Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Este es el lugar en el que me alojé después de mi mejor día en el Caminho Portugues desde Combarra hasta Os Costanos. El restaurante en sí tiene mucho encanto del viejo mundo. El personal es amable y atento, incluso dispuesto a romper las reglas para un peregrino que tiene hambre fuera del horario normal de atención. No hay mucho fuera del restaurante para explorar en la comunidad. Eso estuvo bien para mí mientras leía y organizaba mi día siguiente en la cómoda habitación con ducha que reservé. Dormí bien, no me molestó demasiado el ruido de otros huéspedes ni del restaurante, y al día siguiente me desperté con una buena y ligera comida para el Caminho. La parte más importante para mí fue el café, pero había fruta fresca, pan, un huevo y más para empezar el día. La caminata del día anterior bajo la lluvia no solo fue lo más destacado a través de algunos puntos extraordinarios e históricos, sino que este hotel/restaurante fue el signo de exclamación de un día maravilloso.
Todo espectacular. Comimos tortilla, chipirones y bacalao. Lo mejor la atención de Melissa, por su profesionalidad y hacernos sentir como si estuviesemos en casa
Me alojé aquí durante mi caminata por el Camino. ¡Y sólo puedo recomendar esta estancia! Gente cálida, comida súper rica, la comida más rica que he comido aquí en España y un desayuno súper delicioso! Fruta recién cortada, zumo de naranja natural, huevo con queso, croissant, mermelada, etc. Definitivamente me hubiera gustado comer otra comida aquí:)
Un sitio espectacular, rodeado de una naturaleza con una comida exquisita, pulpo, embutido de la tierra y chorizos al albariño y su vino de cosecha propia tanto el albariño como el ribeiro. Volveremos
Muy barato y nada de qué quejarse, hermosa ubicación junto a un arroyo, excelente zona para caminar, hermosas habitaciones, terraza y balcón en la azotea, deliciosa comida bajo los castaños, idílica y tranquila, hermosa vista
Hoy no era su día. Solo atendían 2 personas y mal organizadas. Comida muy mejorable. La oreja venía ahogada en chorizo no se porqué, y los 50g de pescado aprovechables no sabían bien. De esas veces que te levantas de comer el menú (a 12€) con hambre.
Restaurante situado al inicio de la Ruta de la Piedra y el Agua, ideal para reponer fuerzas para la caminata hasta el Monasterio de Santa Maria da Armenteira (14 km de caminata, ida y vuelta).
Fuimos a comer allí por unA recomendación y la decepción fue total, pulpo duro con trozos de cabeza, la merluza parecía congelada y los postres escasos, Pedimos un churrasco que nos cobraron como menu y no entro ni postre ni bebida. Muy lentos para cobrar No volveremos
Comimos en una terraza muy agradable y nuestra mesa era una muela de molino y fue un poco fuer de lo normal, el Albarino de cosecha propia, con un toque de acidez óptimo, recomiendo las navajas, el servicio atento Yo volveré a ir. Saludos a todos.
Estuvimos ayer aqui. Pedimos calamares rebozados, nos dijeron que ya no estaban en la carta. Es una pena que los quitaran, es un plato que está en casi todos los restaurantes, nosotros veniamos aqui a propósito a probarlos. Pedimos salmón y la verdad es que estaba de 10, excepto que tenia demsiado aceite (se lo hicimos saber a la camarera). Por lo demas todo genial.
Calamares con verduras extra salados le comentamos a la camarera y paso olímpicamente, jamón asado que estaba cocido sin sabor, sería para compensar la salazón de los calamares, comida pésima y trato igualmente pésimo, a evitar