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¡Recomiendo! Fuimos muy bien recibidos por Rosa y Thomas. El alojamiento es bonito, agradable y acogedor. Un edificio histórico, completamente reconstruido por los propietarios. El desayuno es fantástico. La ubicación es perfecta para aquellos que quieran vivir las festividades de Maceda.
Recién finalizada nuestra estancia nos vamos con un buen sabor de boca tanto por parte de Thomas y Rosa como por sus alrededores. Un sitio magnífico, unas atenciones inmejorables, desayuno 10… Gracias y repetiremos! Muchísimas gracias Andres, Lidia y Niebla.
Las vacaciones representan un buen momento para soñar. La Ribeira Sacra y el Pazo de Chaioso nos han permitido hacerlo posible. Muchas gracias Rosa y Thomas por permitirnos formar parte de vuestro sueño y acogernos en vuestra casa que durante unos días hemos sentido como nuestra.
Recomiendo Pazo Chaioso por todo, ubicación, tranquilidad, limpieza, entorno y lo principal el trato que recibimos de Thomas y Rosa un placer tratar con personas así, muchas gracias.
Me he encontrado con un lugar idílico, con Thomas y Rosa que son unas personas de las que ya quedan poquitas y con un entorno que te envuelve. Claramente volveremos por aquí siempre que podamos.
Complejo de edificios históricos del siglo XVII, resucitado de las ruinas a lo largo de los años para convertirse en un bed & breakfast donde la naturaleza, la tranquilidad, el estilo y la sostenibilidad no son solo palabras de moda.
La estancia ha sido tan agradable, que hemos repetido. Rosa y Thomas han rehabilitado el pazo de manera tan extraordinaria, con cada detalle tan pensado, que quieres volver. Chaioso de engancha para regresar y disfrutar del alojamiento, de sus desayunos y su enriquecedora conversación.
Hemos pasado las vacaciones de semana santa y ha sido una experiencia maravillosa. El Pazo tiene un gran encanto y está cuidado al detalle. Gracias Rosa y Thomas por hacernos sentir como en casa.
Un edificio con mucha, mucha historia. Que nos permite tutear a los antiguos condes de Maceda, Juan Yáñez de Novoa y Juana Díaz de Cadórniga. Cuyo cadalso se encuentra situado en el interior del templo parroquial, primigenio de esta bella comarca de Maceda. Siendo ambos nobles citados, familia cercana, en el árbol genealógico a los titulares de esa fenomenal casona de rancio abolengo.
Fabuloso. Las habitaciones estupendas, el desayuno rico y abundante. El dueño muy amable y te informa de todo lo que hacer por los alrededores. Sin duda un sitio para volver. Gracias por lo bien que nos habéis tratado
Sitio fenomenal. Entorno súper bonito, dueño muy agradable y muy buena gente, recomiendo para una estancia. Pazo histórico y reformado con muy buena gusto y calidad. Una experiencia única en el zona. Una entorno preciosa.
No creo que pueda aportar mucho más a las reseñas y comentarios de otros clientes. La casa es preciosa, está hecha con mucho cariño y buen gusto. Te sorprende los acabados, buscando que todo esté perfecto. La conversación con Rosa y Thomas te deja con las ganas de estar más tiempo con ellos. Muy interesantes, pendientes de que estés a gusto y de ayudarte en todo lo que necesites. Muchas gracias, fue muy especial.
Genial hospitalidad y trato por parte de los dueños. Llevamos varios años visitándolos y viendo crecer su proyecto. Lugar muy acogedor, confortable y con un desayuno con productos locales todo un lujo.
Siempre nos leemos las reseñas antes de escoger alojamientos, y en este caso no cabía duda, así que allí nos fuimos y.se superaron las expectativas! Pasamos parte del puente de diciembre y no podíamos haber estado mejor Desde el primer momento se hace evidente el trabajo inmenso que han llevado a cabo para restaurar el edificio.es espectacular lo que han hecho, Rosa y Thomas son unos artistas porque es de admiración el resultado. Te tratan como si estuvieras en casa, la acogida es especial y te dan mucha información para disfrutar de la zona, no dudéis en hacerles caso porque aciertan. Un sitio muy agradable para pasar unos días, descanso total y delicioso desayuno, también artesano! Qué bien nos hemos sentido en vuestra casa.
