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Para ir cómo espectador está bien, cómo deportista, a no ser que seas de balonmano, las instalaciones son muy deficientes y el mantenimiento de las mismas nulas. Los espacios con colchonetas llevan años con goteras y las colchonetas podridas y rotas por el agua. Los vestuarios necesitan una renovación desde hace años, y el mantenimiento es inexistente. Uso sin sentido de la calefacción en invierno (sólo cuándo entrenan los equipos de balonmano).
Como usuaria valoro con la mínima nota posible por la pésima gestión de las instalaciones deportivas de la ciudad. Si bien antes del covid no se le prestaba atención a las instalaciones ajenas a la pista central y ya había carencias, ahora Pontevedra no dispone de instalaciones con acceso libre.
Instalaciones en muy mal estado, averías continuas en el sistema de agua caliente que han obligado en pleno invierno a ducharse a los niños con agua fría durante 15 días consecutivos, y que por estar obsoletas no garantizan que el agua caliente llegue para su utilización a últimas horas del día. Limpieza muy deficiente que estoy seguro que si fuese controlada por alguna institución los obligaría a cerrar al público su uso.