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La verdad que es una de las pastelerias mas antiguas por no decir la que mas. La reposteria que ofrecen es de muy buena calidad y sabor pero tambien es verdad que no siempre esta fresca. Si vas y tienes la suerte que es del día llevaras unos pasteles deliciosos. Cabe decir que cada día es mas cara. Es verdad que la vida subio pero comprar pasteles aqui se hace un lujo
Espacio desangelado y desfasado, sin ambiente alguno. En cuanto a productos mediocres (la pastelería es mediocre, nada que ver con las que hay en Sanxenxo o incluso en la zona), en cuanto al café simplemente no saben hacerlo. En cuanto al personal, parece estar siempre rayado.
Me cargaron con un pañan que alguien tiro por el baño abajo y atasco todo el baño yo no lleve al niño al baño eso para empezar el niño tiene 7 meses y no se mobio de la mesa 2 yo no hago eso porque se supone que hay papeleras 3 yo lleve ami hija de 3 años a lavarselas manos pero la jefa por el simple echo de verme con los niños endeve de preguntarme se derijio hacia ami con una cara de prepontencia oye no vuelvas hacer lo del domingo endeve de preguntarme cambiaste al niño el baño no me viste entrar al baño con el niño como eres capaz de cargarme ami con algo que yo no he hecho es una verguenza hasta ni pidieron perdon ni nada pero por lo de pronto la que cargo con algo que no es sullo fui yo el trato horrible y bueno para mi que deveria nenseñarles que si se tiene un negocio no puedeses ir por ahi juzgar ala gente si no viste y no lo sabes cienencia cierta
Es más una cafetería que una pastelería, de hecho si vas a comprar algo de pastelería, tienes que esperar a que acaben de atender las mesas. Como cafetería 5*, pero como pastelería, se están quedando atrás en comparación con otros sitios no tan lejanos.
Cara y con poca calidad, también me pareció muy mal que si pides un café y un bollo ya no te dan un cacho degustación como a los que piden un café solo, también cobran por estar en terraza suplemento y por pedir hielos para el café. No Volveré más.
Es una cafetería/pastelería con dulces y bollería de su propio horno. El trato del personal es muy muy agradable. En la de Vilalonga además, han habilitado una terraza interior al patio de la comunidad (parece exterior), donde se está súper tranquilo y fresquito en verano. Desde que vivimos en Caneliñas, es uno de mis sitios favoritos para desayunar (en especial, el trébol está delicioooso).