Habrá que volver para disfrutar de lo que queda. Muchísimas gracias.
Lugar mágico, silencio respetuoso, edf. Sostenible, no hay nada q desentona en el ambiente d la casa, los propietarios Rosa y Thomas son encantadores, admiten mascotas en parte del pazo. T devuelve a tus raíces. Volveré muchas veces. Visitas culturales de toda la ribeira Sacra. Para quedarte una y otra y otra semana. Los desayunos espléndidos y todo d elaboración propia mermeladas, zumos pan d masa madre. Vamos para estar aquí un mes. Una estancia inolvidable. Gracias d todo corazon
El Pazo, es un lugar donde el tiempo se detiene y te habla la historia. Thomas y Rosa son personas encantadoras y auténticas que han devuelto con su esfuerzo y tesón la mágia al lugar. Desde el minuto uno te hacen sentir como en casa y que con sus propuestas te ayudan a descubrir este rincón de Galicia que es la Ribeira Sacra. Un abrazo muy fuerte de toda la familia.
Absolutamente recomendable. Un pazo precioso con habitaciones amplias y muy bien decoradas. El jardín es espectacular y la atención de Rosa y Thomas, sus dueños, es inmejorable. Deseando volver.
Una opción excelente para visitar la Ribeira Sacra y Ourense alojándose en un pazo del siglo XVII con todas las comodidades. Rosa y Thomas te preparan, si lo necesitas, rutas detalladas con lo que no puedes perderte. Habitaciones muy cómodas con una decoración cuidada al detalle.
Maravilloso e idílico lugar, naturaleza en estado puro, rodeado de verdes bosques, donde concentrarse es tan fácil como placentero, lejos de cualquier preocupación. Magnífico resultado el obtenido después de doce años de arduo trabajo. Una experiencia más allá de la que cualquier otro lugar nos haya podido ofrecer. Thomas y Rosa tienen muy claro lo que quieren, ofrecer su vida y su sabiduría a cambio de muy poco, deleitándonos con su gran historia como acompañamiento a un estupendo y natural desayuno. Muchas gracias, nos volveremos a ver!
El pazo está totalmente rehabilitado de una manera sostenible y no le falta ni un detalle. Los jardines están llenos de rincones para disfrutar de un buen libro o una copa de vino. El desayuno es abundante, casero y rico. Destaca la amabilidad de los anfitriones, Thomas y Rosa, que ejercen de guías turísticos y están pendientes de todo para que tu estancia sea perfecta. Lugar ideal para conocer la Ribeira Sacra, que es espectacular. Luis, María y Laura
Nos ha sorprendido gratamente el pazo de Chaioso y sus encantadores anfitriones. Muy bonito y muy cuidado lugar. Muy agradables las habitaciones y maravilloso el jardín. Riquísimo el desayuno. Muy buenas recomendaciones de rutas de senderismo en los alrededores. Muy recomendable!
Hemos pasado 3 días como en casa recorriendo la provincia de Orense. Thomas y Rosa son unos host maravillosos, atentos con cada detalle. El Pazo está completamente rehabilitado y cuenta con unos jardines muy cuidados. Pudimos ir con nuestra mascota sin problema, se nota que les gusta el contacto con animales. El desayuno cuenta con mermeladas caseras buenísimas, hogaza de pan gallego, surtido de quesos y tienen fruta que puedes coger durante todo el día. ¡Volveremos!
