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Hemos terminado allí de casualidad, y una de las mejores casualidades de este día. Hemos comido pizza y zorza, y la pizza estaba buenísima, de masa fina, y buen tamaño. Hemos ido con nuestra hija de algo más de año y medio, y súper atentas con ella. Si volvemos por Xubia, volveremos allí sin duda.
La primera vez que fui fue cuando abrió hace un montón de años, ha pasado por diferentes dueños y, sin duda, los actuales son los mejores con diferencia, han llevado la categoría de las comidas a un nivel muy alto, las pizzas, para mí, han desbancado a cualquier pizzería de la comarca, me encantan las pizzas argentinas y las de aquí son las más parecidas, al igual que las empanadas y lo digo porque hace unos meses he he estado en Buenos Aires y me hinché a comer pizzas y empanadas, claramente al ser los dueños argentinos se nota la mano, el trato ha sido inmejorable sobre todo con los niños, pues les dejan puzles y una pizarra para entretenerse mientras esperamos por la comida y la espera ni se nota, espero que sigan en esta línea, les llevará muy lejos.
Un lugar muy recomendable donde comer pizza, canelones o lasaña… Eso si, solo si eres el primero en llegar por que si tienen dos o tres personas comiendo ya no atienden más. Si contrataran un camarer@ que les echara una mano probablemente se beneficiarían un poco más y darían un mejor servicio sin duda.
Pizzas excellentes avec une très bonne pâte. De taille conséquente, il est difficile d'en venir à bout. Servis par un personnel sympathique, je recommande vivement.
Reservamos mesa para comer, nos traen la carta y pedimos ensaladilla y una pizza. Contestación: la ensaladilla no la hacemos en invierno. Comemos la pizza y pedimos postre, qué hay? Contestación de la señora: solo helados. Claro en invierno se comen helados. Pero no ensaladilla. Una pena porque he ido en varias ocasiones, la comida está muy rica. No volveré.
Antes de la pandemia pedíamos comida para llevar con cierta frecuencia e incluso solía ir a este lugar cuando me tocaba organizar alguna cena no muy numerosa, pues es pequeño. Hacían, y supongo que siguen haciendo, una comida muy rica, abundante y bien de precio. Ayer, sábado, algo antes de las 9 de la noche, nos sentamos en la terraza dos matrimonios y dos niños; no teníamos claro si nos habrían visto por lo que nos asomamos a preguntar si nos vienen a servir o si pedimos dentro. Un inciso: al asomarnos, vemos mesas preparadas con sus respectivos platos, probablemente todo reservado, pero solo una de 5 o 6 personas sentándose, el resto vacío todavía. Vuelvo al tema: pregunto si nos sirven fuera y me dice la señora, bastante desagradable: ui, vais a tener que esperar eh, mira como tengo esto! Y le digo: ah, nono, tranquila, que no es para cenar, solo es para tomar algo! A lo que me responde lo mismo varias veces seguidas. Me estaba diciendo que íbamos a tener que esperar pero con cara de: buscad otro sitio que no me interesais. Finalmente digo: bueno, no nos importa esperar, estaremos en la terraza. Aún nos estábamos sentando cuando llega a tomarnos nota y tan pronto digo que un colacao para el niño, la mujer responde ya de malas maneras que ni de broma se pone a hacer colacaos ni cosas de esas. Nos fuimos de allí con cara de tontos y nos hicimos el colacao en casa. Podría llegar a entender que no le cuadre bien, que no le compense atendernos (aunque me llama la atención) pero las maneras no las entiendo. Me da pena porque era un sitio que me gustaba y ayer lo pisé por última vez.
Sencillo y agradable, pero una atención exquisita y de las pizzas ni hablemos, ese estilo tradicional italiano que me trae tan buenos recuerdos y un aderezo que para que contar, nada de salsas americanas ni rollos. Muy recomendable aunque eso puede ir en mi contra, jeje
Toda una sorpresa. Pizzas muy grandes y muy buenas y te ponen una botella de aceite picante por si quieres aliñar. Pedimos 4 pizzas para 6 y sobraron trozos como para formar una pizza porque son muy grandes. Totalmente caseras. Cenamos en terraza. Hay pocas mesas pero muy bien ambiente. Muy limpio.
Buenas y artesanales pizzas. Local y comedor MUY PEQUEÑO, Mejor ir con reserva. El cocinero es muy amable y trabaja muy bien, quizás pierde un poco el local por la esposa que es la camarera y es un poquito seca. A medio día ponen pinchos con la consumición cómo todos los locales de la zona.