros un poco lentos. Y no se enteraban mucho (tenían que ir constantemente a preguntar). Los calamares buenos, el pulpo un poco duro y demasiado picante. Cantidades decentes. La tarta de tiramisú mala (no casera).
Precios un poco elevados respecto calidad
Vino de barrantes (no es muy común en esa zona).
Parking

Es un lugar precioso y los que lo llevan son muy atentos y amables. Fuimos sin reserva de paso con nuestro perro y a pesar de que tenían todo reservado pudimos tomarnos una cerveza. Volveremos con reserva.

Un lugar al que ir por precioso. Pero hay pocas ganas de trabajar, caro tardan mucho y ni ponen nada de picar. No tienen pajitas ni nada

A tu respuesta. Ojalá pudiera responder con una foto con pajitas. Pero no puedes porque no las tienes. Y respeto por los clientes tampoco

El lugar es precioso, comimos 4 personas tomando, pedimos 4 postres bebimos 3 jarras de claras de limon por 16 euros cabeza. Lo de que es caro no se de donde lo sacan. Tienen empanada, tortillas, ensaladas, calamares, pimientos de padrón. La comida estaba bien y las cantidades también. El personal es agradable. Volveré. Comer a la orilla del rio a la sombra de un árbol me perece maravilloso.

Taperia peculiar, antiguo molino que dispone de una mesas en el exterior al lado del rio.
Lugar recomendable para tomar algo y tapear, mientras disfrutas del fluir del rio y de la sombra de los arboles.
Hay un paseo a lo largo del rio con unas cascadas.

No volvemos más. Nos sirvieron fatal. Le digo al camarero de broma que haga el favor de traer algo de picar para los niños aunque sea un poco de pan y nos trae pan de las sobras de alguna mesa. Menudo asco de sitio

El lugar es precioso, rústico y con encanto. Varias tapas, de precio económico, para picar algo. Sin grandes lujos, pero agradable.

La carta es bastante sencilla (tapas), no hay mucho para elegir pero está todo buenísimo.
Si hace buen día se puede comer fuera entre los árboles al lado de un riachuelo, la terraza es espectacular y tranquila con el sonido de los pájaros.
Comimos muy agusto.
En caso de hacer mal tiempo se puede comer dentro, que también es muy acogedor.
El precio está muy bien y el trato de los empleados es buenísimo.

Comida un 3-4 sobre 5.
Lugar increíble. Tanto dentro como fuera para comer.
Estás en el campo, junto al río.

Un lugar precioso! -
Hemos pedido varios tipos de comida.pero la tortilla han tardado muchísimo. ése fue el punto negativo.

Hacía mucho tiempo q no venía aquí, el lugar es idílico, buen trato, carta reducida y precio excesivo, para ser tapas normales, no creo q volvamos sobre todo por esto último.

Buen sitio para comer platos típicos. El parking es pequeño. Mejor llamar para reservar, ya que es un sitio bonito y agradable tanto para parejas como grupos. Volveremos (como otras veces).

INCREÍBLE LUGAR. La comida buenísima y el servicio muy bueno también. 100% recomendable. Terraza en verano espectacular. Volveré sin duda

Nos hay una gran variedad, pero lo que tienen está bueno. El local es peculiar, un antiguo molino de piedra, con ambiente entrañable.

Un lugar increíble por sus vistas y comida. Sin duda si quieres sorprender a alguien, este es tu sitio.

Paraje único a la orilla del río, sonidos de agua y aromas de viandas y vinos caseros irresistibles. Viejo molino en el que aún se pueden apreciar las artes de la molienda. Siempre en compañía, mucho mejor.

SENCILLAMENTE MÁGICO.
Donde poder estar con la familia, amigos, pareja o sol@ y sentirte tannn a gusto.
LA COMIDA EXQUISITA, LA ATENCIÓN FENOMENAL Y EL AMBIENTAZO QUE TE ENVUELVE.
O MUIÑO VELLO CALIDADE!

Para una cenita romántica con tu chica, muy bonito. Un antiguo molino gallego precioso con velas escuchando de fondo las aguas del río. Fantástico con mi bella mujer.

Las raciones son escasas para lo q cobra, es muy caro. Nosotros el día q fuimos nos robaron en el coche, a si q tener cuidado si vais de noche.

Sitio muy bonito. Pero descuidado con poca variedad de productos. Si mejorase esas condiciones no me parecería caro pero tal y como está me lo parece. Además no muy bien atendido. Muy mejorable.

Muy acojedor y con musica en directo todos los martes, miercoles cierra, tiene jardin con mesas redondas, ideal para tardes de verano

Nos gustó mucho el sitio muy acogedorl y muy tipico.un antiguo molino. Aunque llegamos por la tarde y ya no había cocina hasta las cenas.

La comida no está nada mal, pero los postres. Buenísimos! Y de precio no es nada del otro mundo, muy recomendable

Hola me gusto mucho lo recomiendo, la tapa carne richada nm rica con una salsa con algo picante no mucho, los champiñones variados de chorizo, jamón y queso bien ricos el servicio de 10 buena atencion, el postre un queso con arandanos muy rica. Me gustaría ver de verano tiene una terraza increíble recomiendo, volveré sin dudarlo, saludos a cocinera y al jefe

Inmejorable entorno, comida de tapeo típica, tortilla calamares, ensalada, champiñones, etc Atención buena.

Bonito lugar, sobre todo en temporada de verano. Carta pequeña pero todo esta muy rico. En invierno modifican su horario

O lugar é precioso, especialmente a terraza na marxe do río. Comimos dentro porque facía moito frío e, pese a cheminea central, tivemos algo de frío no interior. O hosteleiro que nos atendeu, unha persoa amabilísima, non puxo ningún mantel nin de papel sobre mesa, que lle pedimos limpara cando sentamos. A comida estaba rica: chourizos ao inferno, tortilla, calamares, táboa de xamón e queixo, raxo.quizais esperábamos racións máis amplas. Os postres estiveron menos ricos: tarta de avoa, tiramisú, filloas. Café de calcetín.
Baños de fai corenta anos.
Necesita unha inversión.
O máis positivo foi a contorna e a amabilidade do hosteleiro.