Estuvimos seis miembros de la familia durante la semana previa a Semana Santa. Un par de noches fantásticas. Sobre Thomas y Rosa qué decir, mejor trato imposible. El trato que dispensan es cercano, familiar y siempre con mucho cariño. El pazo es una maravilla, una rehabilitación que ellos mismos te contarán y que no quiero desvelar aquí. Un trabajo brutal. A destacar todo: espacios abiertos, habitaciones limpias y cuidadas al mínimo detalle. Los desayunos regados con mermeladas caseras, zumos, frutas, (en realidad tienes fruta 24 horas al día), quesos. Cuando buscamos un entorno rural y trato cercano, buscamos precisamente esto. Enhorabuena chicos, hemos estado mejor que en brazos.:)
Todo lo que cuente sobre nuestra estancia en este maravilloso lugar va a quedar corto! Es una casa preciosa, mágica y Thomas y Rosa son encantadores? De todo corazón, muchas gracias por estar tan atentos, por hacernos sentirnos como en casa, por aceptar a Nané como si fuera un gatito mas de casa, por cuidar cada detalle, por contar estas historias tan chulas! Volveremos sin duda!
El Pazo de Chaioso es la definición perfecta de vacaciones. Un sitio tranquilo y acogedor donde desconectar en una ubicación perfecta para disfrutar mucho de la naturaleza y también de zonas urbanas. Diría que lo mejor del pazo es lo bonito que es, lo cómodo o el desayuno con esas mermeladas caseras deliciosas, pero lo mejor de todo son Thomas y Rosa, sus dueños, el cariño que ponen en todo lo que hacen, la cercanía, la ayuda para todo, sus anécdotas y las rutas y sitios que ver que recomiendan para no dejarte ni un solo rincón por ver, si volviéramos por la zona repetiría una y mil veces en su pazo.
Sitio pará relajarse. Rosa y Thomas son geniales. Siempre atentos a lo que se pueda necesitar tanto en el alojamiento como en las inmediaciones. Y que voy a decir del desayuno? Esas mermeladas que hace Rosa, la fruta, quesos, tostadas, zumo etc. Una gozada. No tengo palabras para describir nuestra estancia. Volveré, eso lo tengo claro.
Si pudiera dejar 20 estrellas las dejaría. Destaco la amabilidad y el mimo con el que Thomas y Rosa tratan a cada uno de sus clientes, haciendo que te sientas como en casa desde que atraviesas la puerta. El pazo es una belleza digna de ver, han trabajado en cada rincón para dotarlo de todas las comodidades. La hora del desayuno es sin duda también un momento especial con productos caseros y de su propio huerto. Nos aconsejaron sobre rutas, restaurantes y planes. Una maravilla. Recomiendo vivir esa experiencia. Nos vamos encantados y con pena de no pasar más tiempo en ese enclave maravilloso.
Estuvimos alojados en Mayo. Rosa y Thomas unos anfitriones encantadores, nos ayudaron y aconsejaron. Estuvimos con nuestra perrita que disfruto ese jardín maravilloso. Os volveremos a visitar seguro y a enseñaros nuestra compra. Rosa, mil gracias por esa mermelada.
Vuestra casa es un lugar donde te sientes verdaderamente acogido, pasas a ser uno más hasta que te vas, un lugar ideal para desconectar. La zona tiene mucho que conocer y nos falto tiempo, motivo para volver. Gracias Rosa y Thomas por vuestras explicaciones y vuestras guías, nos sirvieron de mucha ayuda. Un diez en todo. Abrazos
Increíble pazo para desconectar y visitar la Ribera Sacra y alrededores. Thomas y Rosa te brindarán una inmejorable atención, te harán de guías y disfrutarás mucho de su compañía. El pazo dispone de unas encantadoras habitaciones y un gran jardín exterior con árboles frutales de los que puedes coger sus frutos. El desayuno muy bueno. Parkin sin problemas. Lo recomiendo sin dudas.
Gracias a Thomas y Rosa por todo su esfuerzo, ilusion y gusto en rehabilitar el Pazo para que podamos disfrutarlo. Nada más cruzar la puerta ya te transporta a un estado de paz increíble. Las habitaciones, limpieza y gusto son de 10 y sus anfitriones de 10 plus, gracias por todo, volveremos seguro
Es un alojamiento de lujo, con espaciosas habitaciones. Nuestra suite era como un apartamento. Los anfitriones Thomas y Rosa son encantadores, atentos y dispuestos a ayudar. El desayuno mejor de lo esperado. Volveremos a ver el trabajo tan maravilloso que han hecho y les deseamos salud, suerte y lo mejor.
