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Ubicación perfecta para retomar el camino hacia Santiago. La habitación bastante amplia, pero la manta tenía restos de nueces. Ducha ok, presión del agua genial, aunque en la taza había unos pelos y no eran míos.
Habitaciones muy limpias y amplias, con restaurante propio. Situado al final de Padron muy cerca de Iría Flavia y estación de bus. Ideal para los que realicen el camino de Santiago. Y Lucia, la chica del restaurante muy amable y encantadora.
Tres años después vuelvo a comer aquí, pero esta vez me ha quedado claro que no volveré más. Hace años era un sitio bastante recomendable para comer, pero año tras año van a peor. La comida deja mucho que desear y el precio desproporcionado para lo que comes.
Lugar con presencia y limpieza correcta. Menú algo escueto en cantidad, por el precio pagado (15€/persona), además de poner solo 1 trocito de pan por comensal.
Tuvimos que pedir más comida porque nos hemos quedábamos con hambre. Bastante mejorable.
Atentos con el cliente, comí el menú del día y nada del otro mundo, pero lo comí todo. Me tomé antes un vinito blanco y me pusieron una buena tapa de empanada, riquísima, me dieron ganas de pedir hasta otro.
Comimos menú del día (9e) y todo perfecto. Muy buena comida casera. Los callos increíbles. Lo único que podrían incluir otras bebidas que no fueran agua en el menú.
Nice staff rooms basic and clean good price we had food in there restraunt bar served by friendly staff which was beautiful washed down with lovely bottle of wine would recommend
Pésimo el pulpo, un autentico chicle. Se le comunica a la camarera el estado que estaba la comida y nos dice que nos invita a un chupito de orujo. Jajajaja para hacer la digestión. Para no volver.
En el límite entre Padrón y Iria Flavia. Relación calidad precio normal, no es caro pero tampoco es para tirar cohetes, comida y atención correctas aunque se desbordan un poco cuando tienen el comedor lleno y se descontrola algo el servicio. Tiene un gran aparcamiento, aunque sin sombra, y un comedor bastante grande. El Ribeiro de cosecha propia está muy rico y entra muy bien.