Maravilloso Pazo gestionado por Thomas y Rosa, una pareja encantadora y cercana que te dan todo tipo de información sobre la Ribera Sacra. El Pazo lo han rehabilitado ellos mismos con un esfuerzo insuperable del cual quedamos impactados. Las habitaciones con un estilo rústico y sencillo son amplias y muy acogedoras (colchones comodisimos). Desayuno muy rico con mermeladas elaboradas por ellos mismos. Sin duda alguna un alojamiento muy recomendable por su singularidad y la amabilidad de sus anfitriones.
Para repetir. Rosa y Thomas son inolvidables, anfitriones como pocos. Lugar muy acogedor: la habitación impecable (y más en una casa de pueblo) ; la cama comodísima, desayunos para coger fuerza con mermeladas caseras y fruta a cualquier hora.
El cariño que le ponéis se nota y espero que se os devuelva porque bien lo merecéis.
Reservamos este alojamiento para dos noches a través de Booking y al llegar nos llevamos una buenísima impresión, el lugar muy tranquilo, Thomas y Rosa nos enseñaron toda la propiedad que ellos mismos han restaurado a lo largo de los años, nuestra habitación (en planta baja) mucho mejor de lo esperado, amplia muy luminosa y con salida directa a un jardín repleto de frutales, decir que la fruta se puede coger para consumo personal y hay varios cenadores para poder tomar una cena ligera al aire libre. En la sala del desayuno hay fruta disponible durante todo el día, la mesa para desayunar se asigna durante toda la estancia, y qué decir del desayuno! Abundante, muy cuidado, con unas mermeladas caseras deliciosas hechas por Rosa, y Thomas pendiente siempre de que no falte de nada. Pero sin ninguna duda lo que hace a este alojamiento especial de verdad son sus propietarios. Desde el minuto uno de la reserva cuando se pusieron en contacto con nosotros para indicarnos ubicación como durante nuestra estancia en la que nos aconsejaron restaurantes cercanos y rutas. Compartimos con ellos una hora de risas y lluvia de estrellas en el jardín, nos reímos un montón y pudimos valorar el entusiasmo de esta pareja por el trabajo bien hecho y lo mucho que disfrutan de su paraiso en el mundo. Repetiremos sin duda, nos llevamos un buenísimo sabor de boca de este lugar! Gracias Thomas y Rosa por vuestra amabilidad!
Sin lugar a dudas, el mejor alojamiento para visitar la Ribera Sacra, Orense, Alcañiz, Rivadavia.así como infinidad de sitios alrededor. Un proyecto de restauración impresionante llevado a cabo por Thomas y Rosa, maravillosas personas que hacen sentir que la estancia en el pazo sea como si estuvieras en casa. Las habitaciones amplias y cómodas y el desayuno muy rico. Gracias Thomas y Rosa por vuestra atención.
Extraordinario sitio. La amabilidad de Thomas y Rosa es absoluta. Lejos del ruido y, sin embargo, cerca de Maceda, un pueblo que tiene de todo. Un Pazo restaurado por ellos mismos que es un oasis de paz
Mi mujer y yo estuvimos varios días durante el mes de agosto en el Pazo de Chaioso. No suelo escribir prácticamente nunca reseñas, pero creo que este lugar las merece. Meses después de haber estado ahí, sigo acordándome y recomendándolo a todos los amigos que estén pensando en ir a Galicia.
El espacio es simplemente impresionante. Como se puede ver en la página web, esto no es de extrañar a la vista del enorme trabajo de restauración que durante doce años hicieron sus dueños. Todo ésta perfectamente cuidado y transmite una calma muy especial. Quien se anime a ir no puede dejar de aprovechar el enorme espacio ajardinado que tienen para sentarse a leer, beber una copa de vino o, simplemente, mirar alrededor y relajarse.
Por lo que respecta a las habitaciones, al menos en la que estuvimos mi mujer y yo, era propia de un hotel de cinco estrellas. Muy grande, silenciosa, perfectamente decorada, con una cama muy cómoda y con una sala de estar con una gran cristalera desde la que disfrutar del paisaje.
El desayuno merece también capítulo aparte. Es cierto que la gastronomía gallega es espectacular y que en prácticamente todos los sitios le dan bien de comer a uno. Pero el desayuno está aquí especialmente bueno. Resulta complicado no repetir. La fruta, además, no se ofrece únicamente durante el desayuno, sino que en cualquier momento del día puede uno pasar por ahí y coger más. De nuevo: comprar una botella de vino en alguna de las bodegas que hay por la zona y coger unas piezas de fruta para pasar la tarde en la zona ajardinada, es un plan inmejorable.
Por último, pero no menos importante, tenemos a sus dueños, Rosa y Thomas. El mimo con el tratan el pazo es el mismo que transmiten a sus huéspedes. Sólo tengo palabras de agradecimiento para ellos por su amabilidad, su sonrisa por las mañanas, las interesantes conversaciones que tuvimos, sus recomendaciones gastronómicas y el diseño de rutas diarias que nos hicieron.
En resumen: un lugar de 10, con un precio difícilmente mejorable dado todo lo que ofrece, al que ir sin pensarlo si uno está por Galicia.
Esas suites son súper amplias y bonitas, con unos ventanales fantásticos. La huerta que rodea las habitaciones está perfectamente cuidada para poder pasar un rato de paz alrededor, leer allí es impresionante. Los desayunos con mermeladas caseras, hechas por ellos, son maravillosos. Pero lo mejor es que el cariño que Rosa y Thomas ponen en cada detalle hacen que sea mucho más que un alojamiento, hacen que estes en casa. Gracias
Pazo precioso y con encanto, a destacar la amplitud y comodidad de sus estancias, el entorno natural, la amabilidad de Rosa y Thomas, te hacen sentir como en casa. Muy bien situado para recorrer la zona y la Ribeira Sacra. Volveremos.
Thomas y Rosa, felicidades. Felicidades por haber creado un lugar mágico donde te das cuenta de las cosas importantes de la vida. Sois un ejemplo y un referente. Gracias por compartir vuestro proyecto con nosotros.
El pazo es un lugar mágico, un lugar con alma propia que tiene la esencia de sus propietarios, Thomas y Rosa. Habitaciones con todo lo necesario, un jardín que invita a la lectura y unos desayunos donde, hasta el café descafeinado, está bueno.
El pueblo es muy auténtico y los vecinos muy agradables. Verlos cada noche hablando en el único banco del pueblo, desconectados de cualquier tipo de vida online, da que pensar.
De nuevo, felicidades por haber creado algo de lo que sentiros orgullosos.
Calidad, lujo, un silencio y paz indescriptibles. Pero todo esto se paga. Lo q no se puede pagar es el trato tan exquisito de los dueños. Son personas entrañables. Lastima q vivan tan lejos d mi casa. Muy recomendable
El emplazamiento del pazo es maravilloso, con un entorno magnífico. El pazo en si es un lugar con mucho encanto, el almuerzo es espectacular y los anfitriones son majisimos, muy cercanos y agradables, unas personas estupendas
Es un lugar estupendo ideal para descansar y apartarse de la ciudad lo dirigen Thomas y su mujer son dos personas super agradables y serviciales las habitaciones son impresionantes y muy acogedora yo repetiré esperiencia
A pesar de no tener sitio para aparcar se trata de un lugar con mucha paz para descansar. La pareja que lo atiende (un ingeniero alemán y su mujer española) son encantadores y muy pendientes de que estes bien. Buena parte de la restauración del pazo derruido que compraron lo han hecho ellos mismos. En fin, un lugar recomendable. Eso si, para evitar sorpresas, decir que la habitación no la hacen.
Sitio espetacular, tranquilo.un lugar con un encanto muy especial. Te sientes como en casa gracias a Thomas y Rosa cuidan cada detalle para que tu estancia sea inmejorable. Nos quedó pena de no poder estar más tiempo.
Todo un proyecto de vida: un sueño llevado a cabo por Rosa y Thomas. El lugar es mágico y muy bien ubicado para visitar la Ribeira Sacra así como cerca de Ourense. Los anfitriones de 10, así como sus recomendaciones e indicaciones. Tranquilidad, silencio, naturaleza. Qué más se puede pedir ¿?
Habitaciones amplias y restauradas en madera y piedra. La luz entra por los ventanales con la magia del entorno, que es maravilloso. Aconsejo visitar el castillo de Maceda, el monasterio de Santo Estevo o uno de los mas antiguos de Europa excavado en la piedra como es el de San Pedro de Rocas.
Muchas gracias a Thomas y Rosa por todo, por tener un pedacito de paraíso terrenal tan bien cuidado y respetando el patrimonio gallego. Gracias por vuestra delicada atención y simpatía, muy recomendable si queréis pasar un tiempo de vuestra vida de desconexión y relax en un espacio idílico. Cada 20 de julio nos vais a tener ahí.
Un lugar fabuloso para ver la zona. Los propietarios, Tomás y Rosa, no pueden ser más amables. Te sientes como si estuvieras en casa de unos amigos. Y los desayunos.riquísimos. Un placer la estancia en el Chaioso.
Llegar fue una grata sorpresa, uno de esos REGALOS que, de vez en cuando, te da la vida. Rosa y Thomas son unos extraordinarios anfitriones, nos lo facilitaron todo, dónde y como ir a cada sitio, dónde cenar (y llamar por su cuenta al restaurante del pueblo para avisar que llegábamos). Las habitaciones cálidas y muy cuidadas. Dormimos maravillosamente bien, rodeadas de silencio. Todo el hotel muy cuidado, con una historia que contar y rodeado de jardines. Un sitio que invita a volver.
Es lugar para estar y disfrutar, más que un alojamiento. Se siente el cariño no solo en el trato que es excelente, también en mil detalles de decoración, instalaciones. Es un sueño que va tomando forma, que ha resucitado del abandono. Muy recomendable. Gracias.
Bucólico. Aún estan mejorando algunos retoques y detalles pero ya está precioso. Auténtico relax por ser una zona muy tranquila. Se puede dormir bien incluso de día. Muy bien situado al lado de Maceda, se puede ir andando para ir de cañas o de copas. Al lado del Castillo de Maceda. IMPRESIONANTE
Un tipico pazo gallego del año 1650 que ha sido restaurado por Rosa y Thomas de lo mas bonito.se respira aqui la historia de esta preciosa casa.espectacular! Unas habitaciones amplias y bonitas.jardin con arboles grandisimo para respirar naturaleza pura y tranqulidad.
Lugar encantador! Los propietarios han hecho un trabajo espectacular, te hacen sentir como en casa con todas las comodidades y un trato familiar. Uno de los mejores lugares para descansar que hemos encontrado en los últimos viajes.
El PAZO ES MARAVILOSO RESPECTO A SUS VISTAS E INTERIORES (habitaciones inmejorables junto con baño SUPER amplios y todo bien decorado de madera muchas cosas en las habitaciones). Los dueños THOMAS y ROSA MARÍA SON ENTRAÑABLES Y SUPER ATENTOS. SE PREOCUPAN PARA QUE TE SIENTAS COMO EN TU PROPIO HOGAR. SUPER RECOMENDABLE. FDO: CARLOS VILAR.
Excelente para desconectar del estrés diario, con una muy cuidada y lograda rehabilitación y un trato exquisito por parte de sus propietarios Thomas y Rosa a los que doy las gracias por todas sus atenciones.
Thomas y Rosa son un amor de pareja. Nos hicieron sentir como en casa. Si la vida me vuelve a acercar a esta zona, les visitaré sin dudarlo y lo recomiendo a cualquiera que busque un alojamiento encantador y tranquilo.